El Real Madrid, con poco margen de error ante Juventus y Zenit

El Real Madrid no podrá confiarse lo más mínimo si quiere superar el dificilísimo grupo de la Liga de Campeones en el que quedó este jueves encuadrado, junto con el Juventus italiano, el Zenit San Petersburgo ruso, último campeón de la Copa de la UEFA, y el BATE Borisov bielorruso.

El conjunto madrileño, que no supera los octavos de final de la máxima competición continental desde hace cuatro años, pondrá a prueba su solvencia en Europa ante dos rivales, que ejemplifican como nadie, por un lado a la más rancia aristocracia continental, el Juventus, y a los nuevos ricos llegados del frío, el Zenit San Petersburgo.

Dos equipos con calidad suficiente para poner en apuros a un Real Madrid, al que en esta ocasión le valió de poco su condición de cabeza de serie en un sorteo que tan sólo fue benévolo con los blancos, en el caso de BATE Borisov, un enemigo que parece más temible por el largo viaje, que por sus cualidades futbolísticas.

Todo lo contrario que el Zenit San Petersburgo, al que los petrorublos del gigante energético Gazprom le han permitido conservar la base del equipo que el pasado curso asombró al viejo continente con su triunfo en la Copa de la UEFA, tras dejar en la cuneta a rivales de la talla del Villarreal, Olympique de Marsella o Bayern de Múnich.

Los Anyukov, Zyrianov y, sobre todo, Arshavin, esqueleto de la selección rusa que brilló en la Eurocopa, quieren ser los primeros en conquistar para Rusia la Liga de Campeones, torneo en el que no brilla ningún conjunto ruso desde que en 1991 el Spartak de Moscú, tras eliminar precisamente al Real Madrid, alcanzó las semifinales.

Traspaso más caro del verano

Para ello, el Zenit, que al igual que ocurre con la selección, ha recurrido para el banquillo a un experto holandés como Dirk Advocaat, ha protagonizado el fichaje más caro del verano, tras abonar 30 millones de euros al Dinamo de Moscú por el centrocampista portugués Danny.

Casi tres veces menos de lo que pagó el Juventus de Turín al Sevilla por el traspaso del internacional danés Cristian Poulsen, uno de los fichajes estrellas del conjunto turinés, que ha acentuado todavía más si cabe el perfil industrial del que siempre ha hecho gala.

Las llegadas del sueco Olaf Mellberg, ex del Racing de Santander, del ya citado Poulsen y del brasileño Amaury, un potentísimo delantero con un espectacular juego de cabeza, reafirman la intención del técnico Claudio Ranieri de supeditar el talento individual al bien colectivo.

Un carácter laborioso, a imagen de los talleres de la FIAT propiedad de los dueños del Juventus, que en más de una ocasión se le ha atragantado al Real Madrid, tal y como ocurrió en las dos últimas ocasiones -temporadas 2002-03 y 2004-05- en las que el bombo emparejó a turineses y madrileños en la Liga de Campeones

Sinsabores, que quedan palidecidos por el recuerdo del triunfo del conjunto blanco en la final del año 1998 en Amsterdam, donde el Real Madrid se alzó con su séptimo título continental, tras imponerse por 1-0 al Juventus, gracias a un gol del actual director deportivo del cuadro madridista, Pedja Mijatovic.