Hay cosas que te revuelven las tripas

En el Sahara la represión marroquí no cesa. La penúltima de las fuerzas represivas alauitas ha sido la detención de dos periodistas españoles, Pedro Barbadillo y Pedro Guillén, junto a la defensora de los derechos humanos saharaui Aminetou Haidar. El Sahara, el pueblo saharaui sigue sufriendo, y la ONU mirando para el otro lado, pendiente un referendum que ha sido aprobado por el propio organismo internacional. Y aquí no pasa nada, las intervenciones militares se hacen en los países pobres, en las naciones débiles, o que no sean amigas de USA. En Honduras los militares y el golpista Roberto Micheletti le toma el pelo a la OEA, a la ONU, a la Unión Europea, y hasta al apuntador, y tampoco pasa nada. La cuestión es ver si se llega al 29 de noviembre, fecha de las elecciones en este país de Centroamérica, y todo se olvida. Aunque será difícil, por lo que leo en informaciones que me llegan de Tegucigalpa.

En España la Iglesia Católica anuncia que excomulgará a los políticos que voten a favor del aborto, y un amigo me decía anoche que iba a pedir al Obispado de Canarias que también lo excomulgara. El amigo es católico prácticante, pero está harto de los desmanes de la jerarquía de la Iglesia Católica española. En Valencia, el todavía presidente de la Comunidad Autónoma del País Valencía afirma que los socialistas lo quieren matar y tirarlo a una cuneta, y todavía Mariano Rajoy no lo ha expulsado del Partido Popular.

Hay cosas que revuelven las tripas, y como decía José Saramago, el paro es otra de las cosas que te sacan de quicio. Hay otras muchas más cosas que te revuelven las tripas, pero el artículo sería un rollo tripero.

En el Sahara la represión marroquí no cesa. La penúltima de las fuerzas represivas alauitas ha sido la detención de dos periodistas españoles, Pedro Barbadillo y Pedro Guillén, junto a la defensora de los derechos humanos saharaui Aminetou Haidar. El Sahara, el pueblo saharaui sigue sufriendo, y la ONU mirando para el otro lado, pendiente un referendum que ha sido aprobado por el propio organismo internacional. Y aquí no pasa nada, las intervenciones militares se hacen en los países pobres, en las naciones débiles, o que no sean amigas de USA. En Honduras los militares y el golpista Roberto Micheletti le toma el pelo a la OEA, a la ONU, a la Unión Europea, y hasta al apuntador, y tampoco pasa nada. La cuestión es ver si se llega al 29 de noviembre, fecha de las elecciones en este país de Centroamérica, y todo se olvida. Aunque será difícil, por lo que leo en informaciones que me llegan de Tegucigalpa.

En España la Iglesia Católica anuncia que excomulgará a los políticos que voten a favor del aborto, y un amigo me decía anoche que iba a pedir al Obispado de Canarias que también lo excomulgara. El amigo es católico prácticante, pero está harto de los desmanes de la jerarquía de la Iglesia Católica española. En Valencia, el todavía presidente de la Comunidad Autónoma del País Valencía afirma que los socialistas lo quieren matar y tirarlo a una cuneta, y todavía Mariano Rajoy no lo ha expulsado del Partido Popular.