Fernández Valverde y los empresarios

El segundo orden de cosas y cuestiones estaría en la Comisión de Agricultura Sugerencias de Jueces y Juezas (CASJJ), y en esta parcela primaria aparte de impulsar el cultivo del plátano y tomate, sería importante volver a retomar la caña de azucar y la cochinilla, y para asegurar su venta se harían resoluciones vinculantes contra el banano de América Latina y advertir a Europa que si no nos compran toda la producción le pediríamos ayuda a Obama y pedirle algunos cientos de tirachinas. Por supuesto que en el sector primario habría que tener mucha imaginación, que no sólo de plátanos y tomates vive el hombre, y aparte de una potenciación de la ganadería, se crearían grandes consorcios de silvicultura, apicultura, acuicultura, caza y pesca. No sé si de caza mayor o menor, y si la pesca estaría especializada en lebranchos o tiburones, esa decisión se la dejo a los jueces y juezas.

No crean que me he olvidado del sector vinícola, que no sólo de pan viven los jueces y juezas, para ello se crearía la correspondiente Comisión Vinícola Sugerencias de Jueces y Juezas (CVSJJ), con sede central en Las Palmas de Gran Canaria para mayor cabreo de los chicharreros que fardan mucho con la DO Tacoronte-Acentejo, pero para mi donde haya un buen vino del Monte que se quiten delante los demás. Claro que para potenciar el vino del Monte abría que tirar miles de chalets y plantar nuevas parras en toda Tafira y Santa Brígida, pero para eso está la Comisión Vinícola de Sugerencias de Jueces y Juezas, para desbrozar algunos problemillas que puedan surgir con los vecinos de la zona. Cuando digo desbrozar no me refiero a quitar la broza y los escombros cuando se derriben los chalets, me refiero a eliminar los aspectos accesorios o confusos que complican un asunto innecesariamente. Y dos piedras.

Le comento todo esto a un juez amigo mio, que haberlos haylos y tenerlos tengo, y mirándome con un semblante tipo juez a punto de emitir una sentencia, va y me dice: “Me parece que Fernández Valverde y tú están desbarrando”. Me voy desmoralizado a Las Canteras porque presiento que mi sugerencia para que los jueces y juezas hagan sugerencias a los empresarios no va a tener ningún éxito. Lo he hecho con buena voluntad, pero si sus señorías no ven el planteamiento, retiro lo dicho, no vayan por eso a meterme un paquete, que no tengo inmunidad parlamentaria.

El segundo orden de cosas y cuestiones estaría en la Comisión de Agricultura Sugerencias de Jueces y Juezas (CASJJ), y en esta parcela primaria aparte de impulsar el cultivo del plátano y tomate, sería importante volver a retomar la caña de azucar y la cochinilla, y para asegurar su venta se harían resoluciones vinculantes contra el banano de América Latina y advertir a Europa que si no nos compran toda la producción le pediríamos ayuda a Obama y pedirle algunos cientos de tirachinas. Por supuesto que en el sector primario habría que tener mucha imaginación, que no sólo de plátanos y tomates vive el hombre, y aparte de una potenciación de la ganadería, se crearían grandes consorcios de silvicultura, apicultura, acuicultura, caza y pesca. No sé si de caza mayor o menor, y si la pesca estaría especializada en lebranchos o tiburones, esa decisión se la dejo a los jueces y juezas.

No crean que me he olvidado del sector vinícola, que no sólo de pan viven los jueces y juezas, para ello se crearía la correspondiente Comisión Vinícola Sugerencias de Jueces y Juezas (CVSJJ), con sede central en Las Palmas de Gran Canaria para mayor cabreo de los chicharreros que fardan mucho con la DO Tacoronte-Acentejo, pero para mi donde haya un buen vino del Monte que se quiten delante los demás. Claro que para potenciar el vino del Monte abría que tirar miles de chalets y plantar nuevas parras en toda Tafira y Santa Brígida, pero para eso está la Comisión Vinícola de Sugerencias de Jueces y Juezas, para desbrozar algunos problemillas que puedan surgir con los vecinos de la zona. Cuando digo desbrozar no me refiero a quitar la broza y los escombros cuando se derriben los chalets, me refiero a eliminar los aspectos accesorios o confusos que complican un asunto innecesariamente. Y dos piedras.