Espacio de opinión de Canarias Ahora
Apagando fuegos
Se necesitan ‘bomberos’ que apaguen fuegos en lugar de incendiar ánimos y quemar puentes de entendimiento.
Hay conflictos que se atascan y se prolongan en el tiempo por una razón muy simple: miopía. Para resolver un problema hace falta VISIÓN. Una visión de largo alcance, no una que percibe la negociación como un combate entre dos bandos donde unos son muy buenos y los otros son muy malos.
Por otro lado, es absolutamente necesaria la HUMILDAD para ser capaz de reconocer que tal vez ni uno tenga la razón absoluta ni el otro toda la culpa (15 años de conflicto, donde han estado gestionando todos los partidos...no puede ser SÓLO culpa de los políticos).
En cualquier resolución de conflictos que se precie se necesitan solucionadores, personas con una actitud enfocada en la solución y no en el problema. Personas de espíritu constructivo y no PROVOCADORES DE DISPUTA Y DE ENFRENTAMIENTO. Se necesitan ‘bomberos’ que apaguen fuegos en lugar de incendiar ánimos y quemar puentes de entendimiento con sus discursos de ‘predicadores del odio’, cuyo objetivo no es otro que manipular a la opinión pública con titulares tan fingidos como sensacionalistas (QUEREMOS LLEGAR A CASA VIVOS!!!).
Yo también quiero que los bomberos lleguen vivos a casa, faltaría más. Los bomberos siempre han tenido, tienen y tendrán la seguridad garantizada. Coincidimos con los trabajadores en que la seguridad es lo más importante. Por eso les hemos planteado cambiar los larguísimos y agotadores turnos de 24 horas por otros de 14 y 10 horas, convocar nuevas plazas tanto de bomberos como de mandos intermedios, etc.
Cuando alguien adopta el papel de víctima y de superhéroe incomprendido, esconde objetivos mucho menos mediáticos como son mantener el estatus económico y ciertos privilegios. Privilegios que son impensables para cualquier persona que esté en paro, para los demás trabajadores del Cabildo o para otros colectivos de nuestra sociedad que igualmente trabajan por la seguridad y la salud de la ciudadanía, poniendo en riesgo su salud e incluso su propia vida (policías, guardias civiles, cuerpos de seguridad en general, médicos, cirujanos, enfermeros/as de urgencias…etc).
El peor problema que tiene el colectivo de bomberos no es su situación laboral ni por asomo (su situación laboral es mejorable y en ello se está trabajando): Su mayor problema es que algunos de sus representantes sindicales no les representan en absoluto. Porque no merecen ser representados por la voz de la soberbia, la agresividad, la demagogia y la prepotencia. Una voz que, lejos de mejorar sus condiciones, va camino de empeorarlas.
Como decía un célebre político norteamericano del siglo XIX (Bob Ingersoll): “La cólera es una ráfaga de viento que apaga la lámpara de la inteligencia”. Y una situación compleja como esta requiere soluciones inteligentes que se basen en el bien común…y en el sentido común.
Para terminar quiero hacer público mi respeto y admiración por la profesionalidad e implicación del 95% de los bomberos insulares y del personal no operativo del Consorcio, me consta que aman su profesión y colaboran para que podamos mejorar cada día.
Con dialogo y respeto encontraremos un nuevo modelo de organización y las condiciones de trabajo que nos permitan dar el mejor servicio posible, al menor coste para los ciudadanos y seguir garantizando la seguridad de los trabajadores. Con presiones, chantajes, imposiciones, amenazas...NO.
Se necesitan ‘bomberos’ que apaguen fuegos en lugar de incendiar ánimos y quemar puentes de entendimiento.
Hay conflictos que se atascan y se prolongan en el tiempo por una razón muy simple: miopía. Para resolver un problema hace falta VISIÓN. Una visión de largo alcance, no una que percibe la negociación como un combate entre dos bandos donde unos son muy buenos y los otros son muy malos.