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Aprendices de periodistas pero difícilmente manipulables por José Luis Hernández (*)

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Estamos de celebración, no sólo por el hecho en sí de premiar a este colectivo que tanto ha aportado a la comunicación en Canarias, sino porque tan distinguido galardón no haya recaído en la persona de José Rodríguez Ramírez, editor y director de El Día, propuesto en su momento el Cabildo Insular de Tenerife, mediante acuerdo de los tres grupos políticos que lo componen, PSOE, PP y CC.Si finalmente se hubiese cometido el despropósito de conceder esta distinción a este director, editor y propietario de medios, los Premios Canarias de Comunicación hubiesen quedado tocados de muerte y hundidos en el desprestigio por muchísimo tiempo.Desde que nos enteramos de la decisión de los grupos políticos del Cabildo de Tenerife, tomada por unanimidad y casi a escondidas, empezamos a debatir en nuestra facultad sobre sus motivaciones. Llegamos a la conclusión de que la misma sólo obedecía a oscuros intercambios de favores entre determinada clase política y un poderoso grupo mediático y que en absoluto pretendía realzar una trayectoria profesional de brillante dedicación a la comunicación. En consecuencia, promovimos una recogida de firmas entre el estudiantado de nuestra facultad para solicitar a los tres grupos políticos responsables del acuerdo, la reconsideración del asunto, a la que se adhirió un gran número de alumnos y alumnas de todos los cursos de la carrera. Esto lo hicimos porque nos lo dictaba la conciencia y porque somos futuros profesionales comprometidos con una comunicación responsable y ética.Y no son precisamente estos los valores que enarbola José Rodríguez en su praxis periodística que, por ejemplo ante el fenómeno de la inmigración que afecta a nuestras islas en estos últimos años, ha dado muestras de intolerancia, rayando en el racismo más atroz. No se queda a la zaga en el fomento del pleito insular y la división de los canarios, llegando a delirantes muestras de intransigencia en su imaginario e hipotético acoso a la isla de Tenerife.Todo el alumnado que cursa ciencias de la información en nuestra facultad, por ser esta de segundo ciclo, tiene al menos otra titulación universitaria y una buena parte está integrado en el sistema productivo de nuestra tierra, ocupando en algunos casos puestos de bastante responsabilidad. Como era de suponer, en el entorno mediático que controla José Rodríguez, no sentó bien la decisión del jurado y en varios comentarios editoriales se arremete contra nosotros y contra nuestra facultad. Se nos trata de insultar con frases como “esos perrillos de aquí (de Tenerife)”, “enemigos de Tenerife”, “aprendices de periodistas” y que, “actuamos al dictado de ciertos profesores”.También se nos reprocha que “no estamos bien informados porque olvidamos lo que José Rodríguez ha hecho y hace por esta facultad”. No es cierto que no reconozcamos la labor del grupo El Día en la creación de este centro educativo y el compromiso actual facilitando la realización de prácticas en ese periódico. De igual manera reconocemos la tremenda valía profesional que demuestra una gran parte de los periodistas que en esa empresa desarrollan su labor. ¡Lo cortes no quita lo valiente!, pero tampoco se nos puede pedir que hagamos objeción de nuestro deber crítico y dejemos de denunciar una forma poco responsable de hacer comunicación. Todos estos improperios se caen por inconsistentes sin gastar demasiados esfuerzos en rebatirlos. Sin embargo estamos muy interesados en destacar que nuestro profesorado ha mostrado en este asunto una exquisita imparcialidad. En algún caso, de buena fe, hasta nos sugirieron que no iniciásemos ninguna medida, porque al final los que han tomado a nuestra facultad como diana de sus embestidas, se llenarían de argumentos para seguir lanzando dardos emponzoñados de rencor contra nuestro centro educativo.Entre los insultos que nos dirigen los voceros bien pagados del grupo mediático de José Rodríguez, está el de “aprendices de periodistas”, cuestión que tomamos como el más grande de los halagos y motivo de orgullo. No en vano uno de los más insignes profesores y maestro de periodistas de nuestra facultad, se define a sí mismo como “este modesto aprendiz de periodista” y nosotros, como agradecidos discípulos suyos, no podríamos aspirar en nuestra carrera a otra cosa que no sea el poder llegar a decir lo mismo.No vamos a entrar en un debate estéril que no aporta nada a nuestra sociedad, ni favorece al periodismo ético con el que estamos comprometidos; sólo queremos dejar constancia de que nuestro actuar estuvo guiado por la honestidad y por lo que nos dictaba la conciencia. Si nos hemos tomada la molestia de entrelazar estas palabras, es con el único fin de defender la imagen de esta facultad y la honorabilidad de su profesorado. (*) Comisión de alumnos/as de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna. José Luis Hernández HernándezLuisa Amador Gil José Juan Déniz Ortiz Enrique Armando Perera García José Luis Hernández (*)

Estamos de celebración, no sólo por el hecho en sí de premiar a este colectivo que tanto ha aportado a la comunicación en Canarias, sino porque tan distinguido galardón no haya recaído en la persona de José Rodríguez Ramírez, editor y director de El Día, propuesto en su momento el Cabildo Insular de Tenerife, mediante acuerdo de los tres grupos políticos que lo componen, PSOE, PP y CC.Si finalmente se hubiese cometido el despropósito de conceder esta distinción a este director, editor y propietario de medios, los Premios Canarias de Comunicación hubiesen quedado tocados de muerte y hundidos en el desprestigio por muchísimo tiempo.Desde que nos enteramos de la decisión de los grupos políticos del Cabildo de Tenerife, tomada por unanimidad y casi a escondidas, empezamos a debatir en nuestra facultad sobre sus motivaciones. Llegamos a la conclusión de que la misma sólo obedecía a oscuros intercambios de favores entre determinada clase política y un poderoso grupo mediático y que en absoluto pretendía realzar una trayectoria profesional de brillante dedicación a la comunicación. En consecuencia, promovimos una recogida de firmas entre el estudiantado de nuestra facultad para solicitar a los tres grupos políticos responsables del acuerdo, la reconsideración del asunto, a la que se adhirió un gran número de alumnos y alumnas de todos los cursos de la carrera. Esto lo hicimos porque nos lo dictaba la conciencia y porque somos futuros profesionales comprometidos con una comunicación responsable y ética.Y no son precisamente estos los valores que enarbola José Rodríguez en su praxis periodística que, por ejemplo ante el fenómeno de la inmigración que afecta a nuestras islas en estos últimos años, ha dado muestras de intolerancia, rayando en el racismo más atroz. No se queda a la zaga en el fomento del pleito insular y la división de los canarios, llegando a delirantes muestras de intransigencia en su imaginario e hipotético acoso a la isla de Tenerife.Todo el alumnado que cursa ciencias de la información en nuestra facultad, por ser esta de segundo ciclo, tiene al menos otra titulación universitaria y una buena parte está integrado en el sistema productivo de nuestra tierra, ocupando en algunos casos puestos de bastante responsabilidad. Como era de suponer, en el entorno mediático que controla José Rodríguez, no sentó bien la decisión del jurado y en varios comentarios editoriales se arremete contra nosotros y contra nuestra facultad. Se nos trata de insultar con frases como “esos perrillos de aquí (de Tenerife)”, “enemigos de Tenerife”, “aprendices de periodistas” y que, “actuamos al dictado de ciertos profesores”.También se nos reprocha que “no estamos bien informados porque olvidamos lo que José Rodríguez ha hecho y hace por esta facultad”. No es cierto que no reconozcamos la labor del grupo El Día en la creación de este centro educativo y el compromiso actual facilitando la realización de prácticas en ese periódico. De igual manera reconocemos la tremenda valía profesional que demuestra una gran parte de los periodistas que en esa empresa desarrollan su labor. ¡Lo cortes no quita lo valiente!, pero tampoco se nos puede pedir que hagamos objeción de nuestro deber crítico y dejemos de denunciar una forma poco responsable de hacer comunicación. Todos estos improperios se caen por inconsistentes sin gastar demasiados esfuerzos en rebatirlos. Sin embargo estamos muy interesados en destacar que nuestro profesorado ha mostrado en este asunto una exquisita imparcialidad. En algún caso, de buena fe, hasta nos sugirieron que no iniciásemos ninguna medida, porque al final los que han tomado a nuestra facultad como diana de sus embestidas, se llenarían de argumentos para seguir lanzando dardos emponzoñados de rencor contra nuestro centro educativo.Entre los insultos que nos dirigen los voceros bien pagados del grupo mediático de José Rodríguez, está el de “aprendices de periodistas”, cuestión que tomamos como el más grande de los halagos y motivo de orgullo. No en vano uno de los más insignes profesores y maestro de periodistas de nuestra facultad, se define a sí mismo como “este modesto aprendiz de periodista” y nosotros, como agradecidos discípulos suyos, no podríamos aspirar en nuestra carrera a otra cosa que no sea el poder llegar a decir lo mismo.No vamos a entrar en un debate estéril que no aporta nada a nuestra sociedad, ni favorece al periodismo ético con el que estamos comprometidos; sólo queremos dejar constancia de que nuestro actuar estuvo guiado por la honestidad y por lo que nos dictaba la conciencia. Si nos hemos tomada la molestia de entrelazar estas palabras, es con el único fin de defender la imagen de esta facultad y la honorabilidad de su profesorado. (*) Comisión de alumnos/as de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna. José Luis Hernández HernándezLuisa Amador Gil José Juan Déniz Ortiz Enrique Armando Perera García José Luis Hernández (*)