El Tenerife empató a domicilio ante el Rayo Vallecano en un encuentro en el que los locales demostraron ser aspirantes a Primera durante la primera mitad, aunque se quedaron sin fuelle en la segunda y quedaron a merced de un rival que demostró aptitudes de un equipo de entidad superior.
Había mucho en juego sobre el césped del Teresa Rivero y eso se notó en ambos equipos. No en vano, los tres puntos se decidían entre un líder a domicilio con ganas de poner distancias ante sus perseguidores y un Rayo Vallecano que jugaba con su estadio lleno y con la intención de quedarse por fin en puesto de ascenso.
Ante esta disyuntiva son muchos los que prefieren cerrarse atrás y dejar hacer para aprovechar las ocasiones que se tengan, pero lejos de idearios italianos, ambos equipos buscaron el gol desde el principio y las ocasiones fueron frecuentes durante todo el encuentro.
Los primeros minutos fueron de pugna entre ambos conjuntos para controlar el balón, para que finalmente éste cayera del lado local. Así, los madrileños fueron los que llevaron la iniciativa, y esto hizo ceder metros a los tinerfeños y a ellos mismos jugar con una defensa adelantada, con los peligros que esto supone.
Así, la primera ocasión fue de Piti, que solo ante el meta lanzó al muñeco a bocajarro, mientras que minutos después era Pachón el que tenía la oportunidad de perforar la meta rival a la media vuelta.
Pero Oltra apremió a los suyos a tapar las salidas por las bandas del Rayo y buscar más el juego conjunto del equipo, pasando el balón por el centro, los locales eran más correcaminos y en muchas ocasiones se excedían en la velocidad, para apretar la adelantada defensa franjirroja.
Así, los últimos minutos de la primera parte fueron de acoso insular, con ocasiones de Alfaro, que envió una falta a la base del poste izquierdo de Cobeño, con una magnífica intervención del meta.
Posteriormente sería el Nino el que en jugada ensayada y al saque de un córner marraría la oportunidad más clara antes de que el colegiado decretara el final de la primera parte.
Sin embargo, pese a todo lo vivido en la primera parte, en la segunda se notó la diferencia de físico de ambos equipos, y al Rayo le costó continuar con su vocación atacante. Desapareció del campo y fue el Tenerife el que se hizo con el balón.
Llevó la iniciativa y el sufrimiento a la grada, puesto que Cobeño se erigió como el héroe de su equipo. Detuvo a Nino y Ángel, y lo hizo en varias ocasiones.
Los minutos pasaban y en la grada ya se veía bien el punto del empate, pero una falta estúpida de Marc Beltrán a Salva en la salida de un balón desde el área le valió la segunda amarilla con lo que el Tenerife quedaba con uno menos, en el minuto 73, y con mucho por delante.
Hasta ese momento los cambios realizados desde ambos banquillos fueron para mejorar el ataque, y en ese momento Oltra sacó a más defensa y comenzó a ver con buenos ojos el punto.
Con uno menos, el Tenerife continuó dominando, pero ya no tuvo ninguna ocasión más, mientras que el Rayo, bien agazapado atrás, la tuvo a falta de dos minutos en pies de Pachón, que solo ante Luis García no fue capaz de definir gracias, en parte, a lo bien que le tapó el meta.
Al final, reparto de puntos entre los dos mejores del 2009, que saben a poco, sobre todo al Tenerife, aunque el Rayo también mostró su peligro y cerca estuvo de sorprenderle sobre todo en los últimos minutos.
Ficha Técnica:Rayo Vallecano 0Tenerife 0Rayo Vallecano:
Cobeño; Albiol, Salva, Tena, Coke; Collantes (Collantes, min. 54), Enguix, Diamé (Míchel, min. 63), Jofre; Piti (Rubén Reyes, min. 79) y Pachón.
Tenerife: Luis García; Marc B, Martínez, Ezequiel Luna, Sicilia; Juanlu (Ángel, min. 81), Richi, Ricardo, Kome (Clavero, min. 75); Alfaro (Ayoze, min. 88) y Nino.
Árbitro:
Pérez Montero (colegio andaluz). Expulsó Marc Beltrán en el minuto 73 por parte del Tenerife. Igualmente, amonestó a Jofre y Míchel por parte de los locales, y a Juanlu y Sicilia por parte de los visitantes.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo primera jornada de liga de la segunda división, disputado en el estadio Teresa Rivero de Madrid, ante unos quince mil espectadores. Lleno.