Espacio de opinión de Canarias Ahora
Cambio de rumbo
Sin embargo, los datos arrojan otros análisis:
- Feijóo, ve reducido su apoyo respecto a 2009 en casi 140.000 votos, aunque la representación parlamentaria de sus siglas -por la “magia” del actual sistema electoral- aumenta en tres escaños. El PSOE, por su parte, se dejó en el camino algo más de 230.000 papeletas y ambas formaciones han perdido, sumando los resultados de Galicia y Euskadi, más de medio millón de votantes, lo que confirma la tendencia al descrédito del sistema bipartidista observada en el conjunto del estado.
- Vuelve a aumentar la abstención, lo que se traduce en una creciente desafección de los ciudadanos hacia la política, o al menos, en una falta de confianza hacia el sistema formal de democracia y hacia las organizaciones políticas convencionales y su voluntad y capacidad para generar cambios.
- A pesar de ese aumento de la abstención, a pesar de las trabas del propio sistema electoral, a pesar incluso de la censura, el ninguneo y hasta la descalificación por parte de los grandes grupos mediáticos, comienzan a entrar en liza y cada vez con más ímpetu, las organizaciones y bloques alternativos. La consolidación de la izquierda nacionalista de EH-Bildu en Euskadi (21 escaños y segunda fuerza, detrás de PNV) y la exitosa irrupción de la coalición izquierdista AGE (EU-ANOVA) en Galicia (9 escaños y tercera fuerza), ponen de manifiesto que se está produciendo un giro incontestable del electorado progresista, que deja de mirar hacia la social-democracia y su llamada al voto útil -reclamados históricamente por un PSOE, hoy por hoy descalabrado-, para apostar por un discurso de izquierda más combativo y sincero y por un modelo de organizaciones más horizontal y participativo.
Que el partido Popular y la derecha mediática quieran ver en las elecciones gallegas una ratificación de las medidas neoliberales desarrolladas por el gobierno Rajoy, resulta lógico y hasta natural; pero no convierte esa conclusión en una verdad científica como, por mucho que lo diga Mariano, tampoco se puede afirmar que la “mayoría silenciosa” que se queda en casa cuando hay convocadas protestas, le esté brindando así su apoyo tácito. Muy por el contrario, los hechos vienen a demostrar que se está produciendo un profundo cambio en el tejido social y por tanto en sus aspiraciones políticas, generalizándose la reivindicación de una economía al servicio de la mayoría, al tiempo que la de una inequívoca profundización democrática.
En Canarias estamos en condiciones de construir también una alternativa presentable, creíble e ilusionante, más allá de estructuras y aparatos organizativos, con una amplia base participativa, en torno a una propuesta programática, unitaria y de progreso. Estamos en condiciones, por tanto, de sumar en ese “cambio de rumbo”. Ya existen iniciativas en este sentido y las organizaciones, colectivos e individualidades implicadas, tenemos la obligación de, al menos, permitir su desarrollo, con generosidad y sin ombliguismos y siempre con amplitud de miras. Debemos ser capaces de ensamblar los diferentes colores y sensibilidades del amplio espectro progresista canario. Ahora que no existe la presión de ninguna convocatoria electoral a la vista, la ocasión resulta inmejorable.
Por otro lado, no debemos perder de vista que en estos días otras iniciativas toman fuerza, como la de pasar por el tamiz nacionalista o soberanista cualquier posibilidad de confluencia; más allá de las concepciones y principios ideológicos, dejando a un lado la necesaria discusión sobre el proyecto de sociedad y el modelo de desarrollo.
Es la fórmula de la activación social en base al axioma de la “obediencia nacional canaria”, del “inter-clasismo” nacionalista, frente a un único enemigo común: el estado y su centralismo.
Con este tipo de propuestas, las que concentran toda su atención y actividad en la concepción del modelo territorial y en la relación financiera con el estado, casi siempre se nos termina “adelantando por la derecha”. De estos experimentos, en los que con frecuencia se acaba intercambiando “soberanismo” por prebendas fiscales y económicas, salen siempre fortalecidos ciertos ámbitos del poder económico insular y sirven para que la rancia “derechona” local, escondida bajo un “cachorro”, se apoltrone en las instituciones. Mientras tanto, para la inmensa mayoría de los canarios las cosas se quedan, simplemente, como mismo estaban.
Que cada cual se ubique donde estime oportuno.
* Miembro de co.bas-Canarias y Canarias Por La Izquierda-Si Se Puede
Adolfo Padrón Berriel*
Sin embargo, los datos arrojan otros análisis:
- Feijóo, ve reducido su apoyo respecto a 2009 en casi 140.000 votos, aunque la representación parlamentaria de sus siglas -por la “magia” del actual sistema electoral- aumenta en tres escaños. El PSOE, por su parte, se dejó en el camino algo más de 230.000 papeletas y ambas formaciones han perdido, sumando los resultados de Galicia y Euskadi, más de medio millón de votantes, lo que confirma la tendencia al descrédito del sistema bipartidista observada en el conjunto del estado.