Espacio de opinión de Canarias Ahora
El ‘antidisturbios’ desafina en Agaete
Todavía no salgo de mi asombro. Leo en Canarias 7 que el Ayuntamiento de Agaete cierra la escuela de música municipal porque, según el alcalde, el pueblo “no se puede permitir ese lujo”. Ese lujo al que se refiere Jesús González, que así se llama el alcalde de la Villa, es la cultura.
Ese lujo es una escuela de música con más de veinte años de funcionamiento, dejando sin música a 95 niños y niñas, al personal del coro y folclore y enviando al paro a seis profesionales de la docencia, cuatro de ellos a jornada completa y dos a tiempo parcial. En un municipio de poco más de 5.000 habitantes, un centenar de niños son muchos.
La indignación en el pueblo se palpa hasta en la ermita del Puerto de Las Nieves. Y más al recordar, como informa Nortegrancanaria, que el alcalde se subió la nómina al poco de llegar. ¿De donde ha salido este alcalde que la primera medida que toma para aliviar la tesorería es suprimir la cultura? Jesús González Sánchez es funcionario de la Policía Nacional, adscrito a la Unidad de Intervención Policial; para entendernos, los antidisturbios. En su día despertó mi curiosidad el personaje cuando La Provincia dio la noticia del pacto entre Nueva Canarias y PSOE: “El antidisturbios Jesús González será el nuevo alcalde de Agaete”.
González es uno de los hombres de confianza de Teo Sosa, consejero de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, alcalde de Gáldar y líder absoluto del Bloque Nacionalista Rural (BNR), el satélite de Nueva Canarias en el norte de la Isla. ¿No tiene capacidad de gestión este hombre para buscar las perras en el Cabildo o en el Gobierno de Canarias o en ambos organismos?
El antidisturbios hace todo lo contrario de lo que predica Nueva Canarias. ¿Así se apoya la cultura?, ¿este es el nacionalismo del BNR, que desprecia la música popular? Esta claro que con alcaldes como el delfín de Teodoro, Agaete sólo puede desafinar.
Todavía no salgo de mi asombro. Leo en Canarias 7 que el Ayuntamiento de Agaete cierra la escuela de música municipal porque, según el alcalde, el pueblo “no se puede permitir ese lujo”. Ese lujo al que se refiere Jesús González, que así se llama el alcalde de la Villa, es la cultura.
Ese lujo es una escuela de música con más de veinte años de funcionamiento, dejando sin música a 95 niños y niñas, al personal del coro y folclore y enviando al paro a seis profesionales de la docencia, cuatro de ellos a jornada completa y dos a tiempo parcial. En un municipio de poco más de 5.000 habitantes, un centenar de niños son muchos.