Espacio de opinión de Canarias Ahora
Amenazas insoportables
Estas locuras acumuladas vienen acompañadas por noticias espantosas, que tienden a convertirse en rutina para los no afectados directamente por obra y gracia de los medios de comunicación. Ellos han conseguido transformar la noticia en mercancía, el sufrimiento de millones de personas en espectáculo entretenido para amplios sectores de la opinión pública occidental. O en confusión absoluta, vieja bruja experta en provocar parálisis en la conciencia colectiva.Ayer murieron otros diez soldados norteamericanos y decenas de civiles en Bagdad. La opacidad informativa impide saber si los muertos acumulados en Afganistán pertenecen a los talibanes o a la población indefensa. A veces, no. Cuando fusilaron ayer a manifestantes pacíficos (19 muertos y 46 heridos) resultó imposible ocultarlo. Misiles israelíes, también ayer, destruyeron el hogar del palestino Jalij al Hayya. Este diputado resultó herido, pero el ataque acabó con seis miembros de su familia, entre ellos su mujer y varios hijos. Supongo que todos estos asesinatos de inocentes y miles más, que los medios traducen en titulares por “muertes”, no merecen mayor atención, ni reparaciones, ni justicia. Mientras, quieren marearnos porque Irán y Estados Unidos se reunieron en Bagdad para negociar sobre la seguridad en Irak. Gran acontecimiento. Nuevas ilusiones creadas sobre de paz, mientras acumulan armas y se multiplican las denuncias sobre los planes gringos contra Irán. Encuentro histórico, dicen, tras la crisis de los rehenes y la ruptura de relaciones entre Washington y Teherán hace 25 años. Me quedo con la interpretación de Carlos Varea: “El objetivo común (de Estados Unidos e Irán) es abatir la resistencia iraquí y las aspiraciones colectivas del pueblo iraquí. La cita de Bagdad pretende abortar la plena recuperación de la soberanía de Irak. Tras el esfuerzo emancipatorio de tres años de resistencia contra los ocupantes, el pueblo iraquí afronta ahora sacudirse la tutela compartida entre unos invasores derrotados y regímenes vecinos interesados en sacar beneficios de la destrucción del país”. ¿Exageración? Los iraníes están invirtiendo en la reconstrucción de las instalaciones petrolíferas en Basora.Fue el ex secretario de Estado gringo Henry Kissinger quien recomendó a Bush las negociaciones con Irán para que le ayude a salir del pantano iraquí (asegurándose bases militares y petróleo, naturalmente) pero amenazando con ataques militares si Teherán no colabora lo suficiente. Al mismo tiempo, propuso este bandido de Kissinger, hay que mantener la tensión armada sobre el conjunto de la región. Justo a esta tarea dedican sus esfuerzos el Pentágono y sus escasos aliados. Ahí están las operaciones militares actuales en Irak, Afganistán y Palestina, las advertencias a Irán y el envío de armas al gobierno libanés. ¿Lo que más preocupa? Seguramente, el pronóstico de Bush según el cual a Irak le aguarda un verano sangriento. ¿Permanecerá la comunidad internacional impasible, contemplando el espectáculo?
Rafael Morales
Estas locuras acumuladas vienen acompañadas por noticias espantosas, que tienden a convertirse en rutina para los no afectados directamente por obra y gracia de los medios de comunicación. Ellos han conseguido transformar la noticia en mercancía, el sufrimiento de millones de personas en espectáculo entretenido para amplios sectores de la opinión pública occidental. O en confusión absoluta, vieja bruja experta en provocar parálisis en la conciencia colectiva.Ayer murieron otros diez soldados norteamericanos y decenas de civiles en Bagdad. La opacidad informativa impide saber si los muertos acumulados en Afganistán pertenecen a los talibanes o a la población indefensa. A veces, no. Cuando fusilaron ayer a manifestantes pacíficos (19 muertos y 46 heridos) resultó imposible ocultarlo. Misiles israelíes, también ayer, destruyeron el hogar del palestino Jalij al Hayya. Este diputado resultó herido, pero el ataque acabó con seis miembros de su familia, entre ellos su mujer y varios hijos. Supongo que todos estos asesinatos de inocentes y miles más, que los medios traducen en titulares por “muertes”, no merecen mayor atención, ni reparaciones, ni justicia. Mientras, quieren marearnos porque Irán y Estados Unidos se reunieron en Bagdad para negociar sobre la seguridad en Irak. Gran acontecimiento. Nuevas ilusiones creadas sobre de paz, mientras acumulan armas y se multiplican las denuncias sobre los planes gringos contra Irán. Encuentro histórico, dicen, tras la crisis de los rehenes y la ruptura de relaciones entre Washington y Teherán hace 25 años. Me quedo con la interpretación de Carlos Varea: “El objetivo común (de Estados Unidos e Irán) es abatir la resistencia iraquí y las aspiraciones colectivas del pueblo iraquí. La cita de Bagdad pretende abortar la plena recuperación de la soberanía de Irak. Tras el esfuerzo emancipatorio de tres años de resistencia contra los ocupantes, el pueblo iraquí afronta ahora sacudirse la tutela compartida entre unos invasores derrotados y regímenes vecinos interesados en sacar beneficios de la destrucción del país”. ¿Exageración? Los iraníes están invirtiendo en la reconstrucción de las instalaciones petrolíferas en Basora.Fue el ex secretario de Estado gringo Henry Kissinger quien recomendó a Bush las negociaciones con Irán para que le ayude a salir del pantano iraquí (asegurándose bases militares y petróleo, naturalmente) pero amenazando con ataques militares si Teherán no colabora lo suficiente. Al mismo tiempo, propuso este bandido de Kissinger, hay que mantener la tensión armada sobre el conjunto de la región. Justo a esta tarea dedican sus esfuerzos el Pentágono y sus escasos aliados. Ahí están las operaciones militares actuales en Irak, Afganistán y Palestina, las advertencias a Irán y el envío de armas al gobierno libanés. ¿Lo que más preocupa? Seguramente, el pronóstico de Bush según el cual a Irak le aguarda un verano sangriento. ¿Permanecerá la comunidad internacional impasible, contemplando el espectáculo?
Rafael Morales