Espacio de opinión de Canarias Ahora
Fuerza de arrastre
En física se dice que cuando un cuerpo se mueve a través de un fluido, el mismo ejerce una fuerza conocida como fuerza de arrastre, que tiende a disminuir su velocidad. Esto le ocurrirá a Podemos si finalmente conforma un gobierno de coalición con el PSOE: será arrastrado como una hoja en el río Ebro. A mi juicio es un error formar ese gobierno de coalición por numerosos motivos, entre los cuales destacaría:
Primero, porque para Podemos no solo supone renunciar a su origen (a aquel 15M en el que el grito de guerra era: “PSOE y PP la misma mierda es”), sino que además implica el abandono a la lucha política por conseguir la hegemonía de la izquierda en este país y desenmascarar las políticas socialdemócratas de derechas del partido socialista.
Segundo, porque el acuerdo supone un blanqueamiento irreversible del partido socialista. El PSOE le dirá a Podemos que sus políticas tan malas no pueden ser cuando han gobernado con ellos, ante lo cual, no se podrá argumentar nada solido. Y es que, no se va a decir aquello que defendía el líder de la extrema derecha, Abascal, cuando tras estar varios años en un chiringuito de la derecha y ganar más de 300.000 €, defiende su cierre públicamente sacando pecho.
Tercero, porque resulta preocupante que Pablo Iglesias, antes de conformarse ese acuerdo de coalición, ya anuncie cesiones. Si bien es cierto que las cesiones en este tipo de gobiernos son entendibles, no lo es menos que hay cesiones y cesiones. Si éstas pasan por renunciar a la columna vertebral del programa político del partido, ya no se trata de una cesión, sino de un sometimiento.
Cuarto, porque hay un océano de distancia entre las políticas del partido socialista y las de Podemos en las principales materias: laboral, fiscal, exterior e interior (corrupción, Cataluña…).
Concretamente, en materia laboral conviene recordar que el PSOE es el autor de la primera reforma laboral y que durante su última pequeña fase de gobierno no derogaron ni tan siquiera la de Mariano Rajoy. Es más, la ministra Calviño ve relativo considerar muy barata la indemnización por despido de 20 días, argumentando que no es particularmente bajo el despido con 20 días de indemnización en comparación con el entorno. Además de defender la mochila austriaca.
De otro lado, en materia fiscal, es iluso pensar que un partido que debe dinero a la banca legisle contra ella. También lo es que publique la lista de amnistiados fiscales, si cuando gobernó no lo hizo y cuando es más que posible que en el citado listado figuren nombres ilustres de ese partido.
En materia de exteriores, se alían con la peor derecha mundial casi en la totalidad de los asuntos. Un ejemplo claro es el de la UE que, con el socialista Borrel en zonas de influencia, apoya a Jeanine Áñez como Presidenta interina de Bolivia y rechaza calificar la situación como golpe de Estado. Tal apoyo sólo ha sido respaldado por Trump y Bolsonaro.
En esta UE que se dé un golpe de estado en Bolivia o que el Mediterráneo sea un enorme cementerio no es importante, ahora bien, si un país se salta una decima del déficit, se tiran como leones a su yugular. Es de recibo matizar que a la UE también le importa mucho el autoproclamado presidente Guaidó.
En materia de interior, el PSOE ya adelantó que no permitirán un referéndum en Cataluña en ningún caso (posición que, en cambio, defiende Podemos) y tampoco acometerán políticas contra la corrupción, cuando en ese tema tienen el agua al cuello (véase los ERE en Andalucía).
Finalmente, en quinto lugar, otro de los motivos por los que, en mi opinión, no se debe formar ese gobierno de coalición es porque el argumento defendido por la dirección nacional de Podemos de entrar en el gobierno, justificando que con ello fiscalizarán y obligarán al cumplimiento de lo firmado, parece una broma ¿Alguien cree que en un Consejo de Ministros de diecisiete personas, tres tendrán capacidad alguna de decisión?
A mi parecer, se debe apoyar la investidura de Sánchez sin entrar en el gobierno, siempre bajo la advertencia de aprobar en un plazo determinado (no más de unos meses) una serie de leyes indispensables para las clases populares, trabajadoras y pensionistas de este país. Para empezar: la derogación de las reformas laborales, garantizar la subida del salario mínimo, la subida de las pensiones por ley y acabar con la especulación en la vivienda (regulando el precio del alquiler). En el supuesto de incumplimiento, sería el propio Podemos el que les presentaría la moción de censura.
En cualquier caso, si finalmente se consumara el acuerdo de coalición, solo ruego a la dirección nacional de Podemos que no lo haga al modo canario.
No copien el presupuesto de Montoro (ni total, ni parcialmente), como se hizo este año en el Archipiélago con el presupuesto de Coalición Canaria, después de ser enmendado en su totalidad un año atrás.
No se suban el sueldo en la primera sesión del pleno, como ocurrió en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
Y no lleguen a acuerdos con partidos que defiendan a ultranza despojarnos de la punta de lanza del programa del partido, como sucedió cuando se conformó el gobierno de coalición en Canarias. En él, Podemos pactó con la Agrupación Socialista Gomera liderada por Curbelo, quien no quiere, ni puede defender la reforma electoral canaria (estandarte programático de Podemos) por irle su existencia en ello.
En física se dice que cuando un cuerpo se mueve a través de un fluido, el mismo ejerce una fuerza conocida como fuerza de arrastre, que tiende a disminuir su velocidad. Esto le ocurrirá a Podemos si finalmente conforma un gobierno de coalición con el PSOE: será arrastrado como una hoja en el río Ebro. A mi juicio es un error formar ese gobierno de coalición por numerosos motivos, entre los cuales destacaría:
Primero, porque para Podemos no solo supone renunciar a su origen (a aquel 15M en el que el grito de guerra era: “PSOE y PP la misma mierda es”), sino que además implica el abandono a la lucha política por conseguir la hegemonía de la izquierda en este país y desenmascarar las políticas socialdemócratas de derechas del partido socialista.