Espacio de opinión de Canarias Ahora
Debemos asesinar a López Aguilar
¿De qué nos ha servido sacar 26 diputados en el Parlamento? ¿De qué nos ha servido ser la fuerza política más votada en las últimas elecciones generales? ¿De qué nos ha servido despertar de la hibernación de las últimas décadas y convertirnos en oposición política después de tantos años de vacaciones? No ha servido para nada. Por eso es necesario organizar el crimen. Hay que asesinar a JFLA.
Recordemos a los habitantes de las islas Trobriand. Marvin Harris recogió en su libro “Jefes, cabecillas y abusones” las investigaciones del antropólogo Bronislaw Malinowski que contaba que en aquellas islas “los jefes daban validez a su posición social mediante el almacenamiento y la redistribución de cantidades generosas de ñame. Los jefes exhibían su provisión de ñame junto a sus casas y recurrían a este producto para agasajar a sus invitados, ofrecer suntuosos banquetes y alimentar a los constructores de canoas, artesanos, magos y sirvientes de la familia”. Tenemos que convencer a todo el partido de que López Aguilar no puede ser nuestro jefe porque no tiene ñame para repartir entre nosotros y entre los magos o los sirvientes. Y cuando uno no tiene ñame que repartir no tiene derecho a ser el jefe, ni en Canarias y ni en las islas Trobriand.
Si alguien tiene alguna duda que lea los periódicos. Están pintando a JFLA como un apestado dentro del partido y en la sociedad. Deberíamos de mirar a nuestros adversarios y aprender del caso de Rajoy que perdió las elecciones por segunda vez y como no tenía ñame que repartir algunos de los periódicos que lo habían apoyado pasaron a quemarlo en la hoguera. A López Aguilar le está pasando lo mismo, aunque él ganó las elecciones por segunda vez, pero qué coño importa eso si tampoco tiene ñame que repartir. El ñame lo tienen Paulino y Soria, que a pesar de los 150.000 votos que hicieron perder a sus partidos en las autonómicas lograron sumar la mayoría suficiente para continuar mandando en la finca. Estamos en una democracia donde las matemáticas son más importantes que la voluntad popular. Un sistema donde la opinión publicada es más importante que la opinión pública. Además tenemos un sistema electoral que permite que si un elector vota a la sombra del Garoé su voto vale 20 veces más que si vota a la sombra del Nublo.
Aquí de lo que se trata es de entrar de una puta vez en la finca y comenzar a repartir el ñame y disfrutar del potaje del poder. Por eso hay que aflojar en las críticas a Coalición Canaria. Por eso hay que contar chismes a los cronistas adictos al ñame, para que conviertan en fracaso cada movimiento de nuestro jefe. Que la gente crea que Zapatero odia a JFLA, que piensen que ser cabeza de lista del PSOE al Parlamento europeo es un castigo. Tenemos que torturar a JFLA hasta que el dolor le haga renunciar a la jefatura. Hace un mes intentamos quitarle los guardaespaldas, llegamos a conseguir que escribieran que ser objetivo prioritario de ETA y aceptar que te pongan escoltas es sinónimo de corrupción. Al final le mantienen los guardaespaldas. Pero no debemos desanimarnos. Tenemos mucho apoyo externo para matar a nuestro jefe. Se trata de buscar el momento propicio, asesinarlo antes de que pueda nombrar a un heredero. Lo importante es perpetrar el crimen a tiempo? y, claro, que parezca un accidente.
Juan GarcÃa Luján
¿De qué nos ha servido sacar 26 diputados en el Parlamento? ¿De qué nos ha servido ser la fuerza política más votada en las últimas elecciones generales? ¿De qué nos ha servido despertar de la hibernación de las últimas décadas y convertirnos en oposición política después de tantos años de vacaciones? No ha servido para nada. Por eso es necesario organizar el crimen. Hay que asesinar a JFLA.
Recordemos a los habitantes de las islas Trobriand. Marvin Harris recogió en su libro “Jefes, cabecillas y abusones” las investigaciones del antropólogo Bronislaw Malinowski que contaba que en aquellas islas “los jefes daban validez a su posición social mediante el almacenamiento y la redistribución de cantidades generosas de ñame. Los jefes exhibían su provisión de ñame junto a sus casas y recurrían a este producto para agasajar a sus invitados, ofrecer suntuosos banquetes y alimentar a los constructores de canoas, artesanos, magos y sirvientes de la familia”. Tenemos que convencer a todo el partido de que López Aguilar no puede ser nuestro jefe porque no tiene ñame para repartir entre nosotros y entre los magos o los sirvientes. Y cuando uno no tiene ñame que repartir no tiene derecho a ser el jefe, ni en Canarias y ni en las islas Trobriand.