Espacio de opinión de Canarias Ahora
Poco que celebrar y mucho por recuperar
“El futuro que queremos: Lo que dicen las personas mayores” es el tema de este año 2013 para conmemorar el Día Internacional de las Personas Mayores. El lema se eligió para llamar la atención sobre los esfuerzos de la tercera edad, las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones de las Naciones Unidas y los Estados miembros para incluir la cuestión del envejecimiento en la agenda de desarrollo internacional.
El día 14 de diciembre de 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de octubre para esta conmemoración con un doble objetivo: la necesidad de reflexionar sobre el hecho demográfico del aumento de las personas mayores, sobre todo en los países desarrollados, y la necesidad de solidaridad con ellos para mejorar su calidad de vida y paliar algunos de sus numerosos déficit.
En la actualidad esta iniciativa resulta más que necesaria, ya que este sector de la población se ha convertido en el eje económico familiar al ayudar a sus hijos a afrontar el sostenimiento monetario y educar a los nietos. Los abuelos son “más que una guardería o colegio”, ya que constituyen un eficaz complemento de la tarea educativa de los padres y contribuyen a reforzar lazos familiares, redes de apoyo y ayuda mutua entre los miembros de la familia.
Cada vez más, los mayores están adquiriendo un protagonismo inesperado por su decisiva aportación social: no solo por su frecuente papel de abuelos cuidadores, sino porque sus pensiones se convierten en fuente principal de ingresos de muchos hogares, en los que conviven con sus hijos y/o nietos desempleados. Hay que destacar que en el primer trimestre de 2012 había 422.600 hogares (un 21,7% más que en el mismo periodo del año anterior) en los que la persona de referencia era jubilada o pensionista y convivía al menos con una persona en paro.
No cabe duda que las medidas adoptadas por el Gobierno de Rajoy han supuesto un ataque brutal, sin precedentes, a las personas mayores. Los populares sacan pecho por haber subido un 1% las pensiones, pero no explican que, al día siguiente, les suben los impuestos a través del IRPF, lo que supone una reducción de su poder adquisitivo.
Además, por primera vez, los pensionistas tienen que pagar por sus medicamentos, que antes recibían de manera gratuita, generándose un riesgo de perjuicio a su salud.
La paralización y los recortes aplicados en la Ley de Dependencia decididos por el Gobierno del PP están dejando desprotegidos a los dependientes y a sus familias, sobre todo a las personas de la tercera edad. Organizaciones como Médicos del Mundo alertan que los recortes en Sanidad nos pueden quitar diez años de vida.
Por si todo esto fuera poco, en los últimos días ha aparecido otra nueva amenaza con la decisión del Estado de recortar más de 33.000 millones de euros destinados a las pensiones.
Aprovechando esta conmemoración, convendría realizar una reflexión muy profunda y tener claro que envejecer debe ser sinónimo de actividad, salud, sabiduría, satisfacción y calidad de vida. Los gobernantes tienen la obligación de desarrollar, fomentar y difundir un concepto de las personas mayores ajustado a los derechos que les corresponden como parte integrante de la ciudadanía, sin discriminación ni desigualdades de trato.
“El futuro que queremos: Lo que dicen las personas mayores” es el tema de este año 2013 para conmemorar el Día Internacional de las Personas Mayores. El lema se eligió para llamar la atención sobre los esfuerzos de la tercera edad, las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones de las Naciones Unidas y los Estados miembros para incluir la cuestión del envejecimiento en la agenda de desarrollo internacional.
El día 14 de diciembre de 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de octubre para esta conmemoración con un doble objetivo: la necesidad de reflexionar sobre el hecho demográfico del aumento de las personas mayores, sobre todo en los países desarrollados, y la necesidad de solidaridad con ellos para mejorar su calidad de vida y paliar algunos de sus numerosos déficit.