Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Consolidación del bipartidismo

Este show se produce porque Zapatero y Rajoy tienen un interés común: la consolidación del bipartidismo, avanzar hacia el desierto de siglas políticas. Se trata de montar una democracia con dos patas, dos caras de la misma moneda neoliberal. A su antidemocrático protagonismo en los medios públicos y privados, PSOE y PP pueden añadir esta noche otros 90 minutos de propaganda electoral gratuita. Dos propuestas políticas que se reconocen como “alternancia” la una de la otra, ni siquiera como alternativa. Dos siglas políticas que en 2004 sumaron 20 millones y medio de votos, frente a los 13 millones de electores que prefirieron abstenerse, votar a otros partidos o votar en blanco. A esos trece millones de ciudadanos se les manda el mensaje de que sus preferencias políticas son inútiles para el sistema, el resultado de unas elecciones se vincula a la victoria en un concurso de telegenia con sólo dos participantes. Aunque si añadiéramos uno o dos concursantes más tampoco creo que solucionaríamos el problema.

En la función de este lunes cada actor hará su papel: Zapatero será la cara suave del sistema, nos ofrecerá un discurso social para que pensemos que después de varias décadas con pérdida de poder adquisitivo y de derechos de los asalariados y desempleados, paralela a la multiplicación de los beneficios de las grandes empresas, lo más útil es el voto a ZP porque representa al capitalismo con remordimiento de conciencia, que nos devuelve impuestos a las clases medias y altas, que defiende que hablemos bien de los inmigrantes después de gobernar con la misma ley de Extranjería del PP. Y Rajoy se dedicará a meternos un poquito de miedo en el cuerpo con la crisis económica y con los inmigrantes que entran en nuestras casas, no vienen para limpiarnos la mierda o cuidar a nuestros viejos sino para robarnos y violar a nuestros hijos. Esta estrategia del miedo la reconoció el secretario de comunicación del PP al Financial Times. Gabriel Elorriaga desveló en el periódico británico que en un sistema bipartidista la democracia consiste en desmovilizar el voto del contrario. Algunos se pondrán frente a la tele para ver cómo le va la vida a la famosa niña de Rajoy. Pero me temo que esta noche Mariano no la subirá al escenario. Pobrecita mía, que desaparece apenas una semana después de haberle prometido familia normal, vivienda, varios idiomas y orgullo de España, porque el orgullo gay/lésbico la hubiera llevado al infierno. Esperemos que una vez que Rajoy dé por desaparecida a la niñita no venga Soria a agravar el asunto dándola por violada para echarle a Zapatero la culpa de los delitos.

Todas las encuestas de los periódicos de este fin de semana confirman el avance del bipartidismo. En el año 2000, con mayoría absoluta del PP, las dos patas del bipartidismo español sumaban 308 escaños, en el año 2004, sin ninguna mayoría absoluta, el bipartidismo avanzó y el PSOE y el PP sumaron 312 diputados. Según las encuestas esta suma se incrementará el próximo 9 de marzo. En Canarias el año pasado se consolidó otro bipartidismo: la coalición preelectoral no reconocida CC-PP por un lado, y el PSOE por el otro. Otros 150000 votos se quedaron sin representación parlamentaria. Caminamos hacia el modelo de Estados Unidos, donde todo el mundo tiene claro que no hay vida más allá de republicanos y demócratas. Algunos pensarán que el sistema democrático habrá madurado, yo creo que con la consolidación del bipartidismo el sistema se habrá podrido.

Juan García Luján

Este show se produce porque Zapatero y Rajoy tienen un interés común: la consolidación del bipartidismo, avanzar hacia el desierto de siglas políticas. Se trata de montar una democracia con dos patas, dos caras de la misma moneda neoliberal. A su antidemocrático protagonismo en los medios públicos y privados, PSOE y PP pueden añadir esta noche otros 90 minutos de propaganda electoral gratuita. Dos propuestas políticas que se reconocen como “alternancia” la una de la otra, ni siquiera como alternativa. Dos siglas políticas que en 2004 sumaron 20 millones y medio de votos, frente a los 13 millones de electores que prefirieron abstenerse, votar a otros partidos o votar en blanco. A esos trece millones de ciudadanos se les manda el mensaje de que sus preferencias políticas son inútiles para el sistema, el resultado de unas elecciones se vincula a la victoria en un concurso de telegenia con sólo dos participantes. Aunque si añadiéramos uno o dos concursantes más tampoco creo que solucionaríamos el problema.

En la función de este lunes cada actor hará su papel: Zapatero será la cara suave del sistema, nos ofrecerá un discurso social para que pensemos que después de varias décadas con pérdida de poder adquisitivo y de derechos de los asalariados y desempleados, paralela a la multiplicación de los beneficios de las grandes empresas, lo más útil es el voto a ZP porque representa al capitalismo con remordimiento de conciencia, que nos devuelve impuestos a las clases medias y altas, que defiende que hablemos bien de los inmigrantes después de gobernar con la misma ley de Extranjería del PP. Y Rajoy se dedicará a meternos un poquito de miedo en el cuerpo con la crisis económica y con los inmigrantes que entran en nuestras casas, no vienen para limpiarnos la mierda o cuidar a nuestros viejos sino para robarnos y violar a nuestros hijos. Esta estrategia del miedo la reconoció el secretario de comunicación del PP al Financial Times. Gabriel Elorriaga desveló en el periódico británico que en un sistema bipartidista la democracia consiste en desmovilizar el voto del contrario. Algunos se pondrán frente a la tele para ver cómo le va la vida a la famosa niña de Rajoy. Pero me temo que esta noche Mariano no la subirá al escenario. Pobrecita mía, que desaparece apenas una semana después de haberle prometido familia normal, vivienda, varios idiomas y orgullo de España, porque el orgullo gay/lésbico la hubiera llevado al infierno. Esperemos que una vez que Rajoy dé por desaparecida a la niñita no venga Soria a agravar el asunto dándola por violada para echarle a Zapatero la culpa de los delitos.