Dime cuánto pescado comes y te diré quién eres

Puede resultar paradójico, pero Canarias es una de las comunidades autónomas españolas donde menos pescado se consume por habitante. ¿Saben cuántos kilos al año consume de promedio cada canario? No llega a 20 kg por habitante, que corresponde aproximadamente a menos de 400 gramos de pescado a la semana. ¿Eso es poco o mucho? Es poco, si se compara con el consumo de carne, que es superior a los 40 kg por habitante al año.

Sin embargo, uno de los problemas principales en los últimos años ha sido el cambio de costumbres en la adquisición de pescado, con una mayor demanda de productos más asequibles en forma de congelados o productos precocinados con un valor nutritivo escaso en comparación con los que se capturan en nuestra zona. Es digno de mención que muchas familias consideran que incorporan pescado en su dieta cuando introducen alimentos como patés, croquetas, empanadas, o incluso sucedáneos de pescado, cuyo aporte nutricional procedente del pescado que contienen queda enmascarado por los procesos de elaboración y aditivos que incorporan. ¿Han leído con detenimiento la cantidad de proteínas que contienen unas empanadas congeladas de atún? ¿Y los palitos de cangrejo?

En los últimos meses resulta sorprendente ver la composición de la sección de productos frescos envasados de la pescadería, con especies muy asequibles para nuestros bolsillos como por ejemplo, la panga. Se han escrito ríos de tinta sobre este pescado, y en muchas ocasiones, sin contrastar información. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) se trata de un pescado que no entraña ningún tipo de peligro para el consumo humano, pero es cierto que los análisis nutricionales llevados a cabo han demostrado que el contenido de proteínas de la panga es inferior al de muchos pescados. Por tanto, no es alarmante consumir este pescado de forma ocasional.

Resulta sorprendente que algunas madres y padres de alumnos se quejen de que en el menú de los colegios se haya incluido panga una vez al mes, cuando al salir de las clases les dan todas las tardes para merendar bollos rellenos de crema y golosinas.

¿Cuándo fue la última vez que vieron a un niño comer una manzana al salir del colegio?