Espacio de opinión de Canarias Ahora
Gran Canaria ante el Día del Medio Ambiente
Como sabemos, los efectos del calentamiento global son ya una realidad fehaciente en muchos territorios de los cinco continentes, en mares y océanos, en estepas y montañas, en desiertos y sistemas fluviales, en bosques y en litorales costeros, en grandes ciudades y en poblaciones aisladas. Muchos impactos se constatan en el presente por fenómenos meteorológicos adversos o extremos, como prolongadas sequías, extensas inundaciones y lluvias torrenciales, huracanes, olas de calor y olas de frío extremos que, en su conjunto y entre otros factores añadidos, afectan a la salud de las personas y a sus hogares, a sus sectores productivos, al acceso al agua potable, a sus economías y, en definitiva, a su presente pero también a su futuro. Los pronósticos realizados hace 30 años por la comunidad científica sobre la evolución e impactos del cambio climático, se han visto superados por una realidad que se repite día a día, mes a mes y año a año. Se trata, sin duda, de la mayor amenaza que se cierne sobre el planeta y los seres humanos en este siglo XXI. En Canarias los efectos empiezan a ser significativos en el mar y en el clima.
El Acuerdo de París, alcanzado en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en 2015, proclama la necesidad de que los estados, incluyendo sus respectivas industrias y sectores productivos, agentes sociales y ciudadanía, deben realizar un serio y comprometido esfuerzo para evitar alcanzar los 2ºC de temperatura media global en 2.100 con respecto a la registrada en la era pre-industrial (1880). Sin embargo, en el mismo texto del Acuerdo de París suscrito y o ratificado hasta hoy por 194 países, se cita literalmente que Naciones Unidas “observa con preocupación que los niveles estimados de emisiones de gases de efecto invernadero en 2025 y 2030 previstas para los estados (a nivel nacional) no son compatibles con los escenarios de 2ºC, y que para mantener el aumento de temperatura por debajo de ese valor o por debajo de 1´5ºC con respecto a los niveles preindustriales, se requerirá un esfuerzo de reducción de emisiones mucho mayor que el que suponen las contribuciones previstas por los estados”.
Es decir, que a pesar del reconocimiento implícito de las devastadoras consecuencias que tendrá para el planeta y la humanidad el cambio climático en este siglo y en los próximos, las emisiones responsables siguen generándose e incluso aumentando en lugar de reducirse. En 2017, trascurridos dos años del Acuerdo de París, la Unión Europea incrementó estas emisiones en un 1,8% con respecto a la disminución del 0´4% que registró el anterior año 2016. España, el año pasado, fue el cuarto país de la Unión Europea que más aumentó sus emisiones, un 7´4%, y la tendencia continúa siendo muy preocupante. De proseguir con esta tendencia, viviremos profundas y graves inestabilidades de toda índole a nivel mundial que pagaremos todas las personas del presente y, sobre todo, las generaciones jóvenes y las venideras. El Observatorio de la Aemet de Izaña acaba de hacer público que a finales de abril superamos el umbral más peligroso de las 400 partículas por millón de CO2.
La implicación en esta materia debe ser una prioridad máxima en todas las acciones políticas de todas las administraciones del mundo, de todas y, en especial, de los territorios que más contribuyen a la emisión de estos gases. Sin paliativos, sin ambigüedades, sin contemplar los intereses de las industrias que más contaminan y que se resisten a dejar de contaminar, los hidrocarburos deben pasar a la historia con urgencia y mantenerlos hoy como única solución mientras trabajamos con firmeza y máxima voluntad para sustituir en el menor plazo posible esta energía por fuentes limpias y renovables. Ningún combustible fósil, ninguno, ni líquidos ni gaseosos, pueden ser contemplados como nuevas inversiones a medio y largo plazo en un escenario de tal gravedad, ni aquí en Canarias ni en ningún lugar del mundo.
Para este Cabildo, la descarbonización de la economía y la lucha contra el cambio climático deben ser preponderantes y lo seguirán siendo con mayor implicación cada día. Hemos diseñado y activado numerosas acciones concretas de adaptación y mitigación en un primer estadio que contempla además la aprobación, en este año 2018 y tras año y medio de proceso consultivo con los agentes sociales, de una Estrategia Insular de Cambio Climático para Gran Canaria. Y acciones concretas como la creación de un Grupo de Acción Climática, abierto, plural, participativo; el impulso del Pacto de los Alcaldes por el Clima y la energía sostenible; la colaboración en la constitución del Centro Unesco Documental para el seguimiento del cambio climático; la realización de un Convenio con el Instituto Geográfico Nacional para instalar un radiotelescopio de seguimiento de los efectos del cambio climático; la próxima firma de un Convenio con la AEMET para el seguimiento de las incidencias del cambio climático en la Macaronesia y Atlántico medio; la organización de un Congreso con el Centro Unesco sobre el cambio climático en los territorios insulares; la aprobación del equivalente al céntimo verde forestal para la repoblación de la Isla; la reafirmación en nuestro proyecto de Ecoisla: soberanía alimentaria, soberanía energética, movilidad y turismo sostenibles, reforestación, economía azul, economía circular…
El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente en todo el planeta, una jornada que alude al recuerdo anual de que hemos de trabajar mucho y duro para conservar el amenazado patrimonio natural del que todos los seres humanos dependemos. Pero las recomendaciones y postulados de Naciones Unidas para hacer frente al cambio climático no son para un solo día sino para todo el año. Y durante los 365 días del año hay muchas personas en el Cabildo de Gran Canaria que trabajan para conservar y hacer conservar el medio natural de la isla. Y para ello estamos desarrollando distintas acciones.
En febrero de 2017, el Cabildo Insular de Gran Canaria presentó a la Fundación Biodiversidad el Proyecto Diagnóstico de riesgos, vulnerabilidades y adaptación al cambio climático en la isla de Gran Canaria, que, tras superar dos fases de evaluación, fue seleccionado entre más de 400 iniciativas presentadas desde toda España. Finalizará entre junio y julio de 2018 y hasta ahora se ha trabajado en una primera evaluación sobre diagnósticos y vulnerabilidades de impacto en materia de salud humana, biodiversidad, energía, sectores productivos (incluyendo primarios y turismo) y riesgos climáticos, tratando al tiempo de proponer acciones específicas de respuesta y adaptación en cada una de las áreas y en los 21 municipios de la Isla. El desarrollo de este Proyecto, junto al inventario de emisiones de CO2 en la Isla y los Planes de acción por el clima y la energía sostenible que estamos desarrollando ya junto a 10 municipios de Gran canaria, sientan las bases para el desarrollo del Pacto de los Alcaldes en la Isla.
Del 18 al 20 de junio se celebrarán también en INFECAR las Jornadas ACEQUIA: Cambio Climático, SEQUíA y usos del agua en Gran Canaria impulsadas por la Comisión Europea y el Cabildo de Gran Canaria. Las Jornadas tienen 4 objetivos: 1) explorar la evolución futura de los períodos de sequía en la Isla, sus incertidumbres y los costes sociales asociados, 2) estudiar las causas de la escasez de agua, tanto si esta es de origen físico (falta de lluvia) como de origen social (exceso de consumo, pérdidas en la red de distribución y almacenamiento, etc.), 3) hacer un debate público y participativo con los actores sociales y usuarios del agua para explorar todas las acciones alternativas que se podrían implementar en el futuro, y 4) estudiar el reparto de beneficios y costes sociales de las diferentes acciones propuestas. Están organizadas por la Unidad de Riesgos Climáticos de la Comisión Europea (Joint Research Centre) tras una propuesta remitida en enero de 2018 por el Cabildo de Gran Canaria y en el marco de las acciones de cambio climático que promueve la Corporación Insular. El Cabildo coopera muy estrechamente en la organización de estas Jornadas.
Igualmente, el Centro Unesco-Gran Canaria está organizando el Encuentro Archipiélago y Océano: Repercusión del Cambio Climático en los territorios insulares, que se celebrará durante los días 25 y 26 de octubre de 2018 en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Este encuentro interdisciplinar está patrocinado por el Cabildo y reunirá a científicos, gestores y políticos de la Macaronesia (Azores, Madeira, Canarias, Cabo Verde) para debatir las medidas más efectivas en la lucha contra el cambio climático y sus efectos en los archipiélagos. En este sentido, las investigaciones recientes han corroborado que los archipiélagos, por estar rodeados de océano, son particularmente sensibles al cambio climático y, consecuentemente, requieren el estudio y la asunción de una serie de medidas capaces de prevenir y mitigar los efectos de este cambio. Sus objetivos se centrarán en consolidar este Encuentro como un espacio permanente de análisis político, sociológico, técnico y medioambiental, para intervenir desde territorios insulares frente a los retos del cambio climático en convenciones internacionales; determinar los efectos del cambio climático en el área oceánica de las regiones representadas; elaborar un mapa actualizado de vulnerabilidades y riesgos climáticos en territorios insulares; conocer las necesidades de cada una de estas regiones para completar su serie de datos e indicadores relacionados con el cambio climático; intercambiar protocolos de mediciones para homogeneizar y procesar la información recabada; identificar denominadores comunes en la sostenibilidad de los territorios insulares de todo el planeta debidos al cambio climático; definir alianzas y colaboraciones entre investigadores y expertos de cada una de estas regiones así como de otras entidades y expertos internacionales; fomentar la formación, la sensibilización y la participación ciudadana, uno de los ejes principales que sustenta la idea de sostenibilidad de la UNESCO. Este Encuentro se desarrollará simultáneamente con otro acontecimiento relacionado con el cambio climático como es el Climathon, foro mundial sobre el cambio climático que tendrá lugar, paralelamente, en las principales ciudades del mundo el día 26 de octubre de 2018. Climathon atrae a innovadores, empresarios, estudiantes y profesionales para crear soluciones innovadoras a los desafíos climáticos de las ciudades. El Encuentro Archipiélago y Océano: Repercusión del Cambio Climático en los territorios insulares y Climathon tendrán lugar en sesiones paralelas y en el mismo recinto para posibilitar así la asistencia a los dos eventos. En 2017 participaron 104 ciudades de 45 países y 6 continentes.
Es una parte del compromiso de nuestra Isla por el clima. Nuestro medio natural es único y singular y debemos contribuir con todos los recursos a nuestro alcance en la lucha contra el cambio climático. El cambio climático y la transición energética hacia un nuevo modelo energético descarbonizado deben formar parte del ADN ético y programático de los responsables políticos del siglo XXI.
Como sabemos, los efectos del calentamiento global son ya una realidad fehaciente en muchos territorios de los cinco continentes, en mares y océanos, en estepas y montañas, en desiertos y sistemas fluviales, en bosques y en litorales costeros, en grandes ciudades y en poblaciones aisladas. Muchos impactos se constatan en el presente por fenómenos meteorológicos adversos o extremos, como prolongadas sequías, extensas inundaciones y lluvias torrenciales, huracanes, olas de calor y olas de frío extremos que, en su conjunto y entre otros factores añadidos, afectan a la salud de las personas y a sus hogares, a sus sectores productivos, al acceso al agua potable, a sus economías y, en definitiva, a su presente pero también a su futuro. Los pronósticos realizados hace 30 años por la comunidad científica sobre la evolución e impactos del cambio climático, se han visto superados por una realidad que se repite día a día, mes a mes y año a año. Se trata, sin duda, de la mayor amenaza que se cierne sobre el planeta y los seres humanos en este siglo XXI. En Canarias los efectos empiezan a ser significativos en el mar y en el clima.
El Acuerdo de París, alcanzado en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en 2015, proclama la necesidad de que los estados, incluyendo sus respectivas industrias y sectores productivos, agentes sociales y ciudadanía, deben realizar un serio y comprometido esfuerzo para evitar alcanzar los 2ºC de temperatura media global en 2.100 con respecto a la registrada en la era pre-industrial (1880). Sin embargo, en el mismo texto del Acuerdo de París suscrito y o ratificado hasta hoy por 194 países, se cita literalmente que Naciones Unidas “observa con preocupación que los niveles estimados de emisiones de gases de efecto invernadero en 2025 y 2030 previstas para los estados (a nivel nacional) no son compatibles con los escenarios de 2ºC, y que para mantener el aumento de temperatura por debajo de ese valor o por debajo de 1´5ºC con respecto a los niveles preindustriales, se requerirá un esfuerzo de reducción de emisiones mucho mayor que el que suponen las contribuciones previstas por los estados”.