Espacio de opinión de Canarias Ahora
Cho Vito, Cho Cazorla y Cho Rosa
de Costas del Ministerio de Media Ambiente y Medio Rural y Marino tiene claro que la ley debe cumplirse en Cho Vito, por las buenas o por las malas. Los vecinos del poblado marinero han intentado todo lo que estaba a su alcance: presentaron recursos ante los tribunales, propusieron la aprobación de una concesión administrativa de 30 años, lograron que los profesores de de Estévez y Fernando Sabaté elaborasen un proyecto de investigación que plantea la protección de la zona por su importante valor etnográfico. Pero nada de eso frenó el trabajo de las palas mecánicas que echaron abajo en unas pocas horas 15 de las 23 viviendas de Cho Vito. Había que cumplir la ley de Costas, les dijeron. Además hace 12 años el gobierno español y el canario aprobaron un proyecto de paseo marítimo en la zona que significaba echar abajo las viviendas de Cho Vito. El proyecto se hizo en la época en la que la titular del Ministerio de Medio Ambiente era Isabel Tocino, catedrática de Derecho Nuclear, y el presidente canario era el constructor Manuel Hermoso, dos personas reconocidas por su trayectoria profesional y personal vinculada a la lucha ecologista, perdón, quise decir contra los ecologistas.
Los vecinos de Cho Vito tienen derecho a preguntar por qué en Lanzarote hay 23 hoteles que ha declarado ilegales y nadie se acerca por allí a desalojarlos y tirarlos abajo. En Cho Vito hay 6 familias que tienen como única residencia las casas que están siendo derribadas, en los 23 hoteles de Lanzarote, que recibieron 36 millones de euros de , no hay ninguna familia canaria residiendo de forma permanente. El gobierno canario, el cabildo y los ayuntamientos conejeros están buscando salidas legales para evitar el derribo de esos hoteles. El ayuntamiento de Candelaria se ha convertido en una institución que no tiene ninguna credibilidad. El alcalde del PSOE se comprometió con los vecinos a que no se iba a derribar ninguna vivienda que fuese residencia permanente, ayer comenzaron a tirar las casas sin preguntar y quitaron la electricidad y el agua a todas las viviendas. El PP y Coalición Canaria se solidarizan con los vecinos pero fueron los autores del proyecto del paseo marítimo que ha provocado esta situación.
Uno se pregunta si el problema está en el cumplimiento de de Costas(que no se había aprobado cuando se construyó este pueblo en la costa de Candelaria) o en que los vecinos de Cho Vito forman parte del pueblo sencillo y trabajador. Si en lugar de tratarse de vecinos de Cho Vito hubieran sido el noruego Bjor Lyngs (ya fallecido), y hubiera invitado a unas vacaciones en su jet privado a la ministra de Medio Ambiente y al vicepresidente del Gobierno canario, qué pasaría en estos momentos. Los vecinos de Cho Vito tampoco son Cho Juan Francisco Rosa, el promotor del hotel ilegal Princesa Yaiza, que reconoció públicamente que había comprado una nave para dársela a “sus amigos” de Coalición Canaria para montar su sede política en Lanzarote, y CC gobernaba el ayuntamiento que le dio las licencias ilegales. Tanto Cho Rosa como el socio de Bjor Lyngs, Cho Santana Cazorla, esta noche estan mucho más tranquilos y felices que los vecinos de Cho Vito, porque saben que si a la seis de la mañana alguien toca el timbre de la recepción de Anfi del Mar o del Princesa Yaiza, podría aparecer su cliente fiel José Manuel Soria que quiere pagar la factura o quizá sería el lechero de Churchill, pero nunca sería la guardia civil con una orden de derribar su hotel.
Juan GarcÃa Luján
de Costas del Ministerio de Media Ambiente y Medio Rural y Marino tiene claro que la ley debe cumplirse en Cho Vito, por las buenas o por las malas. Los vecinos del poblado marinero han intentado todo lo que estaba a su alcance: presentaron recursos ante los tribunales, propusieron la aprobación de una concesión administrativa de 30 años, lograron que los profesores de de Estévez y Fernando Sabaté elaborasen un proyecto de investigación que plantea la protección de la zona por su importante valor etnográfico. Pero nada de eso frenó el trabajo de las palas mecánicas que echaron abajo en unas pocas horas 15 de las 23 viviendas de Cho Vito. Había que cumplir la ley de Costas, les dijeron. Además hace 12 años el gobierno español y el canario aprobaron un proyecto de paseo marítimo en la zona que significaba echar abajo las viviendas de Cho Vito. El proyecto se hizo en la época en la que la titular del Ministerio de Medio Ambiente era Isabel Tocino, catedrática de Derecho Nuclear, y el presidente canario era el constructor Manuel Hermoso, dos personas reconocidas por su trayectoria profesional y personal vinculada a la lucha ecologista, perdón, quise decir contra los ecologistas.
Los vecinos de Cho Vito tienen derecho a preguntar por qué en Lanzarote hay 23 hoteles que ha declarado ilegales y nadie se acerca por allí a desalojarlos y tirarlos abajo. En Cho Vito hay 6 familias que tienen como única residencia las casas que están siendo derribadas, en los 23 hoteles de Lanzarote, que recibieron 36 millones de euros de , no hay ninguna familia canaria residiendo de forma permanente. El gobierno canario, el cabildo y los ayuntamientos conejeros están buscando salidas legales para evitar el derribo de esos hoteles. El ayuntamiento de Candelaria se ha convertido en una institución que no tiene ninguna credibilidad. El alcalde del PSOE se comprometió con los vecinos a que no se iba a derribar ninguna vivienda que fuese residencia permanente, ayer comenzaron a tirar las casas sin preguntar y quitaron la electricidad y el agua a todas las viviendas. El PP y Coalición Canaria se solidarizan con los vecinos pero fueron los autores del proyecto del paseo marítimo que ha provocado esta situación.