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Gran Canaria en la buena senda (I)

Hace unas semanas se celebró en el Cabildo de Gran Canaria el tercer debate sobre el estado de la isla y pudimos ver cómo quedan confirmadas las buenas sensaciones y los datos que hablan de una isla que se recupera de las consecuencias de la crisis. La política sirve para atender las necesidades de las personas y cuatro años después de asumir el Gobierno de Gran Canaria muchos de los compromisos que asumimos con la ciudadanía están cumplidos o en proceso de ejecución. Somos conscientes de que nuestra experiencia está siendo seguida por miles de personas que ven en nuestro Cabildo la esperanza de gobernar para la mayoría y al mismo tiempo defender los derechos de una isla que reclama equilibrio y consideración. Creo que podemos compartir la alegría de que aquellas expectativas se están cumpliendo. Gran Canaria vuelve a liderar el progreso de Canarias. 

Estamos respondiendo a los retos concretos en cada una de las áreas, pensando en los 21 municipios y en todos los sectores. Pero somos conscientes de que estamos librando otra batalla menos visible, la que prueba que es posible una política basada en valores, en la decencia y en alternativas que no estén supeditadas al mercado y a los intereses económicos de las minorías. Los indicadores hablan del acierto en las grandes políticas que tienen que ver con el empleo, la cohesión social, la sostenibilidad, la diversificación económica o la igualdad. Pero tan importante como esos datos objetivos es el convencimiento de que disponemos de un Cabildo que lidera la defensa de una isla frente al abandono o a la desconsideración del Gobierno de Coalición Canaria.

Nos enfrentamos al discurso de los profetas del pesimismo que quieren hacer ver negro donde hay verde, que dicen gris donde hay una realidad multicolor porque renace la actividad empresarial, los proyectos sociales, la inversión pública, la colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y las organizaciones no gubernamentales. Empezamos a recuperarnos de la triste herencia que nos dejaron las políticas de austeridad y recortes sociales. No está todo conseguido, pero vamos en buen camino y con un horizonte lleno de esperanza y de oportunidades. Los ataques injustificados y sectarios de algunos medios de comunicación nos confirman que estamos gobernando para la mayoría y pensando en el interés general.

Al volver la vista al trayecto recorrido desde junio de 2015 hasta hoy, descubrimos una Gran Canaria que se está recuperando de la crisis, que muestra unos indicadores socioeconómicos de mejora continuada, que está aumentando la confianza en un proyecto común de progreso, que está reduciendo las graves desigualdades, que moderniza sus infraestructuras y que avanza hacia la ecoisla que nos hace distintos y sostenibles. Por eso puedo afirmar que Gran Canaria Se Transforma. Queda mucho por hacer, pero los cimientos que hemos ido construyendo sostienen ya con firmeza un modelo, un proyecto, una estrategia, un objetivo.

En este cambio de situación la acción del Cabildo de Gran Canaria está siendo significativa, por sus inversiones y decisiones directas y también por las sinergias, por la confianza, por las complicidades que está generando. 

La Encuesta de Población Activa, publicada por el ISTAC, con cifras del cuarto trimestre de 2018, nos muestra que en estos últimos tres años ha crecido la población activa en 10.500 personas. De cada 10 personas que se han incorporado al mercado de trabajo en Canarias, 7 lo han hecho en Gran Canaria. Este crecimiento nos confirma que las expectativas de empleo en nuestra isla han aumentado y por eso han crecido las inscripciones.

La evolución de la población ocupada todavía es más relevante. En estos tres años se han ocupado 49.360 personas nuevas, lo que supone un crecimiento del 18 % respecto al 2015 cuando asumimos el gobierno de la isla. Es el mayor incremento en un periodo tan corto de tiempo, desde la época de la gran expansión económica de los años noventa. De cada 10 empleos creados en Canarias 4, casi 5, se han creado en Gran Canaria.

Otro dato muy positivo es la disminución del número de personas paradas. En este tiempo hay 40.000 personas paradas menos, 39.210 para ser más exactos. Un 30 % menos de las que había en 2015. La tasa de paro se ha reducido del 30 % al 21 %. 9 puntos menos. No quiero caer en el tópico, pero es verdad que es la mejor política social, aunque en nuestra tierra no sea suficiente para evitar la pobreza y la exclusión. 

No podemos darnos por satisfechos, pero esta evolución nos muestra el camino por donde debemos seguir avanzando: apoyo a sectores económicos de alto valor tecnológico como el de la economía azul, el de la economía circular, el de las energías renovables, el de la producción y depuración de agua, el de la innovación y la investigación, el de las infraestructuras de la comunicación y las telecomunicaciones, al sector turístico o incrementando notablemente la inversión pública… 

Los datos son contundentes. Gran Canaria progresa por el esfuerzo de toda la sociedad. El número de personas afiliadas a la Seguridad Social ha crecido en 51.933 personas, un 17,5 % de aumento.  Y quiero agradecer el esfuerzo de la pequeña y mediana empresa que está protagonizando el 86 % de estas contrataciones. Estamos correspondiendo a esta determinación con una política de apoyo a las PYMES, a la Cámara de Comercio, a las zonas comerciales abiertas, a los polígonos industriales y a las empresas del sector primario.

En correspondencia con los datos anteriores de afiliación a la Seguridad Social, el Ministerio de Trabajo publica que en Gran Canaria se han inscrito 1.945 empresas nuevas en la Seguridad Social. En el cuarto trimestre de 2018 hay 24.398 empresas inscritas, lo que supone un crecimiento de casi un 8 %. Mientras en Canarias baja un 1,4 el Índice de Confianza Empresarial, en Gran Canaria aumenta en casi un punto.

Un factor fundamental para poder presentar hoy un balance positivo es que hemos contado con un gobierno insular estable, centrado en la tarea y con un programa de gobierno claro que orienta las grandes actuaciones hacia las necesidades estructurales de todos: la cohesión social y la generación de empleo, el crecimiento económico, el desarrollo de la ecoisla, la recuperación del sector primario e industrial ligado a nuevos nichos de desarrollo que se apoyan en la innovación, la economía azul y la economía circular, el apoyo y la diversificación del sector turístico, el impulso cultural y deportivo,  la recuperación y dignificación del patrimonio histórico que nos identifica. Hoy nuestro Cabildo se percibe como una institución prestigiada que no está sometida a inestabilidades y contradicciones que pudieran distraernos de lo que es la obligación principal de un gobierno, la consecución de los compromisos con la ciudadanía. 

Un segundo factor que explica el progreso de estos años es que estamos generando un incremento histórico de la inversión pública y del presupuesto destinado a la reactivación económica y al empleo: Plan de Cooperación, Plan Financieramente Sostenible, Plan Transforma Gran Canaria. En este tiempo hemos pasado de un presupuesto de 592 millones de euros en 2015 a los 913 millones actuales. Un 54,16% más. Y en ese incremento un dato muy destacable es que se han dedicado a la inversión 941 millones en los cuatro años, frente a los 518 del mandato anterior. 1500 obras en estos momentos repartidas por todo el territorio insular. Cuando se dice que no hay políticas alternativas, aquí tenemos un botón de muestra de que es posible optar desde las administraciones públicas por políticas de reactivación y estímulo al empleo y no por la reducción que defiende el Partido Popular o las propuestas neoliberales.

Y la tercera decisión que está en la causa del avance de estos años ha sido la alianza con los ayuntamientos y la sociedad civil de Gran Canaria que nos ha permitido acordar prioridades, descentralizar la gestión y generar complicidades para que la transformación llegue a todos los rincones y a todos los sectores de la isla. El incremento de aportaciones para que la iniciativa municipal se proyecte sobre necesidades, y que estas se resuelvan por sus instituciones más cercanas, los ayuntamientos, ha sido espectacular durante este mandato y muchos alcaldes y alcaldesas de todos los colores lo consideran histórico. Y no solo debemos fijarnos en las cantidades sino en que son actuaciones que han decidido los ayuntamientos, evitando el centralismo o el dirigismo del Cabildo y en muchas ocasiones con la cesión de la contratación o la gestión de las obras. 

El gran mensaje que nos queda al volver la vista al trabajo de estos años es que Gran Canaria posee unas potencialidades enormes que nos llaman a mantener la apuesta por un proyecto de progreso sostenible, social y que promueve la dimensión medioambiental. Estoy seguro que seguirá dando frutos en la medida que repitamos las complicidades que estamos viviendo durante estos años y huyamos del pesimismo interesado o el silencio amordazado. 

Hace unas semanas se celebró en el Cabildo de Gran Canaria el tercer debate sobre el estado de la isla y pudimos ver cómo quedan confirmadas las buenas sensaciones y los datos que hablan de una isla que se recupera de las consecuencias de la crisis. La política sirve para atender las necesidades de las personas y cuatro años después de asumir el Gobierno de Gran Canaria muchos de los compromisos que asumimos con la ciudadanía están cumplidos o en proceso de ejecución. Somos conscientes de que nuestra experiencia está siendo seguida por miles de personas que ven en nuestro Cabildo la esperanza de gobernar para la mayoría y al mismo tiempo defender los derechos de una isla que reclama equilibrio y consideración. Creo que podemos compartir la alegría de que aquellas expectativas se están cumpliendo. Gran Canaria vuelve a liderar el progreso de Canarias. 

Estamos respondiendo a los retos concretos en cada una de las áreas, pensando en los 21 municipios y en todos los sectores. Pero somos conscientes de que estamos librando otra batalla menos visible, la que prueba que es posible una política basada en valores, en la decencia y en alternativas que no estén supeditadas al mercado y a los intereses económicos de las minorías. Los indicadores hablan del acierto en las grandes políticas que tienen que ver con el empleo, la cohesión social, la sostenibilidad, la diversificación económica o la igualdad. Pero tan importante como esos datos objetivos es el convencimiento de que disponemos de un Cabildo que lidera la defensa de una isla frente al abandono o a la desconsideración del Gobierno de Coalición Canaria.