El mejor ataque de la Liga volvió demostrar sus potencial con varios jugadores en un increíble estado de forma. El Gran Canaria se acercó en la tercera manga merced a una gran remontada, pero de nuevo, el trabajo defensivo de los hombres de Laso y la gran anotación de Carroll y Llull, de nuevo decisivos.
Las perdidas de balón inicial, ante un equipo como el Real Madrid , se pagan caro. Un parcial de 7-0 ante el que se estrelló el Granca, donde sólo Rey consiguió mover el casillero amarillo. Tras muchos fallos consecutivos en el lanzamiento exterior, 0 de 7, Alvarado cerró una diferencia de 0-4 para engancharse al choque, 11-7.
Los blancos volvieron a apretar el acelerador, poniendo la máxima diferencia en el choque en la última jugada de la primera manga, 18-9. Carrol entró en escena, para con 8 puntos en su cuenta particular abrir una brecha casi insalvable en el marcador. El Granca siguió sin confianza anotadora, permitiendo al Madrid doblar el marcador con suma facilidad, 40-20.
Los amarillos consiguieron un esperanzador parcial de 1-10, con Palacios y Bramos como buques insignias, pero el buen hacer de Llull mantuvo una cómoda ventaja al paso por vestuarios, 48-34. Bramos tomó los galones del Gran Canaria, levantando la estadística exterior, hasta que apareció Beirán para rebajar la diferencia hasta doce.
El Gran Canaria no se rindió nunca, con un Palacios muy motivado, que con 7 tantos seguidos puso logró una diferencia de 2-13, con un triple descomunal que obligó a Pablo Laso a detener el crono con sólo cuatro arriba, 56-52. Varias perdidas consecutivas en ataque impidieron poner al Granca a tan sólo una jugada de los blancos, que volvieron a escaparse con rápidas contras, devolviendo el parcial de 12-3.
El en el cuarto decisivo, al potente ataque del Madrid se impuso en el intercambio de golpes, ante un Gran Canaria más limitado, pero con varios hombres inspirados, como Palacios, Bramos y Beirán, sumando 53 puntos entre ambos. Llull y Carroll rompieron el choque a falta de tres minutos para el final, 85-67.
En los minutos de la basura los amarillos aguantaron el tipo, intentando maquillar al máximo el electrónico, pero los blancos redondearon el resultado en el 90-72 final, ante la segunda mejor defensa de la Liga.