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Otro cuento recurrente

Digo “otro cuento” en lugar de “un cuento”, porque, si es cierto que cada maestrillo tiene su librillo, está comprobado que aquí, cada presidente ático, tiene sus matraquillas que esgrime desde el momento mismo de la toma de posesión del cargo, pero sólo como una cantinela, sin que después sus actuaciones prácticas demuestren que verdaderamente esos asuntos estrella, por así decirlo, que en teoría marcan sus inquietudes, les importen un higo y pongan algún interés en solucionarlos. Si Adán Martín nos dio la lata desde su discurso de investidura hasta su grisáceo adiós con la felicidad de los isleños y el rollo utópico del desarrollo sostenible, Paulino Rivero se ha empeñado en lo de la superpoblación archipielágica y, ahora, de un modo insistente, con su convicción de que es preciso recuperar el sector primario como una alternativa al actual modelo económico, basado práctica y exclusivamente en el turismo y los servicios.

A uno, las machaconas declaraciones del presidente en este sentido le parecen no solamente bien, sino oportunísimas, aunque tardías. Y siempre que no sean un cuento. Porque, efectivamente, somos muchos los que llevamos años advirtiendo de la prioritaria necesidad para el futuro de estos peñascos de apostar por la reactivación del sector primario, que, en estos momentos, sólo representa el 7% del PIB de la Comunidad. Depender en un 85% del exterior para la subsistencia de la población, es un dato que horroriza a cualquiera con el mínimo de imaginación suficiente para plantearse una contingencia catastrófica. Una crisis turística nos conduciría a alimentarnos de paella de ladrillos y escaldón de cemento. Y, en efecto, el sector primario se presenta como una tabla de salvación para cualquiera de esas eventualidades. Pero, apolillada y marchita. Rivero habla de la reactivación de las actividades pesqueras, agrarias y ganaderas, pero ?por eso suena a cuento- sin anunciar una puñetera iniciativa al respecto. Ni un plan. Ni un programa para la legislatura que se implique en la resurrección de muertos ?como el de la pesca en las Islas más orientales- que la misma Administración se encargó de enterrar. Durante estos años últimos de gobierno, demasiados, CC no ha hecho nada por reflotar el sector primario. Lo ha hundido. ¿Quién va a creer que ahora, milagrosamente, luchará por recuperar lo que se encargó de destrozar, aunque solo fuese por omisión, compromiso, falta de ayudas y de planificación?... Yo, no, desde luego. Mientras no me muestren algo más que palabras.

José H. Chela

Digo “otro cuento” en lugar de “un cuento”, porque, si es cierto que cada maestrillo tiene su librillo, está comprobado que aquí, cada presidente ático, tiene sus matraquillas que esgrime desde el momento mismo de la toma de posesión del cargo, pero sólo como una cantinela, sin que después sus actuaciones prácticas demuestren que verdaderamente esos asuntos estrella, por así decirlo, que en teoría marcan sus inquietudes, les importen un higo y pongan algún interés en solucionarlos. Si Adán Martín nos dio la lata desde su discurso de investidura hasta su grisáceo adiós con la felicidad de los isleños y el rollo utópico del desarrollo sostenible, Paulino Rivero se ha empeñado en lo de la superpoblación archipielágica y, ahora, de un modo insistente, con su convicción de que es preciso recuperar el sector primario como una alternativa al actual modelo económico, basado práctica y exclusivamente en el turismo y los servicios.

A uno, las machaconas declaraciones del presidente en este sentido le parecen no solamente bien, sino oportunísimas, aunque tardías. Y siempre que no sean un cuento. Porque, efectivamente, somos muchos los que llevamos años advirtiendo de la prioritaria necesidad para el futuro de estos peñascos de apostar por la reactivación del sector primario, que, en estos momentos, sólo representa el 7% del PIB de la Comunidad. Depender en un 85% del exterior para la subsistencia de la población, es un dato que horroriza a cualquiera con el mínimo de imaginación suficiente para plantearse una contingencia catastrófica. Una crisis turística nos conduciría a alimentarnos de paella de ladrillos y escaldón de cemento. Y, en efecto, el sector primario se presenta como una tabla de salvación para cualquiera de esas eventualidades. Pero, apolillada y marchita. Rivero habla de la reactivación de las actividades pesqueras, agrarias y ganaderas, pero ?por eso suena a cuento- sin anunciar una puñetera iniciativa al respecto. Ni un plan. Ni un programa para la legislatura que se implique en la resurrección de muertos ?como el de la pesca en las Islas más orientales- que la misma Administración se encargó de enterrar. Durante estos años últimos de gobierno, demasiados, CC no ha hecho nada por reflotar el sector primario. Lo ha hundido. ¿Quién va a creer que ahora, milagrosamente, luchará por recuperar lo que se encargó de destrozar, aunque solo fuese por omisión, compromiso, falta de ayudas y de planificación?... Yo, no, desde luego. Mientras no me muestren algo más que palabras.