Espacio de opinión de Canarias Ahora
Dos por uno
Poco a poco todos van dimitiendo por los malos resultados electorales de sus respectivos partidos, desde Nacho González del CCN hasta Fabián Martín del PIL. Por dimitir, hasta el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha presentado formalmente su renuncia. Todos han dimitido menos el responsable de la debacle del PP en Canarias, José Manuel Soria.
No hace caso ni a su gente. Hasta el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se lo ha pedido por su actuación con la minería de la comarca. Su portavoz en el gobierno castellano leonés se lo ha repetido hasta la extenuación, acentuando el pésimo resultado obtenido especialmente en Canarias, pero el ministro de Industria se ha hecho el longui. Por desoír ha desoído hasta a los 150.000 firmantes que le han pedido la dimisión por su política con las energías renovables a través de una plataforma digital.
Por desoír ha hecho oídos sordos a la petición directa de su correligionario Miguel Cabrera Pérez-Camacho, el único que tiene los arrestos suficientes en el comité ejecutivo de su partido para cantarle las cuarenta y pedirle que dé un paso atrás después del batacazo electoral. El resto de la ejecutiva hace de palmero, que no es el natural de La Palma sino el que aplaude de forma aduladora sin más motivo que seguir saliendo en la foto.
Ahora Mariano Rajoy, aprovechando la posible salida del Gobierno del ministro Luis de Guindos, que puede irse al Eurogrupo de Bruselas, ha dado a entender que Soria puede ser el próximo superministro del ramo, al estilo Miguel Boyer de la época socialista. Lo que le faltaba a este Gobierno gaseoso que cada día se desintegra más en medio de sus contradicciones. Menudo tándem, ya que a Rajoy le gusta tanto el ciclismo. Lo peor que le puede ocurrir a Soria es arrimarse a Rajoy, que ya está más que amortizado. Aunque también lo peor que le podría ocurrir a Rajoy es tratar de sostenerse en el bastón de Soria.
Parafraseando al genial Woody Allen: “Dios ha muerto, Marx ha muerto y últimamente yo no me siento muy bien”. O lo que es lo mismo: como éramos pocos, parió la abuela. Aviados estamos con este par.
Poco a poco todos van dimitiendo por los malos resultados electorales de sus respectivos partidos, desde Nacho González del CCN hasta Fabián Martín del PIL. Por dimitir, hasta el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha presentado formalmente su renuncia. Todos han dimitido menos el responsable de la debacle del PP en Canarias, José Manuel Soria.
No hace caso ni a su gente. Hasta el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se lo ha pedido por su actuación con la minería de la comarca. Su portavoz en el gobierno castellano leonés se lo ha repetido hasta la extenuación, acentuando el pésimo resultado obtenido especialmente en Canarias, pero el ministro de Industria se ha hecho el longui. Por desoír ha desoído hasta a los 150.000 firmantes que le han pedido la dimisión por su política con las energías renovables a través de una plataforma digital.