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La Conferencia por la Paz en Euskadi

Cada palabra, cada párrafo, cada verbo de la declaración final lleva meses de trabajo, de intercambios de correos, de asesorías jurídicas y técnicas, de esfuerzo de personas con voluntad de avanzar hacia la normalización política y la paz en Euskadi. Entiendo y respeto que pueda haber gente escéptica, que considere que la Conferencia de Donosti no sirve para nada, o que será usada por el gobierno estatal, por el PNV, o por la izquierda abertzale para obtener rédito electoral el 20-N. Cada uno es dueño de sus desconfianzas y de sus dudas. Es comprensible que fuera del País Vasco la gente se deje llevar por el ruido mediático de la prensa cercana al PP.

Los mensajes de Mayor Oreja, Esperanza Aguirre, Aznar y otros dirigentes del PP que han intentado boicotear la Conferencia de San Sebastián encuentran un público fácil fuera de Euskadi, en los consumidores de tertulias que esconden que la mayoría de la población vasca cree que la paz es posible y considera que la tregua de ETA y el cese de la violencia callejera son síntomas de que se está caminando hacia la normalización política. La teoría que Mayor Oreja difundió ayer “Esta no mata porque está ganando” sólo es digerible por gente que no tiene ni idea de lo que ocurre en el País Vasco, porque una lectura contraría sería dramática: para que ETA vaya perdiendo hacen falta una media de cien muertos al año como llegó a ocurrir durante algunos años de los gobiernos de Felipe González o José María Aznar. Frente a los titulares que nos regalará este martes la prensa que prepara la ascensión de Rajoy a la Moncloa, hagamos una comparación entre la declaración de la Conferencia de Paz y la estrategia y declaraciones políticas que hizo el PP desde el gobierno.

Declaración de la conferencia: 1.- Llamamos a ETA a hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada, y solicitar diálogo con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto. Fue el presidente del Gobierno José María Aznar quién declaró el 18 de diciembre de 1999:“El cese definitivo de la violencia es la piedra angular sobre la q asentar el proceso de normalización que corresponde en primer término a las instituciones y todas las fuerzas políticas vascas sin ningún tipo de excepción”. Estas declaraciones las hizo cuando Herri Batasuna era legal y los representantes del gobierno de Aznar se reunieron con sus dirigentes.

Declaración de la Conferencia de San Sebastián 2.- Si dicha declaración fuese realizada instamos a los gobiernos de España y Francia a darle la bienvenida y aceptar iniciar conversaciones para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto. Los analistas coincidían ayer en que este punto hace alusión al futuro de los presos de ETA. Pues el gobierno español dijo el 17 de septiembre de 1999 en declaraciones al dirio El País: “Estamos dispuestos a dialogar, a flexibilizar la política penitenciaria, y estudiar una reinserción de los miembros de ETA. A hacer lo que sea necesario sin exigencias previas, sin negociar la entrega de armas., pero la paz depende de ellos”. ¿Quién hizo estas declaraciones? NI más ni menos que Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior

Punto 3 de la Declaración de San Sebastián: Instamos a que se adopten pasos profundos para avanzar en la reconciliación, reconocer compensar y asistir a todas las víctimas, reconocer el dolor causado y ayudar a sanar las heridas personales y sociales. Fue José María Aznar en periódico El Mundo, un mes despúes del asesinato por parte de ETA del matrimonio Becerril quien declaró:Estoy dispuesto a ser generoso si es necesario, a ser comprensivo si eso ayuda al final del terrorismo, eso es lo que tiene que entender todo el mundo no es un camino sencillo”.

Punto 4 de la Declaracion de San Sebastián: En nuestra experiencia de resolver conflictos hay a menudo otras cuestiones que si son tratadas pueden ayudar a alcanzar una paz duradera. Sugerimos que los actores no violentos y representantes políticos se reúnan y discutan cuestiones políticas así como otras relacionadas al respecto, con consulta a la ciudadanía, lo cual podría contribuir a una nueva era sin conflicto. “ En una entrevista concedida al diario El País el 11 de octubre de 1998 el presidente José María Aznar declaró: No estoy pidiendo ni siquiera que hagan condena explícita de sus propios crímenes, pero sí que acepten las reglas democráticas desde el momento en que anunciaron el cese de la violencia.”

Hay que reconocerle al gobierno de Aznar ese esfuerzo que hizo para intentar la paz y la normalización en Euskadi. Aznar lo que tenía que hacer, se reunió con Batasuna y con ETA, tuvo una estrategia simillar a la que defiende en la Conferencia de San Sebastián. La reacción del PP y sus corifeos contra la conferencia se debe al miedo a perder unos cientos de miles de votos que lo dejen sin mayoría absoluta. Como decía este martes en El Correíllo el senador Iñaki Anasagasti no hubiera sido posible la transición política en España. Fue ese gobierno presidido por José María Aznar y con Mayor Oreja como Ministro del Interior el que mandó al Director General de Seguridad, Martínez Fluxá, al jefe del Gabinete del presidente, Javier Zarzalejos y a su asesor más directo Pedro Arriola a reunirse con los dirigentes de ETA Belén González y Mikel Anza en Zurich. Fue el portavoz de ese gobierno, Miguel Ángel Rodríguez el que declaró “No debe haber vencedores ni vencidos.” Fue el presidente Aznar el que llamó Movimiento Vasco de LIberación a ETA y su entorno. De ese gobierno formaba parte como ministra de Cultura Esperanza Aguirre. La lideresa madrileña escribía ayer en twitter: “Es un indignidad que se sienten el gobierno y ETA en un estado democrática.” Lo decía con motivo de la Conferencia de Paz, pero resulta que en esa conferencia no habíaq nadie del Gobierno . Quizá aludía a la reunión de Zurich del gobierno presidido por José María Aznar.

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Juan Garcia Luján

Cada palabra, cada párrafo, cada verbo de la declaración final lleva meses de trabajo, de intercambios de correos, de asesorías jurídicas y técnicas, de esfuerzo de personas con voluntad de avanzar hacia la normalización política y la paz en Euskadi. Entiendo y respeto que pueda haber gente escéptica, que considere que la Conferencia de Donosti no sirve para nada, o que será usada por el gobierno estatal, por el PNV, o por la izquierda abertzale para obtener rédito electoral el 20-N. Cada uno es dueño de sus desconfianzas y de sus dudas. Es comprensible que fuera del País Vasco la gente se deje llevar por el ruido mediático de la prensa cercana al PP.

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