Espacio de opinión de Canarias Ahora
La democracia de los mercados
La dimisión de Silvio Berlusconi, una retirada anunciada y argumentada por él mismo afirmando que lo hacía para contentar al Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo, es el segundo cadáver político con el que nos hemos topado en los últimos días. Después de que el presidente griego Yorgos Papandreu fuera sustituido por Lukás Papadimos, que entre otras cosas fue vicepresidente del Banco Central Europeo.
Pero volviendo a Italia, el nuevo primer ministro italiano será el economista y ex comisario europeo Mario Monti. Monti es director europeo de la Comisión Trilateral, un lobby de orientación neoliberal fundado en 1973 por el banquero multimillonario estadounidense David Rockefeller. También es miembro de la directiva del Club Bilderberg, es asesor de Coca-Cola y ex de Goldman Sachs, un banco de inversión estadounidense acusado de fraude por la venta de créditos hipotecarios de riesgo, conocidos como “subprime” y que fueron uno de los originarios de la crisis financiera mundial actual. Después de conocer estos datos, la alegría inicial tras saber que este individuo salía de la vida política italiana se evapora.
Italia y Grecia no son los únicos países que se han visto contaminados por los mercados, en España se modificó la agenda electoral, en Portugal e Irlanda los partidos implementaron reformas dictadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. La democracia europea se convierte en una democracia bancaria.
Los políticos, en la práctica, saben perfectamente que las soluciones a la crisis están fuera de sus fronteras y que son impuestas por organismos que nada tienen que ver con la democracia. Pero, lógicamente, para ganar el voto de sus ciudadanos, tienen que hacer creer que la solución de la crisis está en sus manos y que incluso tienen margen de maniobra para elegir qué cantidad de austeridad aplican y en qué plazos.
Están sacrificando a la democracia a golpe de talón. La crisis no es sólo financiera, también es democrática y lo peor es que se encuentran tan unidas que es imposible resolver la una sin la otra. Con estos cambios de gobierno no ha ganado la democracia, han ganado los mercados.
La dimisión de Silvio Berlusconi, una retirada anunciada y argumentada por él mismo afirmando que lo hacía para contentar al Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo, es el segundo cadáver político con el que nos hemos topado en los últimos días. Después de que el presidente griego Yorgos Papandreu fuera sustituido por Lukás Papadimos, que entre otras cosas fue vicepresidente del Banco Central Europeo.
Pero volviendo a Italia, el nuevo primer ministro italiano será el economista y ex comisario europeo Mario Monti. Monti es director europeo de la Comisión Trilateral, un lobby de orientación neoliberal fundado en 1973 por el banquero multimillonario estadounidense David Rockefeller. También es miembro de la directiva del Club Bilderberg, es asesor de Coca-Cola y ex de Goldman Sachs, un banco de inversión estadounidense acusado de fraude por la venta de créditos hipotecarios de riesgo, conocidos como “subprime” y que fueron uno de los originarios de la crisis financiera mundial actual. Después de conocer estos datos, la alegría inicial tras saber que este individuo salía de la vida política italiana se evapora.