Mario Pestano, plusmarquista nacional de lanzamiento de disco que tan sólo pudo ser noveno en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín, se mostró tremendamente decepcionado con su actuación y se mordió la lengua a la hora de calificarla porque volvió a malograr una gran ocasión de ganar una medalla en una gran competición.
“Llamadlo como queráis. No sé ni cómo llamarlo”, indicó Pestano a la prensa en el Nido de Pájaro de Pekín, donde se mostró triste e incluso “defraudado” consigo mismo por no haber podido estar donde debería por sus marcas, en la lucha por la victoria.
“Ahora mismo trago. Por un centímetro (el que le dejó fuera de los tres últimos tiros) qué le voy a hacer. Puedo decir muchas cosas malas de mí mismo, pero voy a decir las buenas”, continuó.
“Hoy -este martes para el lector- no lanzaba. Hoy -este martes- no había 'feeling' con el disco, lo ponemos así y sale más bonito. Qué les voy a decir”, apuntó el lanzador canario
“Siempre que pierdes, que sales así, con la mochila, se pierden oportunidades. Las pierdo, pero yo soy un luchador, soy un tío currante. He demostrado que soy un gran discóbolo y aunque no esté ahí metido y aunque no esté con una medalla colgada la gente que me quiere, que está conmigo, sabe que soy un luchador”, aseveró.
“Si se resiste la medalla, qué le voy a hacer”, prosiguió, “ahora mismo tengo que recapacitar, ver por qué no ha salido, por qué me he atascado y es lo mismo de siempre, qué les voy a contar si ya lo saben. No sale y no sale”.
Explicó que deseó suerte a Frank Casañas, que seguía en la competición tras arrebatarle la plaza al propio Pestano, quien seguía los lanzamientos por las televisiones de la zona mixta y se lamentaba: “Si yo tiro 70 metros...”
El ganador, el estonio Gerd Kanter, venció con 68,82 metros, 68 centímetros por debajo del récord nacional que estableció Pestano en los recientes Campeonatos de España de Santa Cruz de Tenerife.