Juan Fernando López Aguilar por Catalina Luca de Tena

El sentido común obliga a preguntarse si este canario, que cumplirá 48 años el mes que viene, ha podido tener tiempo para hacer algo más que esta carrera académica. Y como ustedes saben bien es mucho más lo que ha conseguido. Afiliado al Partido Socialista desde 1983, en la década de los 90 fue jefe de gabinete de varios ministros en los gobiernos de Felipe González. Pero su gran salto lo dio tras las elecciones de 2004, cuando la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero le aupó al Ministerio de Justicia. El 7 de febrero de 2007 dejaba el cargo para centrarse en su candidatura a la Presidencia de Canarias. En las elecciones autonómicas del 27 de mayo de ese año obtuvo una contundente victoria al ser el PSOE el partido más votado y pasar de 17 a 26 escaños. Pero no logró la mayoría absoluta que conformaron los nacionalistas de Coalición Canaria y el Partido Popular.

Hombre polifacético son conocidas sus habilidades como caricaturista que inició en el diario “La Provincia” y que tuvo su exponente más notable en la tira “Gaudeamus”, una suerte de andanzas y desventuras de los profesores no numerarios, que durante su paso por la Universidad de Granada realizaba con el profesor Andrés Sopeña y se publicaba en el diario “Sur” de Málaga, que hoy es parte del grupo Vocento. Y también es conocida su afición a la música, como tenemos ocasión de ver en esta campaña en la que recorre España acompañado de su guitarra eléctrica. Un político diferente, sin duda.

El Foro ABC quiere prestar especial atención a las elecciones europeas del próximo 7 de junio y para ello ha preparado tres citas. El 14 de mayo contaremos con la presencia del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en un desayuno. Antes, el día 11, nos acompañará Jaime Mayor Oreja en un almuerzo. Y hemos querido que fuese Juan Fernando López Aguilar el que abriera este ciclo. En un gesto poco habitual, el 2 de julio del año pasado, con once meses de antelación, el presidente del Gobierno hacía saber que López Aguilar sería el candidato de su partido a las elecciones europeas del 7 de junio. Se planteaba así todo un reto para este canario que hasta ese momento centraba su trabajo en una de las regiones ultraperiféricas más favorecidas por el Tratado de Lisboa y que, sin duda, aspira a conseguir para todas las comunidades españolas los beneficios logrados para su tierra canaria. Por eso quiero dar las gracias al señor López Aguilar por haber aceptado la invitación de ABC para participar en este foro y a Deloitte por su colaboración.

*Editora del diario ABC

Catalina Luca de Tena*

El sentido común obliga a preguntarse si este canario, que cumplirá 48 años el mes que viene, ha podido tener tiempo para hacer algo más que esta carrera académica. Y como ustedes saben bien es mucho más lo que ha conseguido. Afiliado al Partido Socialista desde 1983, en la década de los 90 fue jefe de gabinete de varios ministros en los gobiernos de Felipe González. Pero su gran salto lo dio tras las elecciones de 2004, cuando la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero le aupó al Ministerio de Justicia. El 7 de febrero de 2007 dejaba el cargo para centrarse en su candidatura a la Presidencia de Canarias. En las elecciones autonómicas del 27 de mayo de ese año obtuvo una contundente victoria al ser el PSOE el partido más votado y pasar de 17 a 26 escaños. Pero no logró la mayoría absoluta que conformaron los nacionalistas de Coalición Canaria y el Partido Popular.

Hombre polifacético son conocidas sus habilidades como caricaturista que inició en el diario “La Provincia” y que tuvo su exponente más notable en la tira “Gaudeamus”, una suerte de andanzas y desventuras de los profesores no numerarios, que durante su paso por la Universidad de Granada realizaba con el profesor Andrés Sopeña y se publicaba en el diario “Sur” de Málaga, que hoy es parte del grupo Vocento. Y también es conocida su afición a la música, como tenemos ocasión de ver en esta campaña en la que recorre España acompañado de su guitarra eléctrica. Un político diferente, sin duda.