La UD Las Palmas rescató su mejor versión, similar a la imagen ofrecida ante el CD Tenerife y Salamanca -aunque en esta ocasión obtuvo premio-, para derrotar de forma justa por 3-1 a un Córdoba que jugó 55 minutos con un hombre menos y que sólo estuvo a la altura de las circunstancias durante un pequeño tramo del segundo período. El equipo amarillo explotó sus bandas - excelentes Adrián Colunga y Francis Suárez- para hincar el diente al séptimo clasificado. Este triunfo supone una bocanada de aire fresco para los locales, que, probablemente, no podrán contar con Juanpa -nueva lesión muscular de un jugador amarillo- para su próxima cita: el Castellón.
El técnico Juan Manuel Rodríguez se reencontró en el Estadio de Gran Canaria con un rival fetiche para sus intereses: el Córdoba, único adversario al que derrotó como local en su primera etapa como entrenador de la UD Las Palmas.
El preparador grancanario, con varios cambios de actores, decidió apostar por el buen trato al balón, y esta vez salió ganando. En el once inicial formaron David García, que regresaba tras su castigo federativo, Juanpa, que sustituía al sancionado Darino, Adrián Colunga, Francis Suárez y Nacho Casanova. Juventud y descaro para la línea ofensiva.
El equipo visitante encaraba el encuentro con muchas bajas en el carril derecho, no en vano, Paco Jémez, entrenador del conjunto andaluz nacido en Gran Canaria pero criado en Córdoba, se vio obligado a colocar en el lateral diestro a Rubén, un jugador zurdo que, a la postre, terminaría cometiendo el penalti sobre Adrián Colunga.
Jémez dejó en el banquillo a Javi Moreno, un futbolista de Primera que sigue goleando en Segunda, para formar con Arthuro y Assen su pareja de ataque.
El comienzo del encuentro fue vibrante. Con una Unión Deportiva ejerciendo presión sobre todo el campo y con hambre de gol. La primera oportunidad llegó cuando sólo habían transcurrido dos minutos. Nacho Casanova, especialista en crear de la nada situaciones favorables para su equipo, apeló a su casta para robarle la cartera a un defensor dentro del área. Su duro disparo lo repelió el meta foráneo, llevando los primeros aplausos a la grada.
Las Palmas, con una fijación obsesiva en buscar fórmulas para desarbolar al rival, mantuvo el control del choque durante toda la primera parte, un monólogo que agradeció el siempre sufridor seguidor amarillo. Juan Manuel Rodríguez prescindió de Nauzet Alemán escorado a la banda para situarle en la mediapunta, junto a Trashorras y por delante de Cobas. Las alas quedaron para Adrián Colunga y Francis Suárez, que fueron auténticos cuchillos cuando a los anfitriones les tocaba embestir.
Mientras, los cordobeses fijaron un plan en el que desgastar al rival era su mejor arma. Con sigilo, intentaron aprovechar cualquier facilidad del adversario para montar alguna que otra contra, sin embargo, la jugada le salió rana. Los amarillos manejaron el cuero con criterio y autoridad. Nauzet se cosió el esférico a su bota y en los primeros minutos fue la referencia en la medular. Sin embargo, la falta de frescura en los últimos metros dejaban estériles las múltiples avanzadillas que realizaron los isleños.
Talento natural
Tuvo que emerger el talento natural para que Las Palmas abriera la lata. En el minuto 17, un balón caído del cielo lo amoldó Adrián Colunga a su gusto. Pegado a la cal de la línea de banda se fue por velocidad y calidad de su marcador -un Rubén incómodo en esa posición-, se adentró en el área hasta que sintió el contacto. Penalti.
El propio Adrián, con la moral por las nubes, cogió la pelota y se dirigió hasta el punto fatídico. Con un lanzamiento bien calibrado, el joven asturiano inauguró la contienda.
Ese tanto no sólo valía para adelantar a la UD Las Palmas en el marcador, también, y de máxima importancia, para reforzar a un grupo con una autoestima de cristal. El efecto Juan Manuel volvía a resurgir.
El encuentro, dominado de forma escandalosa por los locales, se puso más de cara en el minuto 35, ya que el central Pablo Ruiz veía en apenas tres minutos dos cartulinas amarillas. 55 minutos en superioridad numérica, bendito regalo.
La nota negativa para la UD, en la antesala al descanso, fue la lesión del lateral Juanpa, que fue sustituido por Ione tras sufrir un pinchazo en la zona isquiotibial de su pierna derecha.
El resultado podría haber variado en la prolongación de esta primera manga. En una melé dentro del área chica y tras varios disparos de los locales, repelidos de forma increíble por los zagueros, el colegiado ninguneó unas manos claras del argentino Acciari cuando el balón se dirigía al fondo de la portería. La pena máxima y la consiguiente expulsión del centrocampista se quedó en nada. Con esa amargura se llegó al final de los primeros 45 minutos.
Bajón local
Tras la reanudación, el Córdoba, que seguía en inferioridad numérica, se puso las pilas y se comprometió con la causa. Las imprecisiones se apoderaron de los futbolistas del conjunto insular. Sin embargo, a cuentagotas, los locales eran capaces de poner en serios apuros la meta del rival. Como ocurrió en el minuto 52. Un error defensivo derivó en una oportunidad de oro para Nauzet Alemán, que después de un excelente quiebro y un zapatazo a ras de la hierba se tuvo que conformar con ver desde la primera fila la sobresaliente parada del portero David Valle.
Guzmán (min. 58) enmudeció las gradas del Estadio de Gran Canaria. El extremo del cuadro andaluz, tras un fallo mayúsculo de la zaga amarilla, se quedó totalmente solo y en una posición inmejorable en el segundo palo. Optó por un disparo con el exterior y mandó la pelota al travesaño. Susto causado por viejos vicios y el nerviosismo que reaparecía.
Pero, a diferencia que en otra ocasiones, los amarillos no perdieron la compostura de forma notable. Trataron de marcar el tiempo de juego y atacaron con mayor cordura en las pocas ocasiones que permitió hacerlo el equipo de Jémez.
El segundo gol de Colunga minimiza el peligro andaluz
En una de esas contras, Trashorras puso un balón milimétrico a Adrián Colunga, que de preciosa volea perforó por segunda vez el arco defendido por Valle. El asturiano dirigió el cuero al rincón de las ánimas, allí en donde el guardameta, por mucho que lo intente, nunca alcanza. La tranquilidad llegaba a la familia amarilla. El gol noqueó a un Córdoba que comenzó a perder fuelle y a deambular por el terreno de juego.
Seguidamente, siete minutos después del 2-0, un combativo Nacho Casanova, que hizo olvidar la ausencia de Marcos Márquez, debutaba como goleador en segunda división con la camisa de la Unión Deportiva. Otra vez su fe en pescar algo ante una situación adversa, le sirvió para ganarle la partida al defensor, girar sobre su cuerpo y conectar un disparo que, tras tocar en la madera, se coló en la meta cordobesa.
Poco después, en el 83, y ante la pasmosa relajación de los jugadores insulares, un potente testarazo de Arthuro sirvió para que el graderío aplaudiera a rabiar la bella estirada de Nacho González, que realizó un encuentro muy completo. Los mismos protagonistas tuvieron otro duelo en la prolongación, pero esta vez salió vencedor el atacante, que, nuevamente de cabeza, puso el definitivo 3-1.
Ficha técnica:
UD Las Palmas (3)
Córdoba CF (1)
UD Las Palmas: Nacho González; Juanpa (Ione, min. 45), López Ramos, David García, Juanma; Nauzet, Cobas, Francis Suárez (Viyuela, min. 88), Adrián (Monteagudo, min. 90); Trashorras y Nacho Casanova.
Córdoba CF: Valle; Rubén, Pablo Ruiz, Pierini, Reyes; Guzmán (Junalu, min. 80), Acciari, Ito (Javi Moreno, min. 72), Arteaga; Asen y Arthuro.
Goles: 1-0, min. 18: Adrián transformó un penalti. 2-0, min. 66: Adrián. 3-0, min. 74: Nacho Casanova. 3-1, min. 89: Arthuro.
Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Expulsó a Pablo Ruiz (min. 35). Además mostró tarjeta amarilla a Rubén, Valle, Trashorras, Reyes, Ione, Pierini, Arteaga y Javi Moreno.
Incidencias: Un total de 7.012 personas acudieron al Estadio de Gran Canaria. Una lluvia ligera, acompañada de algo de viento, no perjudicó el juego.