Espacio de opinión de Canarias Ahora
Contraten ''cuando puedan''
Yo no tenía buena opinión de las aptitudes de Báñez para el cargo, pero después de este encuentro la tengo peor. Aunque no por eso dejo de reconocer la distancia que hay de la actitud amable y comprensiva de la ministra, tan alejada de la cara de perro que se les está poniendo a los sindicatos que no piensan sino en movilizaciones y huelgas sin esperar a que puedan (contratar los empresarios). Como saben, los sindicatos, despechados por el jijí, jajá de Báñez y la CEOE, anunciaron que mañana mismo pueden convocar otra huelga general para el 14 de noviembre que coincidiría con las de Grecia y Portugal. Se trata de dar una respuesta unitaria a las políticas de austeridad que están ahogando a los países del sur del continente. Cualquier `pretexto es bueno para formarla, ya saben. Por su parte, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha anunciado la celebración ese mismo día de una jornada de “acción y solidaridad europeas”, como si no fuera suficiente la Champions. La cosa se ha puesto tan peluda que en las islas al menos una docena de organizaciones sindicales se han unido, milagrosamente, a la iniciativa.
De todos modos, no debe cundir el pánico porque la convocatoria será un fracaso, de acuerdo con el muevo cómputo introducido por Rajoy: no creo que los sindicatos puedan echar a la calle y hacer que participen a los 47 millones de españoles que aún no se han ido.
Y no quiero acabar sin una referencia al síndrome Mas en las islas. Lo padece Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife, que chocó con la Delegación de Gobierno a cuenta de la visita de un ministro marroquí. Por lo visto no lo dejaron ejercer de jefe del Estado tinerfeño y el hombre se agarró de las vigas del techo. Tanto que desde sus filas llegaron a calificar a la delegada del Gobierno, Hernández Bento, de bruja y madrastra de Cenicienta; o de Blancanieves, que ya ni sé. Demostraron así, los melchorianos, desconocer la infinita capacidad insultativa del idioma castellano y un desprecio por los cuentos infantiles que no puedo compartir porque, qué quieren, siempre estuve de parte de brujas y madrastras y en contra sus empalagosas víctimas, tan de derechas que no querían liarse sino con príncipes. Si Bento fuera una bruja estaría preparándose para hacer huelga y no creo que sea el caso.
También estimuló Mas a Pedro Quevedo y Ana Oramas quienes hicieron constar en el Congreso, con un par de esos, que Canarias tiene más motivos para protestar que Cataluña. No se han dado cuenta, a lo que se ve, de que los catalanes superaron ya la etapa de las protestas: lo de Mas es, cómo lo diría, un reacomodo para evitar que se le vaya de la mano la calle (los carrers, que decía Aznar en la intimidad). Por su parte, los independentistas están que se salen incluso en su vertiente más africanista. Incluido el director-editor de El Día que me tiene, por cierto, desconcertado con sus llamamientos al ejército colonial para que disuelva el Parlamento, eche a Paulino y señora, se ponga a gobernar y le dé con el embullito unas frecuencias de radio; a las que, por otro lado, tiene derecho al tratarse de una empresa de comunicación. Pero esa es otra historia en la que no entraré. Como no entraré en la empanada mental subyacente salvo para recordarle la experiencia histórica de que es más fácil sacar a los militares de los cuarteles que hacerles volver a ellos una vez arregostados.
Yo no tenía buena opinión de las aptitudes de Báñez para el cargo, pero después de este encuentro la tengo peor. Aunque no por eso dejo de reconocer la distancia que hay de la actitud amable y comprensiva de la ministra, tan alejada de la cara de perro que se les está poniendo a los sindicatos que no piensan sino en movilizaciones y huelgas sin esperar a que puedan (contratar los empresarios). Como saben, los sindicatos, despechados por el jijí, jajá de Báñez y la CEOE, anunciaron que mañana mismo pueden convocar otra huelga general para el 14 de noviembre que coincidiría con las de Grecia y Portugal. Se trata de dar una respuesta unitaria a las políticas de austeridad que están ahogando a los países del sur del continente. Cualquier `pretexto es bueno para formarla, ya saben. Por su parte, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha anunciado la celebración ese mismo día de una jornada de “acción y solidaridad europeas”, como si no fuera suficiente la Champions. La cosa se ha puesto tan peluda que en las islas al menos una docena de organizaciones sindicales se han unido, milagrosamente, a la iniciativa.
De todos modos, no debe cundir el pánico porque la convocatoria será un fracaso, de acuerdo con el muevo cómputo introducido por Rajoy: no creo que los sindicatos puedan echar a la calle y hacer que participen a los 47 millones de españoles que aún no se han ido.