La jugadora japonesa del Rocasa Gran Canaria Mizuki Hosoe ha considerado este jueves que puede “aportar cosas nuevas y diferentes al juego” de su nuevo equipo, dadas las diferencias entre el balonmano español y el nipón.
“La gran diferencia es física: la altura y el tamaño de los cuerpos”, asegura la primera jugadora nipona de la historia del Remudas en un comunicado en el que ha estimado también que al ser “más bajita” que el resto, cuenta con “la ventaja de la rapidez y la movilidad”.
Hosoe explica que “las japonesas son más pequeñas que las europeas en general” y cree que en España “hay otra forma de atacar y de jugar, desde arriba hacia abajo”, aunque ve “ventajas y desventajas en cada uno”.
En cuanto a su objetivo personal, la jugadora tiene la intención de “primero acostumbrarse al idioma, a la forma de vida y al equipo”, para así “ser una jugadora más del Rocasa y ayudar a conseguir los objetivos del club”.
Se trata de la primera experiencia fuera de Japón de la jugadora nacida en 1992, quien reconoce que aunque “al principio estaba nerviosa y preocupada”, la gente con la que habla la hace sentir “más cómoda y tranquila” en el que será su hogar durante esta temporada.
“La verdad es que me gustaría poder consolidarme aquí”, añade Mizuki en su comunicado, en la que destaca que su país natal se está viendo afectado por una segunda ola de la covid-19 por la que ha aumentado considerablemente el número de contagiados.