Este año los Reyes vienen pobrecitos

Claro que, en aquel entonces, lo que ni mi hermana ni yo sabíamos era que los Reyes Magos no son esos tres señores bien vestidos que vienen de Oriente montados en sus camellos cargados de regalos, sino que son los dueños de ciertos grandes almacenes y que ellos nunca han estado achuchados y mucho menos pobrecitos.

Este año los pobrecitos somos los demás. Mientras que a los banqueros y a los grandes empresarios sus majestades les visitarán con sus bolsas llenas de regalos lujosos, en forma de yates, vacaciones en hoteles de lujo y joyas al resto nos traerán poquita cosa. En algunas casas le quitarán el haba al tradicional roscón de reyes porque tocará pagarlo entre todos y en otros ni siquiera podrán comprarlo.

Cambiar la imagen de esos ancianos con cara de buena persona acercándose a los niños con una gran sonrisa por la de los dueños de los grandes almacenes contando los billetes que han conseguido en la campaña navideña da miedo.

Ahora ya sé que el mundo es de los ricos, no de los pobrecitos ni de los que están achuchados y que si vinieran realmente esos tres señores montados en sus camellos, este año se beberían todo el anís de golpe para olvidar todo lo que han visto en su camino hacia Occidente.

Claro que, en aquel entonces, lo que ni mi hermana ni yo sabíamos era que los Reyes Magos no son esos tres señores bien vestidos que vienen de Oriente montados en sus camellos cargados de regalos, sino que son los dueños de ciertos grandes almacenes y que ellos nunca han estado achuchados y mucho menos pobrecitos.

Este año los pobrecitos somos los demás. Mientras que a los banqueros y a los grandes empresarios sus majestades les visitarán con sus bolsas llenas de regalos lujosos, en forma de yates, vacaciones en hoteles de lujo y joyas al resto nos traerán poquita cosa. En algunas casas le quitarán el haba al tradicional roscón de reyes porque tocará pagarlo entre todos y en otros ni siquiera podrán comprarlo.