Amarrar los huevos al diablo

Que mal ha gestionado la crisis el partido socialista, de qué forma tan injusta la ha hecho recaer sobre los más débiles de la población, para regocijo de los más pudientes y del sector financiero, responsable más directo de la crisis. Y todo ello, sazonado con mucha prepotencia, ¡aquí estoy yo porque mando y ustedes a joderse y a callar! Esta inadmisible prepotencia con la que se ha venido moviendo el PSOE en los últimos años, de la que si bien puede escapar Rubalcaba, a quien cada vez está más claro que han utilizado en la etapa final para pagar los platos rotos, pero no José Blanco y otros, no se ha quedado sólo en la esfera nacional, ha contagiado a las autonomías y de forma especial a Canarias, con unas rechazables y dictatoriales formas.

No sé ni cuantas veces me he referido al deleznable golpe, infringido desde el poder regional socialista a las ejecutivas de Tenerife y local de Santa Cruz, que muy difícilmente olvidaremos. Y aunque esto, por si solo, tendría que haber conllevado la urgente defenestración de sus responsables, de José Miguel Pérez y de todo su equipo, finalmente esa tan asquerosa prepotencia terminó convirtiéndolo en sumisión, aceptando las migajas de CC para aferrarse al poder y escapar de la quema. Pero esto no es gratuito, los resultados de los abusos de poder y de las incongruencias, terminan dejándose ver, terminan pagándose, como ahora ha sucedido con la derrota más estrepitosa que jamás ha sufrido el PSC-PSOE, de la que no les va a resultar nada fácil recuperarse.

Yo les he venido diciendo a mis antaño admirados socialistas que tanto me han decepcionado en los últimos tiempos, en los muchos artículos de opinión que sobre ellos he escrito, que ante una derrota tan clara y evidente que estaba a punto de llegar, era mejor que empezaran a regenerar el partido, apartando a bastantes socialistas “de nombre” que nada bueno les estaban aportando, sino todo lo contrario. Y lo hice, incluso y a pesar de las muchas antipatías que ello me generaba, dando nombres y motivos concretos. Cuando salieron todos a una en el Auditorio de Tenerife en defensa de Casimiro Curbelo, afrentando incluso al propio Rubalcaba, me atreví a decirles que era más importante analizar e investigar ese enorme patrimonio denunciado por El Confidencial, porque no parece normal si se procede de familia humilde, como también dicen por ahí.

Y para que no hayan dudas sobre lo que digo y sobre esa prepotencia con la que vienen actuando, hace unos días le hice dos preguntas a Aurelio Abreu, vean. Sobre lo de Casimiro Curbelo me respondió: “No me haré eco de las insinuaciones que se hacen desde la prensa”. Aunque yo esperaba de él más congruencia o referencias a acciones judiciales concretas emprendidas, si no era cierto, y esto no debe sorprender, la prepotencia vuelve a estar detrás, porque a la otra, que versaba sobre ese grave DESPILFARRO DE DINERO PÚBLICO en época de crisis, para hacer un inoperativo puerto en Granadilla, me dijo que se trataba de “diversidad de opiniones expresadas en absoluta libertad”, en un claro desprecio a los medios de comunicación y a los informes veraces, ¡casi nada!

Pero para que vean que mi insistencia no obedece a ningún tipo de fijamiento insano contra la familia socialista, les cuento que cuando en un momento de la noche electoral salió información de que CC tenía 3 escaños al Congreso, hice algo que nunca había hecho, le amarré los huevos al diablo y los puse sobre el TV. Y es que se me habían puesto los pelos de punta ante la posibilidad de que Milagros Luis Brito obtuviera un escaño. La prepotencia en política no es algo inherente sólo a los socialistas, lo es al poder y este es el caso también de Coalición Canaria, quien igualmente ha pagado un alto precio por ello en estas elecciones. Ya es hora de que jubilemos a este partido nacionalista que tanto daño nos viene haciendo, y ahí tenemos nuevas opciones políticas cercanas, como ASSP, SXTF o EQUO, que están creciendo vertiginosamente. Con ellos, con IU y con otros, podemos empezar a propiciar el cambio que añoramos, pero no lo olvidemos, TODOS JUNTOS en las próximas.

Cándido Quintana