Espacio de opinión de Canarias Ahora
Ana Patricia Botín y John M. Keynes
Porque, después, vino el momento en que ese socialista fue nombrado presidente de Telefónica. Uno de los consejeros de Telefónica fue, precisamente, Emilio Botín, el sucesor de mi antiguo interlocutor familiar. Con él me entendí igual de bien y en los mismos terrenos que con su padre.
Que se entiendan los banqueros y los progresistas no es imposible: basta con que cada parte tenga claro quién es el otro, qué límites no se pueden pasar y qué parcelas se pueden negociar.
Ahora andamos otra vez a vueltas con los banqueros. Muchos dicen que los banqueros no prestan lo suficiente a las empresas y a las familias.
En la reciente Junta General de BANESTO, que la señora Botín preside, ha dicho algo muy sensato en términos de empresario de banca: se presta al que presenta un proyecto empresarial razonable y con las lógicas garantías de que un día devolverá lo prestado.
Todo el que exija a la banca que preste más allá de esa lógica, está sentando las bases para una crisis bancaria.
Pero es verdad -y me gustaría recordárselo a Ana Patricia Botín- que la banca en estos últimos años no siguió las normas que ahora quiere (y debe) respetar. Alguien en su casa y en todas las demás casas hicieron disparates crediticios.
Convendrían decir algo sobre lo que ningún banquero ha dicho nada.
Todos los gobiernos del mundo han acudido en apoyo de sus instituciones financieras. Es lógico: si la banca y las Cajas quiebran, se acaba el sistema económico/financiero que conocemos.
Iniciado ese apoyo, ahora viene la presión de empresas y ciudadanos sobre la banca: “te prestaron, préstanos”. Esperad: si eres un banco y te prestaron, rehaz tus cuentas, echa a todos los dirigentes que te llevaron al actual disparate y sigamos hablando.
Lo que los gobiernos tienen que hacer ahora, es ayudar a las empresas, no dar más dinero a los bancos. Si se les aporta más dinero tiene que ser a cambio de poder. Pero esto es el otro debate que anda por ahí.
Todos los bancos prestarán dinero a una empresa que ofrezca buen negocio y garantías.
El gobierno español tiene que recuperar esa idea tan simple y tan clara con la que se nos ha resumido la doctrina de Keynes: que el Estado finacie la apertura de zanjas y el cerrado de esas zanjas.
Cuando la empresa que tenga ese contrato de zanjas con el Estado pida préstamos bancarios, seguro que los obtendrá.
* Militante socialista, promotor de Nuevas Tecnologías
* Militante socialista, promotor de Nuevas Tecnologías y articulista de elplural.com y articulista deelplural.com
Luis Solana*
Porque, después, vino el momento en que ese socialista fue nombrado presidente de Telefónica. Uno de los consejeros de Telefónica fue, precisamente, Emilio Botín, el sucesor de mi antiguo interlocutor familiar. Con él me entendí igual de bien y en los mismos terrenos que con su padre.
Que se entiendan los banqueros y los progresistas no es imposible: basta con que cada parte tenga claro quién es el otro, qué límites no se pueden pasar y qué parcelas se pueden negociar.