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La Gomera: un cero energético

Esa es la calificación que, lamentablemente, tiene La Gomera en estos momentos en materia de energías renovables o energías limpias.

Hablamos de una isla con un parque nacional, con el 33% del suelo protegido, declarada Reserva de la Biosfera y con un importante instrumento de aplicación al turismo como es la Carta Europea de Turismo sostenible. Sin embargo, no encontramos ni rastro de alguna inversión en energías limpias.

Estos días teníamos conocimiento de que uno de los aerogeneradores de Epina era arrasado por el viento. Paradójica realidad.

Hace un año, pregunté al consejero de Industria en el pleno del Parlamento sobre las intenciones del Gobierno en La Gomera en esta materia, por la planificación de inversiones o acciones. Su respuesta fue bastante evasiva y, prácticamente, concluyó que todo se resolverá con el cable submarino que nos unirá con Tenerife -ocurrencia de Soria-.

En estos momentos, La Gomera está estancada en la prehistoria energética. El suministro eléctrico viene de la central eléctrica de diesel de El Palmar, en el barranco de La Concepción -como decimos aquí, la de toda la vida-, que responde a la demanda de la isla con entre 13 y 14 megavatios.

Desde que se aprobó el Pecan en 2007, se establecieron las previsiones generales en cada una de las islas, de forma que luego, cada una debía aprobar su plan territorial especial. Recuerdo asistir en 2010 a la presentación en el Cabildo de la aprobación inicial del plan territorial de infraestructuras energéticas para La Gomera, que recogía las reservas de suelo necesarias para poder implantar las infraestructuras energéticas que requería la isla para dar cumplimiento a los objetivos de ese documento. El objetivo era llegar, al menos, al 30% de renovables en 2025, unos cinco megavatios de eólica, fotovoltaica o hidroeléctrica.

En 2008 se adjudicaron los parques eólicos de Ayamosna y El Revolcadero.

Llegó la crisis, llegó el PP y mandó a parar. Todo lo que tenía que ver con energías renovables, que experimentó un importante impulso y desarrollo durante los últimos gobiernos socialistas, fue eliminado con las políticas energéticas del señor Soria y del PP.

Aun así, Paquita Luengo, consejera de Industria y Energía del Gobierno de Canarias en 2015, anunció el visto bueno a varios parques eólicos en las islas, entre ellos en La Gomera, el de Ayamosna.

Los dos aerogeneradores que están en Epina, uno de los que ha sido derribado por el viento, llevan ahí desde 1996. Son propiedad de una filial de Endesa, parece que más de manera testimonial que efectiva, con una generación de energía poco significativa y sin avances dentro del total necesario para avanzar hacia los objetivos marcados.

Desde el Grupo Parlamentario del PSOE volveremos a preguntarle al consejero cuáles son los avances para La Gomera en energías renovables. Hemos pedido también la documentación de los expedientes de adjudicación de los parques eólicos, dado que no están funcionando y es necesario saber por qué. Asimismo, solicitamos la comparecencia del consejero para que nos explique qué va a pasar con los aerogeneradores de Epina, El Revolcadero, de Ayamosna, y qué va a pasar con el plan territorial de infraestructuras energéticas de La Gomera.

Esta isla tiene condiciones geográficas y ambientales para conseguir su autoabastecimiento, construyendo las infraestructuras de generación, transporte, distribución y almacenamiento propio sin depender de otra isla. La Gomera no es un barrio de Tenerife.

Esa es la calificación que, lamentablemente, tiene La Gomera en estos momentos en materia de energías renovables o energías limpias.

Hablamos de una isla con un parque nacional, con el 33% del suelo protegido, declarada Reserva de la Biosfera y con un importante instrumento de aplicación al turismo como es la Carta Europea de Turismo sostenible. Sin embargo, no encontramos ni rastro de alguna inversión en energías limpias.