La UD Las Palmas reavivó el pasado sábado sus opciones de salvación al vencer con solvencia al Córdoba (3-1), un triunfo que le permite poner fin a su sucesión de malos resultados, que se extendían desde la jornada sexta, cuando fue capaz de tumbar al Nástic de Tarragona (1-0), su única victoria hasta este domingo.
Los efectos de este buen resultado, el primero que se produce desde que Juan Manuel Rodríguez asumió las riendas del conjunto isleño en sustitución de Juanito, son multiplicadores: resta ansiedad a los futbolistas, necesitados de autoestima, permite la reconciliación con la grada y afrontar el futuro con la ración de confianza que siempre otorga una actuación con final feliz.
“Estoy orgulloso del esfuerzo de mis jugadores. Seguimos enrabietados porque nos han dado muchos palos, pero no estamos muertos. Somos un toro herido”, expuso Rodríguez evidenciando el padecimiento que acumulan sus hombres.
La única nota negativa llegó con la lesión del lateral Juanpa, quien pasa a integrar una enfermería ya repleta de inquilinos (Kenji Fukuda, Marcos Márquez y Carlos Merino) y que podría permanecer varias semanas de baja si se confirma este lunes que padece una rotura fibrilar en el muslo derecho.
La plantilla disfrutó este domingo de jornada de descanso y este lunes comenzará a preparar el encuentro del próximo domingo ante el Castellón con una sesión matinal en Barranco Seco (09.30 horas).
En esta misma instalación se desarrollarán los entrenamientos de martes (09.30 horas) y miércoles (16.30 horas), mientras que el jueves, viernes y sábado los futbolistas se ejercitarán en el estadio, siendo el penúltimo ensayo de la semana a puerta cerrada.