A lo largo de la presente temporada han sido muchos los jugadores llamados a ocupar el espacio que dejaron tanto Jaycee Carroll como CJ Wallace. El papel protagonista, de un hombre al que todos miran cuando las cosas van mal, que da un paso adelante y que toma la responsabilidad necesaria cuando el equipo lo necesita. Hoy por hoy, ese rol lo ha ocupado el madrileño Javier Beirán, que tras la actuación ante el Estudiantes se convierte en el jugador más valorado de los grancanarios.
En su segunda temporada en el plantel amarillo, Beirán ha pasado ha ser un suplente, con poca participación en el juego, hasta ser un jugador determinante en el juego del Gran Canaria. En el segundo cuarto, con la igualdad reinando en el marcador, 10 tantos de Beirán hicieron despegar al cuadro claretiano, merced a un gran acierto en el triple, una estadística desastrosa en el equipo.
El desparpajo del madrileño y su gran momento de cara al aro rival le han convertido en el centro de atención de la plantilla amarilla, desplazando a jugadores que llegaron con una mayor relevancia y un mayor potencial. Los norteamericanos Alando Tucker y Marquez Haynes, son dos de esos nombres a los que Beirán ha superado con creces.
Haynes, aunque continua siendo el máximo anotador del equipo con 12´3 puntos por partido, tiene mucho que mejorar en sus estadísticas, así como sus balones perdidos. Los porcentajes del jugador con pasaporte georgiano distan mucho que lo que necesita el Granca, así como el rendimiento de Alando Tucker. Con su pasado en Estados Unidos, prometía mucho más en su llegada la isla grancanaria, para sustituir a Rasual Butler. Con el paso de las jornadas, además de la lesión sufrida en su primer entrenamiento, su rendimiento ha ido a menos, convirtiéndose en el suplente del propio Beirán.
También cabe destacar la llegada de Alvarado, que con su perfil de director de juego que siempre busca el pase antes que el tiro, puede aportar un aire fresco al ataque grancanario. Óscar, con su presencia ante Estudiantes, decantó la balanza a favor de los isleños, ofreciendo una mayor claridad a la hora de manejar la batuta, además de repartir asistencias al más puro estilo NBA.
Ambos jugadores, con un prometedor futuro por delante, formaron un tándem demoledor en el último enfrentamiento, con la intención de seguir creciendo el próximo domingo, ante uno de los huesos de la ACB.