Espacio de opinión de Canarias Ahora
En defensa del macho
En esa clave paranoide, Soria contestó a Pérez que miente tanto que le ha crecido la nariz; sensu contrario, justo lo que se advierte en su apéndice nasal, insensible al mal olor; seguramente porque no está el tiempo de Sur. Aparte de que es él quien fue denunciado por mentiroso, sólo presunto debido al momento procesal. Dijo el macho que probará las mentiras de Pérez. Esperaré, a ver. Aunque no entiendo que no las pusiera sobre la mesa ya, al tiempo de negar lo del pastón que lleva gastado. No sé si ocurrirá como con la anunciada querella contra Francisco Gordillo por afirmar que cobraba comisiones ilegales para financiar al PP y de la que nada hemos sabido. Aprovechó el macho la tacada para revelar al mundo que al candidato psocialista a la presidencia del Cabildo lo llaman Âsargento Pérez en medios de la corporación insular. Primera noticia, pero, en fin, admitirá que es poca cosa comparada con los dichetes a él dedicados en el propio Cabildo.Esperaré, ya digo, a que Soria demuestre que no es verdad lo dicho por el suboficial Pérez. Sería un acontecimiento verle dar, por fin, una explicación a algo. A ver si explicarse le alivia el alma y decide ponernos al día de sus asuntos. Es salutífera a la confesión contrita y con propósito de enmienda. En hablando de explicaciones, debo una a la lectora que considera sexista llamar Âmacho a este sujeto. Es, desde luego, referencia de origen ganadero. Y admito que se presta a confusión si no se recuerdan los tiempos en que llamábase Âmacho al echado para alante pueblerino, el que iba sacando pecho y se comportaba como si fuera dueño del ayuntamiento, de la comunidad de regantes, de la cantina del casino y de sus conciudadanos.Solía aplicarse irónicamente a los fatuos que pretendían, por ejemplo, hacernos tragar una bandera; cosa que no se le hubiera ocurrido ni al famoso Âmacho de las Cañadas (no las del Teide). Por eso lo llamo ÂmachoÂ; sin ofender la dignidad de los genuinos de gañanía, comprenderán.
En esa clave paranoide, Soria contestó a Pérez que miente tanto que le ha crecido la nariz; sensu contrario, justo lo que se advierte en su apéndice nasal, insensible al mal olor; seguramente porque no está el tiempo de Sur. Aparte de que es él quien fue denunciado por mentiroso, sólo presunto debido al momento procesal. Dijo el macho que probará las mentiras de Pérez. Esperaré, a ver. Aunque no entiendo que no las pusiera sobre la mesa ya, al tiempo de negar lo del pastón que lleva gastado. No sé si ocurrirá como con la anunciada querella contra Francisco Gordillo por afirmar que cobraba comisiones ilegales para financiar al PP y de la que nada hemos sabido. Aprovechó el macho la tacada para revelar al mundo que al candidato psocialista a la presidencia del Cabildo lo llaman Âsargento Pérez en medios de la corporación insular. Primera noticia, pero, en fin, admitirá que es poca cosa comparada con los dichetes a él dedicados en el propio Cabildo.Esperaré, ya digo, a que Soria demuestre que no es verdad lo dicho por el suboficial Pérez. Sería un acontecimiento verle dar, por fin, una explicación a algo. A ver si explicarse le alivia el alma y decide ponernos al día de sus asuntos. Es salutífera a la confesión contrita y con propósito de enmienda. En hablando de explicaciones, debo una a la lectora que considera sexista llamar Âmacho a este sujeto. Es, desde luego, referencia de origen ganadero. Y admito que se presta a confusión si no se recuerdan los tiempos en que llamábase Âmacho al echado para alante pueblerino, el que iba sacando pecho y se comportaba como si fuera dueño del ayuntamiento, de la comunidad de regantes, de la cantina del casino y de sus conciudadanos.Solía aplicarse irónicamente a los fatuos que pretendían, por ejemplo, hacernos tragar una bandera; cosa que no se le hubiera ocurrido ni al famoso Âmacho de las Cañadas (no las del Teide). Por eso lo llamo ÂmachoÂ; sin ofender la dignidad de los genuinos de gañanía, comprenderán.