Espacio de opinión de Canarias Ahora
Las dos grúas: Otra vez el pleito insular
Pero la cuestión debería ir mucho más allá de esa simple y primera reflexión? La cuestión es que no debería ser una grúa vieja para Tajao y una nueva para Agaete. Debería ser una nueva en Agaete y una nueva en Tajao; o dos nuevas en Agaete y una nueva en Tajao, si hiciera falta atendiendo a las dimensiones de los puertos respectivos. Es más, las promesas políticas deben cumplirse, y no generar con ellas nuevas historias del pleito insular. Eso sería apostar por el sector primario en su rama pesquera, y no otra cosa; una rama minusvalorada sinérgicamente a la enésima potencia en los últimos lustros, que ha visto como la industria sardinera en Lanzarote se descapitalizaba, como los grandes pesqueros de la Europa del Este abandonaban progresivamente los puertos canarios ante la falta de competitividad de los mismos, o como la presión magrebí impedía e impide año tras año a los pesqueros canarios entrar en sus aguas naturales, en el banco pesquero canario sahariano y en su rica corriente marina. Porque en Canarias se ha ido abandonando gubernamentalmente también año tras año tanto al sector pesquero en particular, como al primario en general, que ya sólo representa un 3-4% de su P.I.B.
Hay otro aspecto en esta cuestión que nos atañe; otro aspecto que nos vincula de nuevo con el tan manido pleito insular, pleito que desde el siglo XV ha viciado la historia y el desarrollo socioeconómico armónico de Canarias. Desde el siglo XV el pleito insular ha provocado una historia desequilibrada de estas islas perdidas en la inmensidad oceánica. Sí? Decimos bien? Desde el siglo XV? En esta fecha histórica Canarias se ve inmersa en una guerra de poderes que mezcló la conquista de las islas de señorío con la política geoestratégica del Occidente cristiano, derivada del llamada Cisma de Occidente de la Iglesia Católica. Parece que en todo siempre nos topamos con la Iglesia? Mientras que en 1424 el Papa Martín V creaba el Obispado de Erbania en Fuerteventura, en 1404, 20 años antes, Benedicto XIII había erigido el Obispado de San Marcial del Rubicón, en Lanzarote? Detrás de este cisma aparentemente eclesial estaban las guerras de señoríos, el linaje de los Bethencourt, y las políticas más o menos esclavistas de unos y de otros? Por su parte, el primer episodio que enfrentó a Gran Canaria y a Tenerife apareció antes de los enfrentamientos por la Audiencia de Cuentas en sentido estricto, y se enmarcó en los influjos reformadores fiscales que llegaban desde el Estado centralista. En concreto, en 1720, en un enfrentamiento que debería entenderse en un doble plano: en primer lugar, en la dependencia fiscal de la clase burguesa tinerfeña respecto de la grancanaria; y, en segundo lugar, en el marco de las luchas internas de las clases sociales en la isla de Tenerife. Ahora nos ha llegado nuevamente, ya en el siglo XXI, el manido pleito insular; esta vez en forma de grúas? De palabras mayores a palabras menores, pero la historia se repite en el día a día de una ciudadanía que tan sólo pretende mejorar su devenir, tanto en Tenerife como en Gran Canaria, tanto en Tajao como en Agaete, tanto en una como en el conjunto de las ocho islas habitadas? Y tanto en la rama pesquera del sector primario, como en la economía archipelágica en su conjunto, tan necesitada de implementar efectivamente la diversidad por todos prometida.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias nos dice en su portal principal para la actual legislatura que “se ha marcado como principal reto para esta legislatura conseguir el pleno desarrollo de la actividad de nuestro sector primario sin obstáculos en las Islas, como parte de nuestra identidad, fuente de riqueza y garantía de la conservación de nuestro medio ambiente. Pretendemos, asimismo, preservar el nivel de renta de agricultores y ganaderos, incentivar la calidad de nuestras producciones y contribuir a su comercialización, así como fomentar la actividad pesquera”. El Viceconsejero de Pesca, Francisco López, del PP, debería reflexionar sobre si su actuación en el “travel-lift de Tajao” concuerda o no con tales finalidades generalistas. Porque muchas veces, y más en temática de pleito insular ficticiamente generado, donde se dijo digo se debería haber dicho, o decir “ad futurum”, Diego...
De muchos, uno? Este lema, que tan útil ha sido para algunos allende los mares -pensemos en que es la divisa de los Estados Unidos de América- debería ser asumido por estas islas atlánticas y ultraperiféricas para superar sus divisiones “ab initio” caciquiles e interesadamente generadas? Pero esto parece que es pedir demasiado? Es más, hay cosas mucho más importantes que el pleito insular por las que actualmente preocuparse?; un pleito insular que sólo ha generado caciquismo, tensiones entre islas y ausencia de progreso. La Historia de Canarias nos dice mucho al respecto sobre ello. La sensatez no quiere que se diga ni una sola cosa más?
José Carlos Gil MarÃn
Pero la cuestión debería ir mucho más allá de esa simple y primera reflexión? La cuestión es que no debería ser una grúa vieja para Tajao y una nueva para Agaete. Debería ser una nueva en Agaete y una nueva en Tajao; o dos nuevas en Agaete y una nueva en Tajao, si hiciera falta atendiendo a las dimensiones de los puertos respectivos. Es más, las promesas políticas deben cumplirse, y no generar con ellas nuevas historias del pleito insular. Eso sería apostar por el sector primario en su rama pesquera, y no otra cosa; una rama minusvalorada sinérgicamente a la enésima potencia en los últimos lustros, que ha visto como la industria sardinera en Lanzarote se descapitalizaba, como los grandes pesqueros de la Europa del Este abandonaban progresivamente los puertos canarios ante la falta de competitividad de los mismos, o como la presión magrebí impedía e impide año tras año a los pesqueros canarios entrar en sus aguas naturales, en el banco pesquero canario sahariano y en su rica corriente marina. Porque en Canarias se ha ido abandonando gubernamentalmente también año tras año tanto al sector pesquero en particular, como al primario en general, que ya sólo representa un 3-4% de su P.I.B.
Hay otro aspecto en esta cuestión que nos atañe; otro aspecto que nos vincula de nuevo con el tan manido pleito insular, pleito que desde el siglo XV ha viciado la historia y el desarrollo socioeconómico armónico de Canarias. Desde el siglo XV el pleito insular ha provocado una historia desequilibrada de estas islas perdidas en la inmensidad oceánica. Sí? Decimos bien? Desde el siglo XV? En esta fecha histórica Canarias se ve inmersa en una guerra de poderes que mezcló la conquista de las islas de señorío con la política geoestratégica del Occidente cristiano, derivada del llamada Cisma de Occidente de la Iglesia Católica. Parece que en todo siempre nos topamos con la Iglesia? Mientras que en 1424 el Papa Martín V creaba el Obispado de Erbania en Fuerteventura, en 1404, 20 años antes, Benedicto XIII había erigido el Obispado de San Marcial del Rubicón, en Lanzarote? Detrás de este cisma aparentemente eclesial estaban las guerras de señoríos, el linaje de los Bethencourt, y las políticas más o menos esclavistas de unos y de otros? Por su parte, el primer episodio que enfrentó a Gran Canaria y a Tenerife apareció antes de los enfrentamientos por la Audiencia de Cuentas en sentido estricto, y se enmarcó en los influjos reformadores fiscales que llegaban desde el Estado centralista. En concreto, en 1720, en un enfrentamiento que debería entenderse en un doble plano: en primer lugar, en la dependencia fiscal de la clase burguesa tinerfeña respecto de la grancanaria; y, en segundo lugar, en el marco de las luchas internas de las clases sociales en la isla de Tenerife. Ahora nos ha llegado nuevamente, ya en el siglo XXI, el manido pleito insular; esta vez en forma de grúas? De palabras mayores a palabras menores, pero la historia se repite en el día a día de una ciudadanía que tan sólo pretende mejorar su devenir, tanto en Tenerife como en Gran Canaria, tanto en Tajao como en Agaete, tanto en una como en el conjunto de las ocho islas habitadas? Y tanto en la rama pesquera del sector primario, como en la economía archipelágica en su conjunto, tan necesitada de implementar efectivamente la diversidad por todos prometida.