El cuadro grancanario llega con la moral por las nubes -tras el contundente triunfo ante el Girona (5-2)- para intentar poner fin a su mala trayectoria fuera de casa. Tres derrotas consecutivas es el bagaje reciente de los grancanarios en sus desplazamientos a la península. La visita al Villarreal, este próximo domingo a partir de las 19:00 (h.c.), tratará de poner fin a la mala racha de resultados como visitantes.
El triunfo tendría un valor doble para los canarios, ya que ganarían el golaveraje particular a los castellonenses, decisivo de cara a un empate a puntos. En la ida, el partido disputado en el Estadio de Gran Canaria finalizó en tablas (2-2).
El Madrigal, un campo en el que se jugaba Liga de Campeones la temporada pasada, es un escenario propicio para que los amarillos puedan desplegar su juego y tratar de tú a tú a uno de los claros favoritos al ascenso. Lejos del frío de Soria y el barro de Lugo, el estadio del Villarreal ofrece unas grandes condiciones para el fútbol que práctica la escuadra amarilla.
Lobera tiene la tarea de recuperar la mejor versión como visitante de la UD y asemejarla a la que ofrece el plantel grancanario cuando juega como local. En esta ocasión volverá a tener la baja de David García en el lateral derecho ni tampoco podrá contar con Javi Guerrero, cuya experiencia es idónea para este tipo de partidos.
Tato, que deslumbró en su estreno en el Gran Canaria con un gol y una asistencia, tiene muchas opciones de salir como titular en el once de Las Palmas, ocupando el lugar de Chrisantus. El resto de piezas se presumen como intocables, comandados por Nauzet Alemán, que tras unos partidos en los que pasó desapercibido, volvió a dar un paso al frente en la última cita liguera para erigirse como el líder en el campo.
En frente espera un Villarreal renacido tras la llegada de Marcelino, que ha sabido sacar partido a su profunda plantilla para dar con la tecla que devuelva al equipo castellonense a los puestos de playoff. El peligro del equipo amarillo reside en los goles de Uche y Pereira, además del criterio de Senna, jefe de maniobras de los locales.
En los precedentes se impone con claridad el cuadro local, que se ha llevado la victoria en tres de las cinco visitas de los grancanarios al estadio de El Madrigal. La UD no ha conseguido ganar nunca en Villarreal, sacando dos empates como mejores resultados, sin embargo con Lobera en el banquillo Las Palmas ha conseguido romper sus estadísticas negativas en diferentes campos, por lo que se presenta una nueva oportunidad de repetir el éxito.