Solo dos de cada diez euros que genera el negocio alimentario local pertenecen a productos frescos e industriales 'del país'
Expertos de la Universidad de La Laguna (ULL) y técnicos del Gobierno de Canarias acaban de terminar la elaboración de una metodología para analizar los índices de autoabastecimiento (qué porcentaje de los alimentos agropesqueros que se consumen en Canarias son producidos en el archipiélago) existentes en las islas. Se trata de un encargo de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas con el que se pretende generar una herramienta que permita analizar las tendencias sobre esos registros.
De entre las variables que el informe destaca para el quinquenio 2012-2016, se halla que los productos alimentarios que tienen origen local suponen el 20,1% del valor comercial de todos los que se comercializan en Canarias. Si atendemos a su volumen, representan el 34% del total y el 9% del valor energético.
Estas son las algunas de las cifras de un análisis encargado al Grupo de Investigación de Economía Agroalimentaria en Canarias, de la ULL, formado por expertos en diferentes áreas que han elaborado su trabajo con la ayuda de técnicos del Gobierno de Canarias y teniendo en cuenta no solo los producidos directamente por los sectores agrícola, ganadero o pesquero, sino los que son fruto de la industria de elaboración y procesamiento agroalimentario de las islas, en este caso solo con el uso de materias primas locales (locales puros).
Esa aportación técnica ha sido presentada este lunes por el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero; por los profesores de la Universidad de La Laguna, Dirk Godenau y José Juan Cáceres, y por la técnico del Gobierno de Canarias Yenis González. Es un estudio que implanta una metodología que sirve de base para el futuro y suma más datos al análisis sobre abastecimiento en las islas.
Quintero ha expresado la importancia de esa herramienta para “testear las políticas del Gobierno de Canarias en tiempos concretos y así ver si tienen efectos en esos índices, que son de consumo, no de capacidad de producción”.
De enorme complejidad metodológica
Dirk Godenau ha destacado la complejidad de la metodología y que se “han orientado a través de cánones internacionales”. Cáceres dijo que el estudio evalúa “la parte de lo que aquí se consume y se produce localmente”, y añadió que al recoger un periodo de tiempo concreto se minimiza el efecto de la gestión del stock que puede darse si se toma solo un año. Yenis González, por su parte, ha explicado el origen de las fuentes utilizadas, todas ellas a disposición del público en diferentes plataformas web.
El documento, que se encuentra desde este lunes a disposición del público en la web de la Consejería de Agricultura, establece que el autoabastecimiento se toma en cuenta desde el consumo, no desde la producción, a la vez que valora la producción comercializada, no necesariamente la ingerida.
Los datos se miden desde tres ópticas diferentes (volumen, energía y valor comercial), y se establece que un alimento local es aquel producido aquí o en el que es mayoritaria la participación de la materia prima local en su elaboración.
En líneas generales, aproximadamente dos tercios del volumen total del mercado regional son alimentos transformados y el tercio restante corresponde a productos sin transformar, entre los que los productos vegetales suponen más de la mitad.
Esto es una prueba de la especialización productiva del sector primario de las islas, con el 54,65% del valor comercial en los productos de origen vegetal, cifra inferior en el caso de los ganaderos (18%) y los pesqueros (22,1%).
Si sumamos el total de productos de alimentación que se producen en las islas, aquellos productos del sector primario o procedentes de la industria alimentaria locales, el índice de autoabastecimiento es del 35%, teniendo en cuenta el valor comercial (el 52,2% del peso comestible y el 29,8% del valor energético).