El centrocampista del Deportivo Juan Carlos Valerón ha asegurado que el equipo está “decaído” tras la derrota del domingo ante el Atlético de Madrid (6-0), pero que los jugadores están “intentando olvidar” el tropiezo y pensando sólo en el partido ante el Valladolid del próximo lunes, “una final” para los gallegos.
“Fue un momento duro, difícil, salimos muy tristes del Calderón, el Atlético de Madrid es un rival complicado, pero es doloroso perder de esa manera. Este año las cosas no están saliendo bien, y la derrota de ayer te hace sentirte triste, estamos todos decaídos”, indicó el mediocentro canario en rueda de prensa.
El jugador deportivista explicó que están “intentando olvidar” el partido del Calderón. “Es verdad que el partido empezó igualado; te meten dos goles y se puso muy cuesta arriba. Vamos a centrarnos en el partido contra el Valladolid. Todo lo que tenemos lo vamos a poner en ese encuentro”, dijo.
Además, aseguró que es consciente de la situación actual del equipo, colista de la Liga BBVA, pero que sólo queda ganar. “Habrá que ganar, es lo único que podemos hacer. Nosotros somos los primeros a los que nos gustaría que las cosas fueran bien, ahora sólo queremos ganar el partido que viene que es una final para todos. Nos jugamos mucho todos y queremos que las cosas salgan bien, por nosotros y por la gente”, afirmó.
El centrocampista confesó que todo el equipo está “unido”. “Tenemos la convicción de que las cosas van a salir bien, hacemos todo lo posible y queremos demostrar que queremos que las cosas salgan bien, nuestro deseo es que la gente este contenta con nosotros, ya que ahora mismo no lo está”, apuntó.
Además, señaló los goles encajados como el “punto débil” del equipo. “Es evidente que hay algo que no está saliendo bien, recibimos muchos goles y hay que intentar poner remedio a eso, no sólo la defensa, todos tenemos que poner nuestro esfuerzo para mejorar eso”, explicó.
Para finalizar, confesó que le da “un poco de pena” que no se refleje todo el esfuerzo del equipo ya que ha habido partidos que “no” han merecido la derrota pero que tienen “la esperanza” de que la salvación “se puede conseguir”.