El belga Frederik Van Lierde ha ganado este sábado la 28ª edición del Ironman de Lanzarote en categoría masculina, con un tiempo de 8:51'16''; mientras en la femenina se ha impuesto la británica Nikki Bartlett con un marca de 9:59'10''.
Más de 1.600 participantes de cerca de 60 nacionalidades se dieron cita a primera hora de la mañana en Playa Grande, donde el alma mater de la prueba, Kenneth Gasque, dio el pistoletazo de salida.
Era la primera vez que el principal impulsor de la prueba lanzaroteña daba la salida, aunque ha sido su director en 26 ediciones.
El sector de natación, de 3'8 kilómetros, permitía ver una lucha encarnizada por las primeras plazas masculinas, donde hasta diez participantes, dos de ellos aficionados, salían del agua en la primera vuelta con poco más de 30 segundos de diferencia.
Sin embargo, en la categoría femenina el alto ritmo impuesto por la canadiense Rachel McBride, tercera en el mundial de larga distancia del 2016, solo era aguantado por la estadounidense Dede Griesbauer.
Sus puestos se repetirían al finalizar el primer sector, en el que la canadiense sacó 56 segundos de ventaja a la estadounidense.
Mientras, en la categoría masculina, el alemán Andreas Raelert intentó escaparse y sólo le pudo seguir el español Emilio Aguayo, con 2 segundos de ventaja para el germano.
En el sector ciclista, el ganador en ediciones anteriores Alessandro Degasperi veía perder muchos puestos en la clasificación y el campeón del mundo, Iván Raña, no acababa de encontrarse cómodo, y con ello, las opciones de alzarse con el triunfo disminuían.
Mientras, Andreas Raelert empezaba a sufrir en la subida a Haría y se iba quedando atrás, circunstancia que aprovecharon el belga Fredrik Van Lierde, el esloveno Jaroslav Kovacic y el alemán Christian Kramer para darle alcance y adelantarlo.
El español Emilio Aguayo quedó algo retrasado, circunstancia que fue solucionando con el paso de los kilómetros.
En la categoría femenina, las líderes en la natación desaparecían en una vez en la montura ciclista, prueba dominada por la británica Nikki Bartlett, que no titubeó a lo largo de todo el recorrido, a excepción de un tramo en Teguise, donde su compatriota Emma Pallant le adelantó, pero Nikki se hizo de nuevo con la cabeza y relegó a su rival a la segunda posición.
Mientras, Maja Stage Nielsen controlaba la carrera desde la distancia, aunque sin poder aguantar la intensidad que imponía Bartlet, que llegaba a Puerto del Carmen, después de hacer los 180 kilómetros con una ventaja de 8 minutos sobre Maja y más de un cuarto de hora con la sueca Asa Lundström y la suiza Nina Derron, que aprovecharon el bajón físico de la olímpica Emma Pallant.
Al comienzo del sector de atletismo, Christian Kramer creyó haber dado un “bocado” al título al adelantar en la transición a Fredrik Van Lierde, que perdía 7 segundos respecto al alemán.
Mientras, Kovacic salía tercero a poco más de 30 segundos y Emilio Aguayo lo hacía en cuarta posición, a más de 3 minutos.
Los tiempos se iban reduciendo con el transcurso del sector, hasta el punto que Fredrik Van Lierde se hacía con la primera posición cuando todavía quedaba la mitad de la prueba atlética, mientras Christian Kramer iba segundo y el español Emilio Aguayo aprovechaba los problemas físicos de Jaroslav Kovacic, que acabó retirándose, para acceder al bronce.
Nikki, por su parte, debía mantener el ritmo para hacerse con la prueba femenina, pero pese al buen ritmo que llevaba, veía cómo la triatleta danesa Maja Stage Nielsen, quien fuera subcampeona de Europa en 2017, iba recortando tiempo paulatinamente, aunque no lo suficiente para poner en peligro el oro de la británica.
La pelea por la tercera plaza también se intensificaba y a Asa Lundström y a la suiza Nina Derron les salieron dos duras competidoras, la alemana Jenny Schulz y la holandesa Lenny Ramsey, que fueron escalando posiciones hasta sorprender a las dos anteriores. Finalmente fue Lenny la que conseguía el tercer cajón del podium en más de 10 horas de competición.