La promoción de ascenso comienza a ser posible para el CD Tenerife después de un triunfo sin discusión en la casa del líder (0-2). Los goles de Dani Gómez, frente a un Cádiz disminuido por la expulsión de José Mari en el minuto 22, dejan el grupo de Rubén Baraja casi salvado y octavo en la clasificación, a dos puntos del play-off, una meta impensable visto el desarrollo de esta atípica temporada.
Este Tenerife sabatino fue mejor que el Cádiz en todo. Aguantó en el primer tramo, cuando el grupo de Cervera lo metió en su campo para poner a prueba las marcas, luego lo dominó—antes de la expulsión de Jose Mari—, lo dejó frío con el primer rejonazo de Dani Gómez, lo apuntilló a la vuelta y, finalmente, defendió sin mácula cuando los locales buscaron el empate con balones laterales o saques de esquina envenenados.
Todo muy propio de un equipo que en una semana ha cambiado de cara, de tono y de humor. Tocado tras un empate ilógico, en superioridad, ante el Málaga, ha sido encontrar el gol y, así, una templanza que mejora sus virtudes y achica las fallas. Pongamos como ejemplo a Dani Gómez, letal contra el Mirandés y definitivo hoy en el Carranza.
Y apúntese también al flanco derecho blanquiazul, donde la sociedad Luis Pérez-Moore volvió a generar dividendos. Del estadounidense fue el pase del 0-1 y del utrerano uno de esos centros de gol imposibles que saca cuando otro, en su lugar, daría el balón por imposible. Pero a Luis Pérez le sobra velocidad para lo inconcebible y a este Dani Gómez, en estado de gracia, la capacidad de sacarse un remate de cabeza en carrera, dificilísimo, dirigiendo el balón a un ángulo imposible para el portero.
El equilibrio que ha alcanzado el grupo de Baraja no se entiende, además, sin la estabilidad que da el dúo de medios y el orden para atender las fortalezas del rival para achicarlas. Mientras no hubo inferioridad, el Cádiz hizo el partido previsible, pero no pudo explotar los desbordes de Salvi y Jurado porque cuando lo intentaron tenían a un lateral apoyado por Moore o Lasure para impedirlo.
Bien es cierto que al Cádiz le funcionó bien, justo hasta el 0-1, algo muy del gusto de Cervera. Pasaron pocas cosas: un cabezazo de Álex Muñoz (8’) que salvó Jose Mari en la línea y una caída al área de Bermejo (29’) en la que no entendió con Dani Gómez. Nada más. El partido caminaba por lo previsto hasta que llegó la expulsión —lógica o severa, según se mire— y modificó nudo y desenlace.
Cambio tras cambio, Cervera lo intentó todo: hombre por hombre con Álvaro Giménez y Nano, igualar el ataque con Sergio González y más dinamita, al cabo, con Pombo y Perea. Pero lo que el líder se encontró fue un rival “fino”, como lo había definido el técnico cadista. No le faltaba razón en el análisis. Anda tan fino este nuevo Tenerife que hasta Baraja pudo permitirse, sin efecto negativo, un ejercicio de cachaza desesperante para mover fichas. Lo hizo, fiel a su estilo, en la enésima oportunidad insípida para Nahuel y Mierez. Igual eso es lo que explica que la cachaza no sea tal, sino desconfianza en los repuestos.
(0) CÁDIZ CF: Cifuentes; Carcelén, Fali, Marcos Mauro, Espino (Sergio González, 53’); José Mari, Bodiger (Pombo, 72’); Salvi, Álex Fernández (Perea, 72’), Jurado (Álvaro Giménez, 46’); y Lozano (Nano, 46’).
(2) CD TENERIFE: Ortolá; Luis Pérez, ŠipÄiÄ, Lluis López, Álex Muñoz; Moore, Aitor Sanz, Milla (Undabarrrena, 90+1’), Lasure (Nahuel, 82’); Álex Bermejo (Joselu, 65’) y Dani Gómez (Mierez, 82’).
ÁRBITRO: Jon Ander González Esteban (Comité Vasco). Amonestó a los locales Fali (45+3’), Álvaro Giménez (73’), Carcelén (90+2’) y Edu Ramos (90+4’); y a los visitantes Carlos Ruiz (39’), Álex Muñoz (56’), Miérez (82) y Undabarrena (90+3). Expulsó a José Mari (22’) por una entrada a Aitor Sanz.
GOLES: 0-1 (45’) Dani Gómez. 0-2 (47’) Dani Gómez.
INCIDENCIAS: Partido de la 36ª jornada de Liga, quinto desde la suspensión de la Liga por la COVID-19, jugado a puerta cerrada en el estadio Ramón de Carranza.