‘Ecos del patrimonio’ convierte a Santa Brígida en municipio anfitrión por una noche

La belleza del patrimonio cultural y la magia intemporal de la música clásica se unen en Ecos del patrimonio: un encuentro entre belleza y cultura que convierte a Santa Brígida en municipio anfitrión por una noche.

El Dúo de violines Clara y Carlos, músicos de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas (OSLP) darán un concierto el próximo sábado, 9 de noviembre, a las 20:00 horas en el histórico Patio del Ayuntamiento satauteño, espacio que combina la tradición y belleza de la arquitectura local con la atmósfera cálida y propicia para un concierto de cámara.

La cita musical forma parte de los actos conmemorativos del 25 aniversario de la OSLP, que sigue acercando la música clásica al público de todas las edades en entornos icónicos de la isla, como iglesias, conventos, plazas históricas y otros espacios culturales. De este modo, ocho grupos de cámara, conformados con los músicos de la OSLP, interpretarán diferentes repertorios de distintos estilos y épocas. Cada uno de ellos ofrecerá dos o tres recitales en cada municipio hasta completar los 21 que hay en Gran Canaria. El recorrido musical arrancó el pasado 1 de noviembre en Teror, y hará una parada en Santa Brígida este 9 de noviembre.

El programa del Dúo de violines Clara y Carlos, delicadamente seleccionado para esta ocasión, incluye desde las más clásicas obras de Mozart, Vivaldi, Bach, Mozart, Beethoven, Gluck a melodías de cine, tango e incluso algún arreglo de nuestro folklore.

Ecos del patrimonio es una iniciativa que cuenta con el apoyo del Cabildo de Gran Canaria, y que persigue llevar la música a diferentes rincones de la Isla, subrayar el valor patrimonial de espacios y rincones emblemáticos con la celebración de estos conciertos y añadir en la agenda cultural un incentivo adicional a los encantos turísticos de los diferentes municipios grancanarios.

Desde el Ayuntamiento de Santa Brígida la concejal de Cultura, Avelina Fernández Manrique de Lara invita a la ciudadanía a “dejarse envolver por este encuentro entre música y patrimonio, una experiencia cultural grata y perfecta para redescubrir el valor de nuestro entorno cultural, mientras nos dejamos llevar por la melodía de los violines”.