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El futuro del turismo es sostenible y digital

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Tras dos años marcados por la pandemia, la Feria Internacional de Turismo FITUR, volvió con fuerza. Esta edición, la número 43, recuperó su máxima actividad empresarial y contó con la participación de 8.500 empresas, la representación de 131 países, la presencia de 755 expositores y unos 200.000 visitantes, entre profesionales y público en general.

El objetivo principal de esta cita anual es el de captar turistas nacionales, un mercado que está en auge y que siempre se resistió a Gran Canaria frente a otros destinos. De hecho, en el verano de 2021 el turista nacional fue el cliente número uno por primera vez en Canarias, superando a la llegada de extranjeros. Y lo que es más importante, el gasto de estos visitantes en la isla ha aumentado un 10%, lo que implica que hemos mejorado el producto y es más atractivo, una de las condiciones necesarias para avanzar hacia un turismo que aporte mayor valor añadido y se centre más en la calidad que en la cantidad.

Estas cifras son posibles gracias al trabajo público-privado que se realiza durante todo el año y en ferias como esta, lo que ha permitido una conectividad con la península sin precedentes, con rutas directas hacia 24 ciudades y 1.772.191 plazas programadas entre enero y octubre, lo que representa un 22% más que lo ofertado en 2019, año de referencia por ser el último anterior a la pandemia.

Para seguir consolidando esa recuperación, Gran Canaria contará con 1.126.648 asientos para la temporada de verano (mayo-octubre), es en la que más se concentra el turismo nacional, y recibimos entre enero y noviembre de 2022, a falta de confirmación de los datos de diciembre, a 512.873 turistas,  la misma cantidad aproximadamente que Fuerteventura, Lanzarote y La Palma de manera conjunta.

Son sin duda datos positivos para nuestra principal industria, más después de los momentos duros y de incertidumbre vividos en los últimos años  que ha afectado directamente a mercados importantes como el alemán y el nórdico en los primeros tres meses del presente año, aunque han surgido al tiempo mercados emergentes como el francés (+ 38%), el belga (más 17%) o el neerlandés (+ 13%). Pero la verdad es que la recuperación avanza por buen camino y con un perfil de cliente de mayor capacidad o voluntad de gasto en la isla, con lo que hemos superado al 2019 en facturación, exactamente en un 36% más.

En el marco de FITUR también tuvo lugar una reunión de la Federación Canaria de Islas (FECAI) que agrupa a los siete cabildos insulares, en la que aprobamos una declaración en la que apostamos por la sostenibilidad y digitalización como el futuro del sector turístico en las islas.

En el texto aprobado reconocemos que el COVID introdujo cambios que van a ser permanentes y que en estos momentos se están produciendo las transformaciones que definirán esta industria durante las próximas décadas. Implican atender a conceptos cruciales entre los que la sostenibilidad y digitalización son prioridades ya que son cuestiones que exige el nuevo cliente pospandemia.

Y es que no podemos olvidar que el planeta se halla inmerso en una emergencia climática y su población muestra una creciente consciencia medioambiental, por lo que se hace más relevante seguir implementando avances en materia de descarbonización del sector turístico y posicionarnos como una referencia internacional para el turista que quiere disfrutar de un tiempo de descanso de manera coherente con sus convicciones medioambientales.

El miércoles también tuve la oportunidad de acudir a un encuentro organizado por la SER  titulado “Sostenibilidad en el turismo, reto o realidad” en el que con representantes de empresas turísticas y el profesor en economía circular y economía regenerativa de la Universidad de Harvard, Manuel Maqueda, debatimos sobre los pasos a dar en materia de sostenibilidad en el sector.

Allí defendí que el turismo no es un compartimento estanco que pueda apartarse de una gestión global o responder de forma aislada, por citar algunos ejemplos, a los retos de la transición energética, la descarbonización y la ruptura de nuestra dependencia de los combustibles fósiles, de la seguridad hídrica, de la soberanía alimentaria, o de la adaptación y mitigación de la lucha contra el cambio climático, donde hemos sido la primera isla en elaborar una estrategia bien definida y presupuestada. No podemos aspirar a tener un turismo sostenible en una sociedad o un modelo económico insostenibles.

Por lo tanto la sostenibilidad del turismo tiene que garantizarse y proyectarse en un proyecto global y sistémico donde se establezca un calendario preciso de transición energética y descarbonización, de incremento de los recursos hídricos que permitan afrontar los procesos de desertización y a la vez atender las demandas ordinarias de la población residente y visitante; que incremente la autoproducción agrícola y ganadera local en defensa del producto kilómetro cero y a la vez para mantener a la población en nuestras valiosísimas zonas rurales y conservar el paisaje excepcional que nos identifica.

Regresamos de FITUR satisfechos por los buenos datos turísticos, porque eso significa  la creación y/o mantenimiento de puestos de trabajo y que proyectos empresariales de muy diversos sectores además del turístico (sector primario, gastronomía, transportes etc.) puedan consolidarse y salir adelante.

Pero por encima de ello vuelvo con el convencimiento de que trabajando juntas todas las instituciones de Canarias, de la mano del sector privado, los sindicatos y la sociedad civil  relacionada con el sector turístico, podremos seguir avanzando y abrir un nuevo tiempo en el que Canarias sea la referencia del turismo del siglo XXI, sostenible, digitalizado, vinculado al territorio y la cultura y socialmente justo. Y estoy convencido asimismo de que este es un objetivo compartido por una inmensa mayoría social en  Gran Canaria y Canarias.

Tras dos años marcados por la pandemia, la Feria Internacional de Turismo FITUR, volvió con fuerza. Esta edición, la número 43, recuperó su máxima actividad empresarial y contó con la participación de 8.500 empresas, la representación de 131 países, la presencia de 755 expositores y unos 200.000 visitantes, entre profesionales y público en general.

El objetivo principal de esta cita anual es el de captar turistas nacionales, un mercado que está en auge y que siempre se resistió a Gran Canaria frente a otros destinos. De hecho, en el verano de 2021 el turista nacional fue el cliente número uno por primera vez en Canarias, superando a la llegada de extranjeros. Y lo que es más importante, el gasto de estos visitantes en la isla ha aumentado un 10%, lo que implica que hemos mejorado el producto y es más atractivo, una de las condiciones necesarias para avanzar hacia un turismo que aporte mayor valor añadido y se centre más en la calidad que en la cantidad.