Espacio de opinión de Canarias Ahora
Discursos que dan escalofríos
No deja de tener razón el amigo, pues los discursos y declaraciones de algunos políticos son auténticas pesadillas. No llego a entender que los analistas internacionales sean tan estúpidos, visto lo que por nuestros lares nos dicen los políticos del amplio arco parlamentario y autonómico. Dicen por ahí fuera, que las medidas adoptadas por Zapatero, siendo realmente un zapatazo, no dejan de ser la medicina apropiada para salir de la crisis lo antes posible. En un tabloide Belga, medio leo -y digo medio pues no puedo presumir de bastos conocimientos de idiomas, pero sí lo suficiente para entresacar los argumentos que los analistas hacen de la situación de España, Portugal, Italia y Gran Bretaña (aquí no se escapa nadie)- que la cruda realidad nos viene a decir que, de los cuatro países enunciados, el que más claro lo tiene, en lo que a la deuda se refiere, es España y que podremos comprobarlo con las medidas que en las próximas semanas pondrán sobre el tapete Italia y Gran Bretaña, ya que nuestros vecinos portugueses, que dicho sea de paso nos están dando una magistral lección democrática al unir esfuerzos gobierno y oposición para arbitrar fórmulas que permitan reflotar la economía portuguesa.
Observando en clave interna, podríamos decir que ahora, lo que premia es desalojar a los socialistas del gobierno. Estamos en feria y todos pregonan las mismas mercancías: convocatoria de Elecciones Generales. No importa el pastón económico que supone poner en marcha unas elecciones, lo que le importan a unos es poder enterrar, si es posible bajo hormigón, las corruptelas que manchan a los trajeados políticos, que se dicen ser los defensores de los trabajadores y de los pensionistas. No cabe duda que la suerte les acompaña, si no, díganme ustedes, estimados lectores, la enorme suerte del señor Fabra, al que le ha tocado la lotería en cinco ocasiones. La noticia me trajo a la memoria esa atípica operación financiera de comprar billetes premiados, pagando una prima adicional a los verdaderos afortunados, al objeto de poder blanquear el negro dinero que, por otros conductos, se ha conseguido. Y es que, en política, el más insignificante obsequio a un cargo público puede ser considerado cohecho impropio y esa doctrina está meridianamente clara en el Derecho Penal: a pesar que algunas S.Sª. pasen de puntillas por el detalle.
A pesar que la figura del cohecho impropio no es doctrina nueva, los afectados se rasgan las vestiduras, arremetiendo contra el Tribunal Supremo amenazando a diestro y siniestro, con una vendetta al estilo Tomás de Torquemada. Me parece ver al señor del corral dispuesto a recuperar aquella triste acción legislativa, denominada Ordenanzas, que el lúgubre inquisidor puso en vigor para llevar a la hoguera o al destierro a todo aquel que se opusiese a sus tesis.
Mi amigo Gorka, ese vasco de gran corazón afincado en Pau hace más de medio siglo, se enrabieta cuando oye a don Mariano, don Pepito y la Dolores de La Mancha hablando de lo mismo, pero de forma contradictoria. Así es normal escuchar a don Mariano criticar la desaparición del cheque bebé, cuando fue un acérrimo enemigo de su implantación, o que los pobres pensionistas se quedarán sin la misma y engrosarán la cola de los hambrientos, cuando la realidad es que nunca la hemos tenido más clara. Don José, que no se rebaja a conceder entrevista a los periodistas de su país, se despacha en el Financial Times impartiendo una magistral clase de alta economía, dando a conocer sus pócimas para salir de la crisis. Como introito, don Pepito viene a decir que Grecia y España tanto monta, monta tanto, y se olvida decir que lo del país heleno se lo deben a un tal Karamanlis, hombre de derecha trasnochada; para -a continuación- poner a caer de un burro a Francia y Alemania por la indisciplina fiscal , que en su opinión existe en Europa, y -después- da a conocer su pócima salvadora: reforma a gran escala de los convenios colectivos, alentar a los parados que ingresen en el mercado de trabajo, por ejemplo un galeno recolectando lechugas, un ingeniero con el sacho en la mano, o un arquitecto alicatando un aseo.
La pregunta sería ¿y los currantes de a pie? Viéndolas venir. La segunda medida propuesta por Aznar son drásticos cambios en la política energética, hay que seguir apostando por la energía nuclear, las renovables son unas milongas para desperdiciar dinero, a pesar de ello su amigo Cañete increpa al Ministro de Industria por no aplicarse en el desarrollo de las mismas. La tercera reforma: autorizar la inyección de capital privado en las cajas de ahorro, peculiar forma de blanquear lo mal adquirido. Y la cuarta, la que le quita el sueño: la reforma de la arquitectura del Estado, frase muy bien adornada que en romano paladín viene a decir: acabar con las Autonomías, retornar a la centralización en la Villa del Oso y el Madroño, el 'arriba España y un huevo para cuatro.
Y por último la Dolores de la Mancha, que en su deseo de dar la nota pregunta, ¿cómo andan las relaciones con ETA? Y pide explicaciones, detalladas y exhaustivas o se pensarán dos veces continuar con el pacto en el País Vasco. Su comportamiento me recuerda a una frase de aquel vasco insigne, Miguel de Unamuno, que en una de sus tantas obras nos dice: “Preferible tener de vecina a una prostituta que a una mala lengua” y visto y oído a doña Lola, le viene que ni pintada tal aseveración. Y para ponerle un poco de color al mustio florero de los nostálgicos, don José Manuel Soria nos viene a decir que: “Hay una separación creciente entre políticos y ciudadanos”. Sorprende que don José Manuel se extrañe del distanciamiento de los ciudadanos, visto que hay políticos que tienen la suerte de que a los Tribunales de Justicia se les pase por alto algo que existe en Derecho y que se denomina cohecho impropio o pasivo, que ha tenido la inmensa fortuna, de que tal figura, se le haya pasado por alto a algunos ciudadanos con toga.
A la vista de lo oído y leído, me dirán ustedes, si no tengo razón al pasarme las noches en blanco y a este paso ni la cabezadita de la siesta se salvará de mis inquietudes.
Antonio Ortega Santana
No deja de tener razón el amigo, pues los discursos y declaraciones de algunos políticos son auténticas pesadillas. No llego a entender que los analistas internacionales sean tan estúpidos, visto lo que por nuestros lares nos dicen los políticos del amplio arco parlamentario y autonómico. Dicen por ahí fuera, que las medidas adoptadas por Zapatero, siendo realmente un zapatazo, no dejan de ser la medicina apropiada para salir de la crisis lo antes posible. En un tabloide Belga, medio leo -y digo medio pues no puedo presumir de bastos conocimientos de idiomas, pero sí lo suficiente para entresacar los argumentos que los analistas hacen de la situación de España, Portugal, Italia y Gran Bretaña (aquí no se escapa nadie)- que la cruda realidad nos viene a decir que, de los cuatro países enunciados, el que más claro lo tiene, en lo que a la deuda se refiere, es España y que podremos comprobarlo con las medidas que en las próximas semanas pondrán sobre el tapete Italia y Gran Bretaña, ya que nuestros vecinos portugueses, que dicho sea de paso nos están dando una magistral lección democrática al unir esfuerzos gobierno y oposición para arbitrar fórmulas que permitan reflotar la economía portuguesa.
Observando en clave interna, podríamos decir que ahora, lo que premia es desalojar a los socialistas del gobierno. Estamos en feria y todos pregonan las mismas mercancías: convocatoria de Elecciones Generales. No importa el pastón económico que supone poner en marcha unas elecciones, lo que le importan a unos es poder enterrar, si es posible bajo hormigón, las corruptelas que manchan a los trajeados políticos, que se dicen ser los defensores de los trabajadores y de los pensionistas. No cabe duda que la suerte les acompaña, si no, díganme ustedes, estimados lectores, la enorme suerte del señor Fabra, al que le ha tocado la lotería en cinco ocasiones. La noticia me trajo a la memoria esa atípica operación financiera de comprar billetes premiados, pagando una prima adicional a los verdaderos afortunados, al objeto de poder blanquear el negro dinero que, por otros conductos, se ha conseguido. Y es que, en política, el más insignificante obsequio a un cargo público puede ser considerado cohecho impropio y esa doctrina está meridianamente clara en el Derecho Penal: a pesar que algunas S.Sª. pasen de puntillas por el detalle.