José Luis Oltra, técnico del CD Tenerife durante las tres últimas temporadas, concedió este lunes en Radio Club su primera entrevista desde que el club le comunicara su decisión de no renovar su contrato. El profesional valenciano ha dejado que pase el tiempo suficiente como para no hacer daño a la institución con sus palabras, aunque su discurso siga siendo caballeroso y sin rencor al equipo con el que consiguió el ascenso a Primera división en 2009.
“No quiero ser el que meta más presión al club, pero creo que se tiene una plantilla amplia, competitiva y compensada. Creo que se ha reforzado el equipo detectando alguna carencia y se ha hecho con bastante sentido”, indicó sobre el nuevo plantel blanquiazul, al que ve “todos los condicionantes para poder optar a cosas importantes”. “Desde la distancia, estaré haciendo fuerza para que se consiga”, subrayó Oltra.
Respecto a las claves de la caída a Segunda división, replicó que “hubo partidos donde se pudo hacer más, en los días donde no estuvimos a nuestro nivel, en los días donde acusamos la presión y la responsabilidad”. Recordo el último en Valencia pero también los jugados ante Almería, Atlético, Barcelona o Villarreal. “Nos faltó un puntito, es decir, un golpe de fortuna o un penalti acertado u otro parado”, sugirió.
Se le preguntó si se mordió la lengua muchas veces durante su estadía blanquiazul por no decir lo que muchos pensaban. Es decir, que hacían falta más fichajes. “Dije lo que tenía que decir donde tenía que decirlo. Me considero una persona de club y tengo la tranquilidad de que todo el mundo sabe lo que pienso. Más allá de haber cometido errores, he tratado de tener la conciencia serena y la satisfacción del deber cumplido porque di todo de mi parte”, señaló en su intervención en la Ser.
Por último, dio su particular quiniela para el ascenso. “Al Tenerife lo veo como un claro, clarísimo aspirante”, dijo, y luego citó al Betis a pesar “de tener una liada extraordinaria” en los despachos, al Cartagena, al Rayo Vallecano, al Valladolid “por ser recién descendido”, sin descartar alguna sorpresa “que siempre surge”.