Un voto de sensatez
Lo malo de opinar es que pocas veces se hace a certeza absoluta y la consecuencia de eso es que los juicios son tan a boca llena como escasos de verdades absolutas, si es que hay alguna además del memento mori. Lo bueno de opinar, cuando te puedes agarrar a hechos que te den la razón, es que ganas crédito para seguir opinando. Vamos allá.
La cosa iba de partido para hombres y lo fue. Aunque uno hubiera querido también a Cámara (y miles a otros), jugaron ayer los que uno esperaba que debían hacerlo y cambiamos intensidad por brillantez, sobre el césped y en la grada, que igual falta hacía. Que nuestro capitán acabara con el arco cigótico fracturado es una hermosa metáfora que con el tiempo será recordada como ejemplo de entrega birria en un 26 de mayo en el que el CD Tenerife acertó al hacer la tarea inexcusable, mejorada después con la sensatez y la serenidad con la que resumió luego Luis César la situación: “en este deporte cuando se pierde hay que rebajar el pesimismo y cuando se gana hay que rebajar la euforia”, dijo el entrenador, en una frase acertada que también valdría para una taza de Mr. Wonderful.
Eso era lo contingente, como accesoria, siendo una tarde de examen final, la expresión de un cabreo mayoritario enfocado en Miguel Concepción, como siempre pasa cuando no hay un serrano o un cervera al que señalar. Con el despido de Oltra, el presidente del CD Tenerife ya no tiene escudo con el que protegerse. Acostumbrado a que el pueblo señale antes a otros prescindibles, se ve ahora solo ante los leones, con la espada roma y la red chiquita.
Y es curioso porque el empate del Rayo Majadahonda le aclara el futuro. En una semana podríamos estar salvados justo con que el Oviedo no pierda este domingo. Y aunque eso convertiría la cita postrera ante el Real Zaragoza en un coro de dos horas contra su gestión, luego tendría un verano para que Moreno le arme un proyecto más fiable que el fiasco de lo llegado en enero, incluidos los algoritmos y las vigilancias playeras.
Lo malo de opinar es que pocas veces se hace a certeza absoluta y la consecuencia de eso es que los juicios son tan a boca llena como escasos de verdades absolutas, si es que hay alguna además del memento mori. Lo bueno de opinar, cuando te puedes agarrar a hechos que te den la razón, es que ganas crédito para seguir opinando. Vamos allá.
La cosa iba de partido para hombres y lo fue. Aunque uno hubiera querido también a Cámara (y miles a otros), jugaron ayer los que uno esperaba que debían hacerlo y cambiamos intensidad por brillantez, sobre el césped y en la grada, que igual falta hacía. Que nuestro capitán acabara con el arco cigótico fracturado es una hermosa metáfora que con el tiempo será recordada como ejemplo de entrega birria en un 26 de mayo en el que el CD Tenerife acertó al hacer la tarea inexcusable, mejorada después con la sensatez y la serenidad con la que resumió luego Luis César la situación: “en este deporte cuando se pierde hay que rebajar el pesimismo y cuando se gana hay que rebajar la euforia”, dijo el entrenador, en una frase acertada que también valdría para una taza de Mr. Wonderful.