Canarias cierra otro año sin pescar toda su cuota de atún rojo
Año tras año, se incrementa la cuota la cuota asignada a Canarias para capturar atún rojo en la línea de las reivindicaciones del subsector y de instituciones del Archipiélago, pero este 2020 la flota isleña, conformada por 249 pesqueros artesanales, ha vuelto a desaprovechar, y por lo tanto de comercializar, 90 toneladas del túnido, es decir, el 15% de las 571,4 toneladas concedidas. La perdida supone 360.000 euros que no se reciben en primera transacción.
En un año marcado por la pandemia, la pesquería de atún rojo comenzó el 20 de febrero, poco antes de que se decretara el estado de alarma, cuando el precio de una especie cotizada en el mercado bajó desde los 10 a los 4 euros el kilo. Los pescadores salían a capturar lo que podían vender e incluso algunos, como la flota de Lanzarote, decidió no cubrir la cuota asignada a los barcos de esta isla ante las dificultades de venta y prefirió esperar a que la situación mejorase.
Sin embargo, en 2019 tampoco se capturó toda la cuota asignada, que también se incrementó respecto al anterior de 255 a 438,5 toneladas; en concreto, se desaprovechó el 30% de la cantidad establecida para la flota isleña. A pesar del aumento del 72% de un año a otro, solo sirvió para pescar 52 toneladas más que en la cuota oficial de 2018, cuando se pescó el 100%.
La causa está en 2019, cuando el sistema de asignación de derechos de pesca de atún rojo defendido por la Consejería del Gobierno regional consistió en dejar el 60% a los atuneros cañeros (que solo pueden dedicarse a la captura de túnidos), el 40% restante a los pesqueros con artes menores y el 10% restante a barcos artesanales con menos de 12 metros de eslora, pero solo para aquellos que poseen licencia de artes menores, lo que implica que se descarta a los atuneros cañeros. Esto implica que haya embarcaciones que se queden cortas y otras que ni siquiera pesquen lo que tienen asignado.
Pacto pesquero para 2021
Tras casi casi 24 horas ininterrumpidas de negociaciones, la Unión Europea ha cerrado este jueves un acuerdo sobre el reparto anual de los Totales Admisibles de Capturas (TACS) y cuotas pesqueras del Atlántico y el Mar del Norte y el plan para el Mediterráneo, según ha informado Efe.
España tendrá un recorte del 5% para la merluza sur, así como del 20% la del lenguado en las mismas aguas y tendrá que bajar un 7,5% los días en el mar de la flota del Mediterráneo.
Los ministros de Pesca de la Unión Europea comenzaron el martes la negociación de tres reglamentos: los Totales Admisibles de Capturas y cuotas en el Atlántico y el Mar del Norte, así como los de las aguas profundas (2021-2022) y el plan de recuperación de la pesca en el mar Mediterráneo.
Como consecuencia del Brexit, en la reunión se dejó aparte el reparto de 119 especies pesqueras de gestión compartida con el Reino Unido, incluida la merluza, el rape o el gallo en aguas del norte, a la espera de que concluyan las negociaciones y el eventual acuerdo de pesca.
Sin embargo, se decidieron las condiciones para permitir que los buques europeos sigan faenando a partir del 1 de enero.
La solución encontrada es permitir que esos barcos puedan disponer en el primer trimestre de 2021 de un 25 % de los TAC establecidos para el año 2020 de las poblaciones compartidas.
En algunas de las especies, como la caballa, la bacaladilla y el jurel, se aumentará hasta entorno al 65 % del TAC durante esos tres meses.
Celebrado por el Gobierno, criticado por la flota
El Gobierno español ha mostrado su satisfacción por un acuerdo que supone una “decepción” y un fracaso para la flota, el Partido Popular, las autonomías de Andalucía y Galicia, y las ONG medioambientalistas.
Los ministros de Pesca de la UE han cerrado este jueves, tras dos días de negociaciones, un acuerdo sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) en el Atlántico y el plan de recuperación de pesca del Mediterráneo.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha manifestado este jueves que el acuerdo es “satisfactorio” para España, por considerar que combina la sostenibilidad pesquera y la rentabilidad de la flota.
Sin embargo, la patronal de armadores Cepesca ha rechazado el resultado de la negociación, porque disminuye las posibilidades pesqueras para España respecto a las de 2020, en un contexto de crisis económica por la covid-19.
El secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha declarado a Efe que el objetivo para España era mantener el “statu quo”, además de criticar la “falta de sensibilidad” de la Comisión Europea (CE) con los pescadores y de calificar como “fracaso total” la parte de la negociación que afecta al Mediterráneo.
El presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), Basilio Otero, ha calificado de “decepción” el acuerdo, porque a su juicio “llevará a pérdidas de empresas y de muchos puestos de trabajo”.
La FNCP, en representación de la flota de bajura, ha rechazado el resultado de la negociación, porque se sitúa a esta actividad en una posición “insostenible” a nivel económico y social.
La consellera del Mar de Galicia, Rosa Quintana, ha manifestado que el acuerdo ha sido “sumamente decepcionante”, al entender que implica rebajas en muchas de las especies de interés para los buques y supone avances muy escasos en relación con la propuesta inicial de la CE.
Quintana, quien ha asistido al Consejo de la UE en representación de las Comunidades Autónomas, ha lamentado que “tras tantas horas de negociación y con tantos intereses en juego no hubiese un mejor resultado”, especialmente teniendo en cuenta el contexto de pandemia y la incertidumbre del Brexit“.
Para la Junta de Andalucía, el acuerdo es “un fracaso” y “una tragedia”, por agravar el impacto de la covid-19 en una flota que lleva años de sacrificios; según su consejera del ramo, Carmen Crespo, los pescadores sufrirán una merma de facturación del 20 % como consecuencia de la decisión de la UE.
En la misma línea, el portavoz de Pesca del PP en el Congreso de los Diputados, Joaquín García Díez, ha calificado de “muy decepcionante” el compromiso y ha criticado la actuación del ministro Planas durante el Consejo de la UE y por la reacción positiva posterior al acuerdo.
García Díez ha anunciado, en declaraciones a Efe, que el PP va a solicitar la comparecencia del ministro en el Congreso para que explique los resultados de la negociación.
Por su parte, el sindicato CCOO ha expresado, en un comunicado, “su escepticismo” ante el acuerdo, ya que “no tiene garantías sociales para los pescadores asalariados, ni económicas para las empresas”, aunque ha celebrado el trabajo del Gobierno para moderar las propuestas de Bruselas.
Por otros motivos, las ONG medioambientalistas Oceana y Our Fish han rechazado el acuerdo, por considerar que los Veintisiete han apostado por el “cortoplacismo” y por rebajas de pesca insuficientes para frenar el exceso de explotación de los caladeros.
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