Espacio de opinión de Canarias Ahora
Basta ya cabrones
Tras un año metido en la política activa, mi desencanto sigue siendo el mismo. Ya sabía lo que me encontraría: políticos sin escrúpulos, gandules metidos a políticos, profesionales fracasados haciendo política y sobre todo me encuentro un mundo de políticos sin ideología, guiados por la poltrona y el poder, ni derecha ni izquierda. Los discursos son los mismos, se difieren por el lugar que ocupan, poder u oposición, nadie piensa en sus promesas electorales, nadie cumple lo prometido. Generalizar es malo, pero no me quedo corto.
Canarias, nuestra patria, necesita un cambio profundo y sin reparo, pero ya no es un cambio normal. Necesitamos una revolución, un giro completo a nuestro devenir diario, apostar por los conocimientos y exportarlo, explotar los recursos naturales a modo de energía, cultivar nuestra tierra nuevamente y nuestros litorales, crear riqueza que nos permita disminuir el grado de dependencia con el exterior.
La situación es tan desastrosa que ya no hace falta hablar de nuestro pasado, de nuestros orígenes, ya no nos hace falta argumentos geográficos o históricos, sólo tenemos que ver con cierta objetividad el presente para darnos cuentas que necesitamos esa revolución.
Un revolución en la forma de ver y vivir la vida, una revolución en cuanto a nuestros recursos energéticos, una revolución en el uso de estos recursos, dejando a un lado las energías fósiles y apostando por las renovables, una revolución sobre la globalidad, pensando en global para las islas, todas en una, pensando en global para cada isla, todos los municipios que la componen, pensando en global como pueblo canario. Todos somos uno.
A partir de ahora hablaré de futuro, de cómo veo el futuro para nuestros hijos. Ya estoy cansado de criticar, no vale la pena. Lo positivo es actuar, no sólo reprochar lo que hacen otros, decir y denunciar ya hay bastantes que lo hacen, y la denuncia no vale de nada, todos sabemos lo que pasa y nadie hace nada. Hay que actuar, hay que salir a la calle a pedir que se marchen. Existen tantos intereses creados, existen tantos compromisos económicos, existe tanta mierda, que prefieren destruir a construir, prefieren poner plantas de gas, a pesar del peligro, a pesar que es un fósil caduco, a pesar de todo lo contamínate y destructivo que puede llegar. Prefieren eso antes que apostar por un sistema diferente, sostenible de energía renovables. El bien de poco en perjuicio de muchos, pero esto también lo sabemos desde siempre y por ello lo permitimos a pesar de que es injusto para la mayoría.
¿De qué nos vale denunciarlos si los medios también responden a los mismos intereses? Tenemos que quitarlos del medio, tenemos que demostrar que no pueden con nuestra gente, con nuestro pueblo. Lo peor es que esta gente, estos pocos, son también hijos de esta tierra, pero no piensan en ella como patria, piensan en ella como metro cuadrado para venderla, les da igual que agotemos nuestros recursos y nos autoliquidemos hasta desaparecer, hasta que nadie pueda vivir de ella o en ella.
Hay que empezar a salir a la calle, manifestar nuestra protesta contra este sistema que nos lleva al KO y a la destrucción, estamos tocando los suelos. Esta crisis favorece que estemos en los límites que una sociedad puede aguantar, con un paro que nos llega al 30%, en poco tiempo, el hambre y la necesidad se apoderarán de nuestras calles, será muy tarde y no tendremos punto de retorno. Es ahora, a partir de ahora, cuando tenemos que hacerlo. La otra opción es que la violencia impere en nuestra sociedad y nos liquidemos unos a otros por un trozo de pan o una simple botella con agua.
Esta democracia que vivimos es totalmente burócrata, frena la libertad y el desarrollo, frena el libre pensamiento y la creatividad de los pueblos para avanzar en común. No es una democracia participante. Esto sólo es un recurso electoral, un recurso de marketing político, como lo es todo hoy en día en política (soy profesional de eso y lo sé), como lo fue el bigote de Aznar o las cejas de ZP. Es un sistema de política consumista. “Este año la moda es PP, las próximas será PSOE, vótame, soy como tú”; esto es lo que venden en épocas electorales, ni más ni menos.
Nuestra patria está en manos de unos pocos, caciques que se benefician beneficiando a sus amos, poder por dinero, dinero por poder, poder tener dinero. Son las reglas que siguen, pero ya los recursos se agotan, y se trata de una supervivencia, de que no muramos como pueblo, de que tengamos que dejar nuestra tierra en busca de mejores oportunidades.
Hay que gritar con fuerza, “basta ya cabrones”, o como antaño gritaron otros canarios: ¡Gama, Gama! Tenemos que hacerlo, aunque grite solo, sé que el tiempo dará la razón y en un futuro próximo seremos más voces, seremos solo una gran voz. Basta ya cabrones... (pásalo, que se enteren). Mi patria será libre.
* Secretario federal del CCN MatÃas Campos*
Tras un año metido en la política activa, mi desencanto sigue siendo el mismo. Ya sabía lo que me encontraría: políticos sin escrúpulos, gandules metidos a políticos, profesionales fracasados haciendo política y sobre todo me encuentro un mundo de políticos sin ideología, guiados por la poltrona y el poder, ni derecha ni izquierda. Los discursos son los mismos, se difieren por el lugar que ocupan, poder u oposición, nadie piensa en sus promesas electorales, nadie cumple lo prometido. Generalizar es malo, pero no me quedo corto.
Canarias, nuestra patria, necesita un cambio profundo y sin reparo, pero ya no es un cambio normal. Necesitamos una revolución, un giro completo a nuestro devenir diario, apostar por los conocimientos y exportarlo, explotar los recursos naturales a modo de energía, cultivar nuestra tierra nuevamente y nuestros litorales, crear riqueza que nos permita disminuir el grado de dependencia con el exterior.