Espacio de opinión de Canarias Ahora
La caída: segundo escalón
Willy García y dos piedras, todopoderoso ex de la tele canaria, tendrá que declarar en los próximos días como imputado por malversación de dinero público, a cuenta de los famosos contratos suscritos nada más llegar a la tele –hace ocho años- con Francisco Padrón y su productora Amanecer Latino. La historia es sobradamente conocida, y fue adelantada por Canarias Ahora hace varios meses: tiene que ver con la firma de cinco contratos prácticamente idénticos, por un valor total superior al millón y medio de euros, entre la tele de Willy y la productora de Padrón. Los contratos establecían la producción de cinco series idénticas, con entrevistas y reportajes a personas del mundo del deporte, que se pagaron a razón de 6.000 euros el episodio, y de las que nadie sabe nada hoy en el Ente.
De hecho, en las bodegas de la casa sólo se conserva algún episodio concreto, de escasísima calidad (parecen material bruto, sin editar), y no existe constancia de que llegaran nunca a emitirse, aunque si aparecieron en las parrillas de la madrugada, una hora poco dada a la emisión de programas pagados a precio de prime time.
En relación con esta irregular contratación, se dan algunas circunstancias sospechosas. Una es que Willy García siempre ha presumido públicamente de ser amigo personal de Francisco Padrón, que le fichó para el mundo de la farándula radiofónica y fue su jefe cuando trabajaba de locutor en Radio Club Tenerife. Otra circunstancia llamativa es que la contratación se produjo en un momento en el que Padrón, su televisión -Canal 7- y su empresa –Amanecer Latino- atravesaba serias dificultades económicas y además se encontraba metido en un complicado juicio por pederastia, a resultas del cual resultó finalmente condenado.
La investigación, que no es exactamente la misma llevada a la Fiscalía por la diputada Agueda Montelongo (por ahí anda danzando la otra), arrancó hace algo más de dos meses, después de que el Grupo de Delitos Económicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife recibiera una denuncia anónima. La policía decidió entonces interrogar a varios de los deportistas supuestamente entrevistados, y a algún profesional de la producción audiovisual que había realizado una pequeña parte del trabajo en bruto contratado, ajenos a la productora de Padrón, y acabó por llegar a la conclusión de que en todo este asunto había gato encerrado.
Hace tres semanas, dos días antes de que el Parlamento de Canarias votara por unanimidad la sustitución de García por Santiago Padrón, la Policía se presentó en la sede que el Ente comparte con la Consejería de Turismo en Santa Cruz de Tenerife –lo que provocó cierta alarma en Turismo-, y reclamó la presencia de García, que se encontraba en su domicilio y tuvo que acudir a toda velocidad y en su propia moto, pero no pudo entregar ni la documentación ni los videos que se le pedían.
En los próximos días tanto Willy García como el propietario de Amanecer Latino, Francisco Padrón, serán citados como imputados e interrogados por la fiscal Anticorrupción, María Farnés, y la magistrada titular del juzgado, María de Lorenzo Cáceres, para determinar algunas de las dudas que existen sobre esta colección de contratos: si las producciones se grabaron, si se emitieron en prime time y si lo que se pagó por ellas es lo que realmente costaban, o se primó a Padrón pagando un sobreprecio por un producto inservible.
Malas noticias, pues, para Willy García. Ser imputado por cinco de sus primeros contratos digitales es una mala recompensa para ocho años de pésima gestión, que Willy siempre ha considerado son ocho años de servicios prestados al Paulinato.
Willy García y dos piedras, todopoderoso ex de la tele canaria, tendrá que declarar en los próximos días como imputado por malversación de dinero público, a cuenta de los famosos contratos suscritos nada más llegar a la tele –hace ocho años- con Francisco Padrón y su productora Amanecer Latino. La historia es sobradamente conocida, y fue adelantada por Canarias Ahora hace varios meses: tiene que ver con la firma de cinco contratos prácticamente idénticos, por un valor total superior al millón y medio de euros, entre la tele de Willy y la productora de Padrón. Los contratos establecían la producción de cinco series idénticas, con entrevistas y reportajes a personas del mundo del deporte, que se pagaron a razón de 6.000 euros el episodio, y de las que nadie sabe nada hoy en el Ente.
De hecho, en las bodegas de la casa sólo se conserva algún episodio concreto, de escasísima calidad (parecen material bruto, sin editar), y no existe constancia de que llegaran nunca a emitirse, aunque si aparecieron en las parrillas de la madrugada, una hora poco dada a la emisión de programas pagados a precio de prime time.