Espacio de opinión de Canarias Ahora
Chinos
Afirma Saiz, que por comunidades autónomas, es reseñable que en 1995 Madrid se situaba en el primer puesto en cuanto a residentes chinos y, desde entonces, Catalunya la ha superado. Canarias experimentó un fuerte crecimiento de presencia china en la década de los ochenta, si bien es en los últimos años donde más claramente se manifiesta ésta en las ciudades más habitadas de las islas. En el año 2.004, Catalunya contaba con la presencia de 18.885 personas de origen chino, Madrid comunidad con 17.237 y Canarias con sólo 3.899. Según datos del INE y del Anuario de Migraciones a 30 de junio de 2.004 en España hay un total de 62.021 ciudadanos y ciudadanas nacidos en Pekín, Shangai u otra ciudad o pueblo de este gran país asiático.Asimismo, a pesar de que su presencia se remonta a principios del siglo XX, no será hasta los ochenta, como decíamos anteriormente, cuando los restaurantes chinos empiecen ser familiares en todo el Estado y en Canarias, debido a dos factores fundamentales: el punto de saturación alcanzado en Europa por la restauración china, y el incremento del nivel de vida del Estado español, que supone cambios en la prácticas dietéticas, como comer fuera de casa y la degustación de Âsabores exóticosÂ. En nuestro país canario, hemos de tener en cuenta que los restaurantes chinos siempre han Âtriunfado debido a sus bajos precios Â6 euros de media con total autoservicio- y al menor poder adquisitivo ya conocido de los trabajadores y trabajadoras del Archipiélago, lo que hace de esta comida un elemento atractivo para las familias trabajadoras canarias.A comienzos del siglo XXI, asistimos a una segunda fase de expansión de la población china, en esta ocasión con la apertura de tiendas de regalos, principalmente, o los archiconocidos ÂTodo a casi 1 euroÂ. No debemos olvidar que el comercio étnico se desarrolla gracias, y paralelamente, al cambio generacional en el mundo laboral que muchas veces no encuentra recambio entre la población autóctona y deja libres espacios económicos y comerciales que son ocupados por la población migrante.Hoy día la cabeza de turco de los males que sufre Canarias es el chino. En su momento lo fue el hindú con sus radiocassettes baratos, el mauritano con sus maletas, el camarero marroquí o el Âviolento peón de la construcción colombiano. Y no es así. La estrategia del sistema ultraliberal de drenar todos los males sociales, económicos y laborales de un país hacia el foráneo es tan vieja como el propio capitalismo post-industrial. Actualmente el recurso facilón a achacar el cierre de establecimientos comerciales regentados por canarios en la calle La Naval o Pedro Infinito de Las Palmas de Gran Canaria cala en cierto sector del pueblo alentado por la burguesía criolla sin conciencia social y nacional. Exacciones fiscales, facilidades de implantación o irregularidades laborales no son responsabilidad del comerciante chino que se instala en Canarias. Si hablamos de dejar de pagar impuestos recordemos las enormes prebendas que se han establecido en las islas por ejemplo para que la clase hegemónica nacional evada casi el 90% del Impuesto sobre las Sociedades vía RIC. De igual forma, las jornadas maratonianas de los chinos en sus establecimientos las sufre también el trabajador o trabajadora canaria de la hostelería o de otros sectores laborales.Los chinos no son los responsables de que la sanidad canaria esté a la cola de la Unión Europea, o que los costes salariales sean de los más bajos del Estado. Tampoco que para el próximo año el Gobierno canario reduzca de un 5,66% del PIB a un misérrimo 4% la inversión en educación. La tasa de pobreza del 28,5% que existe en nuestro país, más de 570.000 personas que cobran menos de 360 euros al mes, aproximadamente, no la han provocado los chinos. Y si no es así que me lo demuestren.*Secretario Local de Unidad del Pueblo en Las Palmas de Gran Canaria
Rubén Alemán Sánchez*
Afirma Saiz, que por comunidades autónomas, es reseñable que en 1995 Madrid se situaba en el primer puesto en cuanto a residentes chinos y, desde entonces, Catalunya la ha superado. Canarias experimentó un fuerte crecimiento de presencia china en la década de los ochenta, si bien es en los últimos años donde más claramente se manifiesta ésta en las ciudades más habitadas de las islas. En el año 2.004, Catalunya contaba con la presencia de 18.885 personas de origen chino, Madrid comunidad con 17.237 y Canarias con sólo 3.899. Según datos del INE y del Anuario de Migraciones a 30 de junio de 2.004 en España hay un total de 62.021 ciudadanos y ciudadanas nacidos en Pekín, Shangai u otra ciudad o pueblo de este gran país asiático.Asimismo, a pesar de que su presencia se remonta a principios del siglo XX, no será hasta los ochenta, como decíamos anteriormente, cuando los restaurantes chinos empiecen ser familiares en todo el Estado y en Canarias, debido a dos factores fundamentales: el punto de saturación alcanzado en Europa por la restauración china, y el incremento del nivel de vida del Estado español, que supone cambios en la prácticas dietéticas, como comer fuera de casa y la degustación de Âsabores exóticosÂ. En nuestro país canario, hemos de tener en cuenta que los restaurantes chinos siempre han Âtriunfado debido a sus bajos precios Â6 euros de media con total autoservicio- y al menor poder adquisitivo ya conocido de los trabajadores y trabajadoras del Archipiélago, lo que hace de esta comida un elemento atractivo para las familias trabajadoras canarias.A comienzos del siglo XXI, asistimos a una segunda fase de expansión de la población china, en esta ocasión con la apertura de tiendas de regalos, principalmente, o los archiconocidos ÂTodo a casi 1 euroÂ. No debemos olvidar que el comercio étnico se desarrolla gracias, y paralelamente, al cambio generacional en el mundo laboral que muchas veces no encuentra recambio entre la población autóctona y deja libres espacios económicos y comerciales que son ocupados por la población migrante.Hoy día la cabeza de turco de los males que sufre Canarias es el chino. En su momento lo fue el hindú con sus radiocassettes baratos, el mauritano con sus maletas, el camarero marroquí o el Âviolento peón de la construcción colombiano. Y no es así. La estrategia del sistema ultraliberal de drenar todos los males sociales, económicos y laborales de un país hacia el foráneo es tan vieja como el propio capitalismo post-industrial. Actualmente el recurso facilón a achacar el cierre de establecimientos comerciales regentados por canarios en la calle La Naval o Pedro Infinito de Las Palmas de Gran Canaria cala en cierto sector del pueblo alentado por la burguesía criolla sin conciencia social y nacional. Exacciones fiscales, facilidades de implantación o irregularidades laborales no son responsabilidad del comerciante chino que se instala en Canarias. Si hablamos de dejar de pagar impuestos recordemos las enormes prebendas que se han establecido en las islas por ejemplo para que la clase hegemónica nacional evada casi el 90% del Impuesto sobre las Sociedades vía RIC. De igual forma, las jornadas maratonianas de los chinos en sus establecimientos las sufre también el trabajador o trabajadora canaria de la hostelería o de otros sectores laborales.Los chinos no son los responsables de que la sanidad canaria esté a la cola de la Unión Europea, o que los costes salariales sean de los más bajos del Estado. Tampoco que para el próximo año el Gobierno canario reduzca de un 5,66% del PIB a un misérrimo 4% la inversión en educación. La tasa de pobreza del 28,5% que existe en nuestro país, más de 570.000 personas que cobran menos de 360 euros al mes, aproximadamente, no la han provocado los chinos. Y si no es así que me lo demuestren.*Secretario Local de Unidad del Pueblo en Las Palmas de Gran Canaria
Rubén Alemán Sánchez*