Espacio de opinión de Canarias Ahora
Cuba y nosotros
Manuel Vázquez Montalbán contó con su gracia habitual las lamentables peripecias de Aznar. En un artículo publicado en enero de 1999, el periodista escribió lo siguiente: ÂLos empresarios españoles hablaban de la segunda pérdida española de Cuba y comprobaban, entre irritados y perplejos, que en la Feria Internacional de Comercio en La Habana, con la presencia de 450 firmas españolas, no había representación oficial de España en contraste con otras delegaciones europeasÂ. España ejercía como agente de George Walter Bush en la Unión Europea(UE). En aquellos tiempos, Aznar explotaba las ilusiones neoliberales en América Latina, justo cuando cualquiera notaba la decadencia de aquellas ideas. Amanecían otras esperanzas que siguieron después: Venezuela, Bolivia, Ecuador Las simpatías de los ciudadanos españoles hacia estos nuevos procesos políticos están recogidas en las encuestas, aunque los medios de comunicación mantengan invariable su información sesgada sobre estos cambios.En lugar de rectificar la política del Partido Popular hacia Cuba, que va rompiendo el bloqueo gracias a la nueva situación política latinoamericana, a Mariano Rajoy no se le ocurrió otra cosa que criticar el viaje de Moratinos porque el presidente cubano Fidel Castro es Âun anacronismo y un contrasentidoÂ. ¿El anacronismo no consistirá en mantener el criminal e inhumano bloqueo contra el pueblo cubano? Visto lo visto, Mariano Rajoy sigue al pie de la letra las instrucciones generales vomitadas por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) de Aznar, empeñado en una cruzada ampliamente financiada contra los cambios latinoamericanos y el relativo respiro que proporcionan a los cubanos. No hay causa reaccionaria en América Latina a la que deje de apuntarse esta FAES. A veces como simple mamporrera de Bush y en ocasiones como defensora de las empresas piratas españolas en aquellas tierras. Hace unos días, la FAES presentó un informe titulado nada menos que América Latina: una agenda para la libertad. Aznar, cuya ignorancia sólo puede equipararse a su pedantería, criticó todos los cambios en aquellas tierras. Atacó a Cuba, Venezuela y Bolivia. Ni al fraude electoral mexicano, ni a Alan García, ni a gobiernos espantosos como los de Guatemala o Colombia. El informe recogió las preocupaciones de Washington por el ascenso de las movilizaciones indígenas en defensa de sus derechos. Acusó a los pueblos originarios de Âradicales y racistasÂ. Imaginen su subconsciente y tal. ¿Acaso no los mandamos al rincón que se merecían durante la colonización española? ¿Cómo se atreven a levantar cabeza y dotarse incluso de un presidente como ha sucedido en Bolivia? Estos cantamañanas, los becarios de la FAES y su presidente, acusan de anacronismo, radicalismo y racismo al futuro. Semejantes cruzados de salón intentan colocar el mundo al revés. ¡Qué cosas! Rafael Morales
Manuel Vázquez Montalbán contó con su gracia habitual las lamentables peripecias de Aznar. En un artículo publicado en enero de 1999, el periodista escribió lo siguiente: ÂLos empresarios españoles hablaban de la segunda pérdida española de Cuba y comprobaban, entre irritados y perplejos, que en la Feria Internacional de Comercio en La Habana, con la presencia de 450 firmas españolas, no había representación oficial de España en contraste con otras delegaciones europeasÂ. España ejercía como agente de George Walter Bush en la Unión Europea(UE). En aquellos tiempos, Aznar explotaba las ilusiones neoliberales en América Latina, justo cuando cualquiera notaba la decadencia de aquellas ideas. Amanecían otras esperanzas que siguieron después: Venezuela, Bolivia, Ecuador Las simpatías de los ciudadanos españoles hacia estos nuevos procesos políticos están recogidas en las encuestas, aunque los medios de comunicación mantengan invariable su información sesgada sobre estos cambios.En lugar de rectificar la política del Partido Popular hacia Cuba, que va rompiendo el bloqueo gracias a la nueva situación política latinoamericana, a Mariano Rajoy no se le ocurrió otra cosa que criticar el viaje de Moratinos porque el presidente cubano Fidel Castro es Âun anacronismo y un contrasentidoÂ. ¿El anacronismo no consistirá en mantener el criminal e inhumano bloqueo contra el pueblo cubano? Visto lo visto, Mariano Rajoy sigue al pie de la letra las instrucciones generales vomitadas por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) de Aznar, empeñado en una cruzada ampliamente financiada contra los cambios latinoamericanos y el relativo respiro que proporcionan a los cubanos. No hay causa reaccionaria en América Latina a la que deje de apuntarse esta FAES. A veces como simple mamporrera de Bush y en ocasiones como defensora de las empresas piratas españolas en aquellas tierras. Hace unos días, la FAES presentó un informe titulado nada menos que América Latina: una agenda para la libertad. Aznar, cuya ignorancia sólo puede equipararse a su pedantería, criticó todos los cambios en aquellas tierras. Atacó a Cuba, Venezuela y Bolivia. Ni al fraude electoral mexicano, ni a Alan García, ni a gobiernos espantosos como los de Guatemala o Colombia. El informe recogió las preocupaciones de Washington por el ascenso de las movilizaciones indígenas en defensa de sus derechos. Acusó a los pueblos originarios de Âradicales y racistasÂ. Imaginen su subconsciente y tal. ¿Acaso no los mandamos al rincón que se merecían durante la colonización española? ¿Cómo se atreven a levantar cabeza y dotarse incluso de un presidente como ha sucedido en Bolivia? Estos cantamañanas, los becarios de la FAES y su presidente, acusan de anacronismo, radicalismo y racismo al futuro. Semejantes cruzados de salón intentan colocar el mundo al revés. ¡Qué cosas! Rafael Morales